Mikellino es una fusión que surgió de la unión de Mike y Trollino, y no, no hablo de sex... ejem... relaciones, sino literalmente. Mikecrack.exe es un ser peteneciente a los exes (obviamente) los cuáles son criaturas sedientas de sangre, o al menos...
—Mami— Llamó el cachorro a su madre, ella miraba preocupada por las enredaderas pero volteó a ver a su querido hijo.
—No te preocupes cielo, tu papi va a estar bien— Decía ella a su hijito, luego le besó la frente y siguió observando.
La lluvia mojaba el pelaje de ambos, era noche de luna llena y eso significaba que al caer la noche alguno de los exe's se saldría de control, de pronto algo fue lanzado a donde ellos estaban, era un tanque petróleo.
—¡Corre Mike!— Habló su madre al ver que el cachorrito no se movía, el mencionado reaccionó y se fue corriendo de ahí dejando a su madre atrapada con los guardias, ellos vertieron el petróleo en aquel lago, ese lago en donde su madre lo llevó meses atrás y donde había tenido uno de los momentos más felices de su corta vida, ahora era donde su madre había muerto quemada antes de poder salir de aquel lugar con espesos árboles unas gotas de petróleo lo salpicaron y quemaron, luego las curaría.
—¡Mike!—
[...]
Despertó de golpe en el césped de aquella laguna, ahora lo recordaba, era la misma pero más bella y el agua aún estaba intacta, recordó que la laguna se secó y junto a ella toda la vegetación que ahí había. Se abrazó a si mismo mientras las heridas tanto físicas, emocionales y hasta psicológicas volvían a dolerle, quemando su alma por dentro como la mayoría de las noches, esas noches de insomnio en donde las pesadillas volvían y lo atormentaban los recuerdos. Hacía frío, estaba helado, con su capa intentó cubrirse del helado viento, pero era inútil.
Sintió movimientos a su costado, al voltear se dio cuenta quien estaba a su lado, eso lo calmó un poco, aunque aún no estaba seguro si volver a dormir así que decidió dar un paseo por los alrededores, ver ese lugar en su máximo esplendor sería reconfortante.
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—Troli ¿falta mucho?
—Que pesao' eres—. Amo y perro estaban en una zona despejada con una linterna iluminándolos, Trolino intentaba abrir los contenedores con la comida que habían guardado antes de salir de casa. —Ten, a ver si con eso te atragantas y te callas ya—. Le entregó el toper a su madcotita.
—¡Hopeeeee! ¿por que eres tan vinagrito?— Empezó a comer luego de formular la oración.
—Solo... come en silencio—. Y así lo hicieron, el silencio reinaba entre ellos dos y lo único que se podía escuchar eran los urulares de los búhos y los grillos con sus relajantes notas musicales.
—Oye Troli... ¿Crees que podamos contra mi exe?—. La pregunta captó la atención de Trolino quien rápidamente tragó el bocado de comida que estaba masticando y se sentó al lado del cachorro, ya que estaban frente a frente.
—¿Tienes miedo?—. Preguntó lo obvio a propósito, a lo que su mascotita se limitó a asentir, dejó el toper a un lado y abrazó sus piernas apoyando su barbilla en sus brazos. —Oye, si alguno se llega a topar con él nos enviarán un mensaje, y si nosotros nos lo encontramos llamaremos a los demás—. Trató de consolarlo, Mike solo volteó la mirada hacia su dueño, este estaba sonriendo cálidamente.
