ᴇʟᴇᴍᴇɴᴛᴀʟ [1] (ᴀɴɴᴇ x ɢɪʟʙᴇʀᴛ)

Capítulo 6

LA PAZ NUNCA DURA LO SUFICIENTE.

Anne

—No le creo nada de lo que dice. Mi idea es que lo encerremos en el sotano y que alguien se encargue de mantenerlo vivo —dijo Roy, el cual había insistido estar en esta reunión para decidir que hacer con el recién llegado.

Jerry nos miraba con aburrimiento. Una de sus manos tenía una pulsera que le impedía salir de aquí. Cortesía de Anila.

—Una cosa es segura y es que no se puede ir. Nos delatará a todos —dice Axel, mirandome fijamente a mi y a Gilbert.

¿Se nota que estamos muy nerviosos?

—Pero tampoco podemos mantenerlo como un perro, sigue siendo una persona —habla Marilla.

Todos se ponen a discutir sobre que hacer con él.

—Puedo ayudar. Se como evitar que Anne destruya todo el mundo con sus poderes y esas cosas del amor —dijo él, ganandose la mirada de todos.

—Eso no es importante porque hicimos un conjuro para romper su lazo emocional —explicó Marilla.

—¿Están seguros que se rompió? Solo hay que verlos para darse cuenta que se están muriendo por besarse. ¿Quien hizo ese conjuro? —preguntó el castaño.

—Yo, pero no fue mi culpa que se rompiera. Avisé a Axel que era probable que no funcionara porque con las cosas del destino no se juega —respondió Anila cruzandose de brazos.

—¿Y como me vas a ayudar? —dije curiosa.

—Puedo ayudarte a controlar tus emociones. Se viene algo grande y dificil para ti, Anne. Las centrales te buscan y yo no soy el unico que enviaron en tu busqueda. La barrera que los proteje está debil. Soy un hechicero completo y mis energias junto a las de la chica de cabello blanco pueden mantenerla fuerte.

—¿Por qué nos quieres ayudar? Te vi muy feliz lanzandome una flecha en la pierna, maldito —habló Roy con desagrado.

—Por que no permitiré que Diana esté en peligro.

Ah, cierto. La mierda del destino los tenía conectados y todo ese drama.

—Hey, parale a tu carro amigo —dijo Diana molesta—. Si vas a ayudar que no sea por mi, porque de ti yo no quiero nada.

—Es inevitable, preciosura —masculló él con burla.

—Bien, entonces se quedará pero eso no significa que confiaremos en ti. Seguiras con esa pulsera que no te dejará salir de aquí y puedes vivir en una de las cabañas. Junto con Roy, Gilbert y Cole hay espacio para uno mas.

—¡Intentó matarme! —reclama el castaño, señalando su pierna herida.

—Me lanzaste miles de piedras en la cabeza, idiota. ¿Como no iba a querer matarte? —replicó Jerry.

—No me interesa los problemas que tengan. Estaran juntos porque yo lo digo y fin —dijo Marilla y se fue de la Gran Biblioteca sin dejarles tiempo de responder.

—Axel, tenemos que hablar de algo importante —dijo Matthew, quien no había abierto la boca desde que llegamos.

Axel asintió y fueron a su oficina.

En medio de la Gran Biblioteca nos quedamos los cuatro incomodos. Miraba a Gilbert de reojo y él me miraba a mi. Estaba haciendo todo lo posible para que no se metiera en mi mente, pero entendí que había fracasado cuando su voz resonó dentro de mi cabeza.

«Tú y yo hablaremos ahora mismo y no voy a esperar ni un segundo mas porque llevo pensando por casi tres meses que no me querías y que estabas mejor sin mi. Así que o vienes conmigo o te llevo a la fuerza», dijo.