7 | GÉMINIS

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Después de haber logrado adormecer a Greco, se apresuraron por llevarlo de vuelta a la ciudad lo más rápido posible, para tratar de fingir que se había dormido de la misma borrachera que había pasado durante la noche; justificándose así mismo que no había logrado llegar a su coche y mucho menos al pueblo del Norte. Estaba segura que alguno de los oficiales que entrarían en servicio serían quienes lo recogerían y llevarían a Comisaría para mantenerlo segur hasta que despertara, sino es que él abría los ojos primero—lo cual ella dudaba—.

Se sentía totalmente fatal después de haber hecho aquello hacia Greco. Pero tampoco tenía otra opción, debió actuar debido al protocolo de Dépayser; el cual decía que, si alguien externo a la organización se veía accidentalmente involucrado en una misión o problema donde esté un Sibilino, se debe por norma, empestillar y dormirlo para que no lograra recordar nada de lo sucedido y que su vida tampoco esté en peligro. Y su problema era mayor debido que Sibilino no sabía sus subordinados acababan por hacer un pequeño operativo improvisado y rápido hacia Greco. Esto podía traerles demasiados problemas como sibilinos de Dépayser; al final habían hecho una misión sin notificar nada a su jefe mayor, pero tampoco podían perder demasiado tiempo en ello.

Reven no estaba muy segura por qué una persona vestida de negro estaba esperándoles en la puerta principal en la casa de Greco. Tampoco parecía que estuviese allí desde hace varias horas; también desconocía por completo las razones por las cuales los atacó a ambos. Si quería algo del Comisario estaba segura que, lo último que cruzaría por su cabeza, es lanzarle un cuchillo. Tenía bastantes dudas, cuestiones y preguntas demasiado confusas que no llegaban a una respuesta coherente ni tampoco con sentido o validez.

Sus cejas estaban fruncidas ante las miles de preguntas que su mente formulaba con detalle, mientras una parte de ella sentía miedo y angustia hacia la persona que tenía en el asiento trasero. Pues, al parecer había alguien que conocía su identidad o la historia de Greco, de lo contrario no había una razón lógica por lo sucedido hace unas varias horas. Su corazón estaba afligido, apretado en un puño con fuerza y su respiración—la cual era pausada—era sólo una fachada falsa, e realidad estaba tratando de no entrar en pánico, tomar a Greco y abandonar la ciudad. Por más que borrasen o provocaran una amnesia similar a la borrachera, el peligro por su vida persistía por parte de aquella persona que atentó contra él. Lo único que Dépayser podía hacer para mantenerlo más o menos seguro era borrarle lo sucedido anoche y vigilarlo desde muy lejos. Él no tendría consentimiento del extraño peligro que podía tener su vida desde este momento.

Francisco y Reven decidieron que la mejor zona donde dejar a Greco y similar que se había dormido allí era en alguna de las bancas cercanas a la Comisaría, donde varias cámaras de seguridad lograran enfocarle con precisión y evitar otro problema mayor.

(...)

El cuerpo de Reven caminó con prisa, trotando hasta finalmente salir de la Comisaría al mismo tiempo que acomodaba mejor la carabina de asalto que portaba entre sus manos. Se apresuró bajando los escalones de la misma de dos en dos para llegar mucho más rápido al patrulla de Serjay esperándole en el parking privado del lateral izquierdo, donde varios de sus compañeros estaban tomando las motocicletas—Mery—y más vehículos policiales ante la alerta del Banco Central de la ciudad.

𝑮𝑬𝑴𝑰𝑵𝑰𝑺 ( 𝘎𝘳𝘦𝘤𝘰 𝘙𝘰𝘥𝘳í𝘨𝘶𝘦𝘻 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora