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Fue así como todas las brujas de la academia estaban reunidas en el comedor frente a una mesa alargada en donde Myrtle hablaba a más no poder para preparar a las chicas mentalmente. Las participantes serían todas las jóvenes con excepción de Stephanie.

───El gran Leonardo Da Vinci, que seguro era un brujo, aunque nunca se comprobó, en su pieza maestra La Última Cena representa las anguilas asadas, el pan y el vino de la mesa. He escogido caviar del Mar Caspio servido en billinis. Junto con Champagne. Como guarnición de nuestra participación en nuestra propia última cena. Para una de ustedes, un último momento de libertad y anonimato antes de asumir la Supremacía para cualquiera de las otras posiblemente la última comida

───Desde el comienzo de este aquelarre, ha sido el deber de la Suprema saliente identificar a su sucesora. En lo cual Fiona no solo fue negligente, sino que intento matar a su sucesora. Así que estamos haciendo algo nunca hecho en nuestra historia

───Vamos a darles a las cuatro la oportunidad de probarse a sí mismas. Solo una de ustedes tendrá éxito. Para citar la biblia...─── gruño sintiendo algo en su garganta───: "Cuando era niña hablaba como una niña, entendía como una niña, penaba como una niña. Pero cuando me convertí en mujer, puse de lado las cosas infantiles" ─── Cordelia se levantó con una copa en la mano cuando su hermana termino de hablar

───La infancia se acabó, mis niñas. Aparten el miedo, las reservas y las cosas insignificantes─── todas levantaron sus copas───. A romperla mañana

Fue así como a la mañana siguiente después de un merecido descanso, las brujas estaban reunidas en el comedor, las participantes frente a una mesa y las demás junto a ellas para comenzar con las grandiosas Siete Maravillas de las cuales, Stephanie siempre quiso ser parte, pero sabía que no era la Suprema ni que tendría posibilidades.

───Las Siete Maravillas por lo general va de lo más fácil a la más difícil. Pero como estamos rompiendo las tradiciones este año comencemos con mi favorita. Telequinesis─── Kyle comenzó a encender las velas───. Stephanie, querida, creo que deberías participar

───No lo hará─── negó Cordelia───. No quiero que mi hermana participe─── Myrtle insistió

───Estoy de acuerdo con mi hermana, yo sé y tengo muy en claro que no soy la Suprema─── respondió───. Además, no quiero morir, soy joven y hermosa─── se acercó a la mesa───. Creo que no hay nada que explicar, chicas. Es muy sencillo y algunas ya lo tienen desarrollado...─── murmuro refiriéndose a Madison───. Es muy sencillo, solo tienen que llamar al pequeño candelabro de la mesa hacia ustedes con la mente─── apenas tendió su mano, el objeto llego a ella───. ¿Ven? Muy fácil─── dio pasos hacia atrás con el objeto entre sus manos para detenerse con su hermana, Misty preguntó qué pasaba si no podía hacerlo───. Fácil. No eres la Suprema

───Y puedes regresar a tu pantano

───Misty, eres la primera─── la joven nerviosa se concentró en el objeto frente a ella, una simple vela, era fácil, se apoyó en la mesa y a los segundos, la vela llegó a ella haciéndola sonreír para apagar la vela con una sonrisa, Madison rodo los ojos murmurando que era como si quisiera de verdad ser la suprema───. No es sobre querer. Eres o no eres la Suprema

───Tal vez lo sea─── murmuró Misty sonriendo a lo que Stephanie sonrió

─── ¿Queenie? ─── la vela llegó casi inmediatamente a las manos de la chica, quien festejo───. Madison, obviamente este es tu terreno

───Sea lo que sea─── la vela llegó inmediatamente a las manos de la rubia, quien soplo la vela viendo a Stephanie, su relación se había arruinado desde que la rubia se había enamorado del novio de su mejor amiga

American Horror StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora