Se levantó, de golpe. Como si su mente hubiese notado antes que ella donde se encontraba. No conocía en lo absoluto la habitación donde se encontraba. Sus ojos escanearon cada parte del cuarto tratando de buscar algo que le diese una pista de donde se encontraba pero todo estaba muy oscuro, no había una sola luz más que la claridad del exterior avisándole que era de día. Palpó su cuerpo, tratando de encontrar sus armas y cuchillos pero no estaban. Se lo habían quitado y entonces su mente hizo un recordatorio de lo que había pasado antes de estar en este sitio.
Habían asesinado a Francisco.
Un nudo se formó en medio de su pecho al recordar aquello. Cerró los ojos como si tratara de negarse a la realidad que ahora debía afrontar, ejerciendo presión con sus parpados y buscando que no se formaran lágrimas en sus ojos. No era momento para llorar, tampoco quería hacerlo sin embargo su corazón le decía que lo hiciese.
—Eres Géminis, no Eva. Espabila coño. —se dijo a sí misma. Tratando de mentalizarse para tratar evitar sus emociones y pensamientos sobre lo que había sucedido.
Golpeó su rostro con la palma de su mano unas cuantas veces, tratando de eliminar cualquier tipo de sensación que le hiciese sentir mal y no le permitiera concentrase en lo importante: el lugar donde estaba.
Volteó a su lado, viendo una mesa pequeña con una lámpara encima, la cual encendió e inmediatamente el cuarto se iluminó en un tono amarillo, casi naranjo. Se levantó con un dolor soportable en su cuerpo. Le dolía por completo todo pero podía soportarlo lo suficiente, así que se colocó sobre sus dos pies y observó la habitación donde estaba nuevamente. Mirando todo lo que había a su alrededor.
Avanzó hacia una cómoda que había contra una pared, viendo que encima de esta habían unos cuantos cuadros con fotos en su interior. Junto a unos floreros con flores descuidadas u secas dentro. Podía identificar por la tierra sobre el mueble que no suele cuidar ni limpiar su casa, o no suele estar en la misma por mucho tiempo.
Tomó uno de los cuadros sobre la cómoda entre sus manos, con cuidado viendo la imagen en su interior. Eran los padres de Greco y él cuando era un niño pequeño, alrededor de los nueve años. Una sensación de añoranza y miles de recuerdos invadieron su mente como un huracán de sensaciones. Estaba en la casa de Greco. Y aunque no sabía el por qué estaba allí algo le decía que estaba en el sitio correcto y en el lugar seguro, estando aquí no le sucedería anda.
La puerta a un lado suyo se abrió, y Géminis se exaltó. Era Greco. En sus manos tenía un vaso de cristal con agua en su interior. Eva le miró por unos cuantos y largos segundos estática, y luego dejó el cuadro con bordes de madera sobre su sitio nuevamente. Retomando su acción de observar las fotos que habían sobre la cómoda de la habitación. Se quitó el cubrebocas de la cara, dejándolo colgado de su cuello. Sentía que no podía respirar si lo mantenía en su lugar.
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𝑮𝑬𝑴𝑰𝑵𝑰𝑺 ( 𝘎𝘳𝘦𝘤𝘰 𝘙𝘰𝘥𝘳í𝘨𝘶𝘦𝘻 )
FanfictionEva y Greco eran libros distorsionados, alterados para jamás cruzarse entre ellos. Eva poseía una realidad y Greco otra, nadie sabía cuál era la historia verdadera, pues su autor se encargó de separarlas. Hojas en blanco y hojas borrosas como tambié...