Aprendiendo a amar || Mikeno (Editando)

Cap 17 ~¡Fuera el exe!

—¿Seguro que estás bien?—. Preguntó con angustia viendo a su contrario rebuscar algo pasa comer.

—Ya te lo dije, he soportado peor es dolores—. Reprochó cerrando uno de los estantes. —¡¿Que no hay nada para comer en esta puta casa?!

—¿Y si vamos a comprar algo?—. Preguntó el de corona.

—¿Tienes dinero?

—Podemos esperar a Trolli.

—No quiero.

Y justo ahí la puerta principal se abrió.

—¡Hola! Mike.exe, Mikellino—. Se oyó la voz del cachorro en la casa, la ex-fusión corrió a la puerta a saludarlos mientras que su contrario refunfuñaba entre dientes, le hubiera gustado estar un día más a solas.

—Hola Mike.exe—. Saludó el chico.

—Púdrete.

—¿Porqué tanto odio?—. Preguntó curioso, y como era de esperarse no recibió respuesta.

—¿Vas a preparar el desayuno o qué?—. Preguntó el exe algo apenado, Trollino sonrió cálidamente, cerró sus ojos y negó con la cabeza divertido para comenzar a cocinar.

—Oye—. Escuchó a sus espaldas, volteó tras de si encontrándose al furry azabache, quien lo llamaba desde la entrada a la cocina. —Mikie—. Volvió a llamar, esta vez volteaba tras de si confundiéndolo.

Hizo señas para que le dijera que sucedía pero este solo se negaba y le decía que fuera con él, se veía nervioso así que se preocupó y fue con él.

—¿Qué pasa?—. Habló en voz baja una vez junto a él.

—Em... pues...—. Tartamudeaba poniendo ansioso al contrario, quien movía su pierna desesperado.

—¿No le digas que aún estás en celo? Si es así no pienso complacerte de nuevo—. Habló con un sonrojo, pero era más grande el del azabache, el susodicho sacudió su cabeza negando desesperadamente.

—¡No no no, no es eso! Pero... tiene que ver con lo de anoche...

—Ya dilo de una vez—. Habló harto de sus balbuceos.

—¿Limpiaste las sábanas?—. Preguntó aún jugando con sus manos, y en ese momento, Mike exe sintió el verdadero terror.

—Ay carajo.

—¡Chicos vengan a comer!—. Ambos se alarmaron al oír la voz del azabache llamarlos, tenían que hacer algo rápido antes de que se le ocurriera entrar a su habitación.

—Ve a distraerlo yo lavo las sábanas.

Mikellino asintió y fue al comedor

[...]

—¡Timba ya despierta!—. Regañaba el menor de los tres.

—Pero si llevamos aquí medio día—. Se quejó recostado en una banca que había cerca del camino.

—Vamos, ya oíste a Sparta, levántate.

Entre quejidos el peliazul hizo caso y se levantó de mala gana, ayer les habían llamado apara ayudarlos con lo del ladrón, que suponían y ya lo habrían atrapado Mike y Trolli.

Estaban haciendo guardia entre todos los demás CoMPas, en la tarde llegarían Rius, Mayo, Raptor y Flex.

—Gracias por venir—. Les agradeció el hombre que los había llamado. —Son muy valientes, no cualquiera se atreve a enfrentar a un exe—. Elogió.

—Espere, ¿dijo exe?—. Preguntó desconfiado el de lentes de sol.

—¿No han escuchado los rumores?—. Los tres negaron con la cabeza. —Hay algunos que dicen haber visto unos ojos rojos mirarlos y luego desaparecer entre las sombras, otros afirman haber oído las garras de uno, varios dicen que podría tratarse de un exe.