Cap 3 ~¡Ha escapado!

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—... Y eso fue lo qué pasó—. Decía Mike finalizando su explicación, todos los compas estaban reunidos en la mansión, Spartor se había separado y Mikelino estaba ahí.

—¿Y pueden volver a fusionarse?—. Habló Mayo sentado junto a los demás.

—No lo creo—. Habló Trolino.

—Inténtenlo—. Dicho esto ambos se tomaron de las manos y dijeron Mikelino Para siempre, pero nada, la fusión no se dio.

—Oigan, si Mikelino es producto de su fusión ¿quiere decir que es su hijo o algo así?—. Preguntó Timba apenas despertando, Mike y Troli se miraron entre ellos con un fuerte sonrojo.

—Yo... no lo había pensado así—. El cachorro apartó la mirada avergonzado.

—B-Bueno, creo que tenemos que irnos ya—. Habló el azabache.

—¿Por que la prisa? Hay lentejas, quédense a come aquí—. Habló Timba.

—Pues por mi bien, ¿que dices Troli?

—Vale, pero no te las acabes de un tiro que después estas con dolor de estómago—. Ambos voltearon a ver a Mikelino, este no había hablado desde que llegaron. —Mikelino ¿Te quedas?—. Este al oír su nombre volteo a verlo.

—Creo que me iré a casa si no les importa—. Habló levantándose de donde estaba.

—¿Puedes volver tu solo? Si quieres puedo acompañarte—. Habló Mike.

—No gracias... Mamá—. Habló en tono burlesco por lo anterior dicho por Timba.

—¡O-Oye no soy hembra!—. Reclamó el cachorro inflando sus mejillas con un leve sonrojo en ellas.

—Lo siento jeje—. Habló con una mano en la nuca. —Bueno, me voy, adiós chicos—. Dicho esto salió del lugar hacia su casa y la de sus "padres".

Entró ya que la puerta no tenía seguro, al llegar oyó un ruido así que decidió investigar, notó que el espejo estaba roto y que habían rastros de sangre en el suelo que conducían a la ventana, supuso que quien sea que haya roto el espejo se hirió con los vidrios que dejó en el suelo, salió siguiendo las huellas de quién sea qué haya estado ahí, vio que las huellas iban al bosque así que decidió seguirlas pero poco a poco el rastro se perdía en la hierba del lugar, entre más se adentraba al bosque más se desorientaba, hasta que llegó al punto de querer dejar la búsqueda e ir de regreso a casa, pero no recordaba a donde tenía que ir, no conocía muy bien el lugar ya que nunca había estado ahí y al tener escasos conocimientos en cuanto a orientación se trataba, pues, en resumen, estaba perdido.

Pensando en eso estaba hasta que oyó a alguien detrás de los arboles, asomó su cabeza "con disimulación" (nótese el sarcasmo) a donde vio al ser, ¡y era él! Mike.exe estaba en el bosque, al parecer no tenía nada de armas o algo que pudiera representar un peligro, así que decidió acercarse con cautela.

—Mike e-... —. Una esfera de energía lo interrumpió, y es que el menor se había llevado un buen susto y como exe que se respeta lo único que pensó en hacer fue atacar, Mikelino esquivó el ataque tirándose al suelo en un rápido reflejo.

—¡Más vale que retrocedas mal nacido!— Dijo el de capa roja estando a la defensiva con una mano extendida lista para atacar.

—Wow wow wow cálmate, vengo en son de paz—. Habló levantándose lentamente con una mano extendida levantando dos dedos en signo de paz tratando de calmar a su contrario.

—¿A qué vienes?—. Habló bajando ligeramente su mano, él no tenía ninguna intención de cometer maldades, quizá haría travesuras luego, pero por ahora solo quería escapar.

Aprendiendo a amar || Mikeno (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora