ᴇʟᴇᴍᴇɴᴛᴀʟ [1] (ᴀɴɴᴇ x ɢɪʟʙᴇʀᴛ)

Capítulo 13

NO BUSCAS BIEN, ANNE.

Anne

Es inquietante no controlar mi cuerpo.

No poder abrir mis ojos.

No poder mover mis manos.

Soy como una simple presencia.

Atrapada en mi mente.

¿Te has imaginado como sería estar dentro de tu cabeza?

Te puedo contar.

Es como una habitación, en donde hay muchas puertas en las paredes.

Cada una tiene escrito un año de mi vida.

Desde el año uno hasta el año dieciocho.

Puedo entrar y al instante me reciben muchas esferas relucientes agrupadas una detrás de la otra en fila.

En cada una hay un recuerdo.

Sí, ya recuerdo todo.

Es agobiante todo lo que olvidé y ahora me reprocho a mi misma por haberla olvidado.

Laila jamás debería de ser olvidada por alguien.

Recordar lo que pasé en mi vida fue un viaje por mi misma.

También la conocí a ella.

Mi yo oscura.

Normalmente aparecía a mi lado como en este momento.

—¿Es enserio? ¿Ya te vas a poner a llorar? ¡Anne! Nos haces parecer débiles y que tú lo seas no significa que yo sí —dice con su voz aburrida.

Es exactamente igual a mi, aunque ella tiene los ojos negros y no azules.

—Cállate —murmuro caminando de un lado a otro.

Necesito salir de aquí.

—Cilliti —me imita con voz burlesca.

—¿Es que no puedes estar un minuto en silencio? Me molestan tus comentarios crueles y sin sentido.

—¿Como ese de que Gilbert te va a dejar al ver que pareces una muerta? Ah, claro. Si despiertas quizá te inviten a la boda.

—¡Que te calles! —grito y las mismas venas negras se instalan en mi piel como todas las veces en las que me enojo.

—Uy, Anne, que mal carácter tienes.-murmura sonriendo y desaparece.

Cuento hasta diez para poder calmarme, logrando que esas marcas negras desaparezcan.

Decido ir a mi último año para ver a Gilbert.

Oh mi Gilbert.

Me siento tan mal al ver sus gestos de tristeza.

Toco una esfera y al instante soy transportada a ese momento.

Gilbert está sonriendo, pero a la Anne de ese momento.

Yo solo lo veo como una testigo.

—¿Entonces? ¿Le dices tú o le digo yo? —pregunta.

La Anne está nerviosa. Juega con sus manos.

—¿Crees que es sencillo decirle algo a Marilla? ¡Se va escandalizar cuando se entere de que estamos juntos! —grita ella y empieza a moverse de un lado a otro.

Suelto una risita.

Que dramática soy.

Gilbert la toma de la cintura y deposita un tierno beso en sus labios.