Capítulo 12

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FORTALEZA.

Diana

Me levanto de la silla y estiro mi cuerpo. Dormí toda la noche ahí, esperando a que Anne despertara de su desmayo, pero parece que no tiene intención de despertar.

—¿Anne? —pregunto moviéndola un poco, pero no recibo respuesta.

Pongo mis manos en su cabeza, intentando calmar el desastre que tiene en su cabeza. Creo que se sumió en una especie de trance. Solo espero que despierte lo mas pronto posible.

Ayer vinieron de visita la directora de la central fuego con su hijo. ¿Cómo nos encontraron? Ese chico le puso un chip de rastreo a Anne para poder saber donde está.

Miro a Gilbert, quien se encuentra dormido en otra silla también.

—Hermano, despierta —digo dando unos golpecitos en su hombro.

Da un respingo.

—¿Anne? ¿Anne despertó? —dice apurado.

Su mirada se dirige a la pelirroja.

—¿Por qué demonios aún no despierta? —cuestiona acercándose a ella para tomar su mano.

—Creo que está en un trance. Su mente está hecha un desastre. No se cuando despertará —murmuro con tristeza.

Muchas veces las personas no despertaban de los trances.

—Anne. Se que me escuchas. Lo siento mucho, ¿Si? Perdón. No quería sobrecárgate con tantas cosas —susurra y lagrimas caen de sus ojos.

Mi corazón se aprieta y decido salir de la habitación para que pueda tener privacidad.

Afuera el frio del día me recibe e intento calentarme moviendo mis manos por encima de mis hombros.

Puedo ver a los demás jugando, riendo. Hay muchos niños que se divierten entrenando con sus poderes. Algunos adultos se pasean junto a sus bebes. Hay unas cuantas parejas que se dan amor, sentados en el pasto.

Todos se ven tan felices.

Suspiro y empiezo a caminar al comedor. Probablemente estén sirviendo el desayuno. Entro y mi grupo de amigos está sentado casi al final con una mueca triste.

Voy a donde Linda, que está sirviendo unos té con unas tostadas.

—Buenos días, Diana. Ten tu desayuno —dice con una gran sonrisa, entregándome una bandeja.

Lo recibo con la misma sonrisa y doy media vuelta para caminar hasta los chicos.

Cole está con su rostro serio, cosa que no es normal en él. Roy está muy callado, cosa que tampoco es común en él. Ruby y Jane están recostadas una encima de la otra, mirando a la nada. Josie toma su té con tan poca importancia que le caen algunas gotas en su blusa blanca, pero no se molesta en limpiarlas. Jerry está mirando el suelo como si ahí estuviera escondida la cura de un virus mortal que mata a las personas.

Al verme llegar, todos se acomodan de un salto y me preguntan por Anne.

—Aún no despierta —murmuro sentándome a un lado de Josie.

Jerry me mira, pero no le devuelvo la mirada.

—¿Gilbert? ¿Cómo está? —pregunta Ruby.

—Mal. Lo dejé solo con ella. Creo que necesitaba privacidad.

Ella suspiró.

—¿Qué dejó a Anne de esta forma? —habla Roy.

—La sobrecarga de emociones, los recuerdos que llegaron a su mente de forma tan rápida. Son muchas cosas las que afectan —responde Jerry.

ᴇʟᴇᴍᴇɴᴛᴀʟ [1] (ᴀɴɴᴇ x ɢɪʟʙᴇʀᴛ)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora