Dulcinea [Catradora]

Capítulo XXIII

—Adora-

—No me toques —Pidió Adora limpiando sus lágrimas, estaba rodeada de sus amigos—, tengo que encontrarla, si no lo hago ahora probablemente no pueda hacerlo después.

—Yo y Sea Hawk la buscaremos en auto, aunque no creo que podamos hacerlo en la noche, no tiene dinero así que no podrá usar transporte, estará cerca.

—Nosotros tres estaremos en la tierra —Dijo Bow mirando a Adora preocupada.

—¿Por qué se iría?

—Tiene actitudes que le hacen daño —Dijo Glimmer—, lo hizo por eso.

—Justo después de decirle que la amaba —Dijo escondiendo su cara en sus manos.

—Así que finalmente lo dijiste —Dijo Mermista revolviendo su cabello.

—Solo pude decirlo cuando ella me lo dijo, soy una idiota.

—Lo eres pero así te queremos.

Adora ni nadie pudo dormir, Perfuma le preguntaba a Scorpia quién al saber toda la situación negó dar la respuesta de dónde podría ir a refugiarse.

Mermista y Sea Hawk si durmieron, al despertarlo lavaron su cara tomando café, al despertar por completo salieron a la búsqueda todos, incluso la niña pero esta fue con la de tez oscura en auto.

Adora fue la primera en salir, su respiración causaba un choque entre el aire frío de la madrugada, sus mejillas y nariz quemaban al exponerse a esa temperatura, atrás se sentían jadeos y pasos torpes.

—Adora, más lento —Pidió Glimmer sin aliento.

—Catra no se fue lento, chicos —Dijo apenada.

—La encontraremos pero si no la buscamos correctamente y solo corremos en las calles no lo haremos —Adora se detuvo dándole la razón.

Buscaron todo el día, Glimmer casi desfalleció al tener el sol golpeando su cara todo el tiempo, ellos tomaban descanso sin embargo Adora no hasta recibir una llamada.

—Adora, supe lo que pasó —Dijo la psiquiatra—, las personas que suelen sufrir este tipo de trauma tienden a volver al lugar donde pasó el incidente, o se alejan de este escondiéndose en un lugar considerado hogar, espero que esto te ayude en la búsqueda.

—Gracias doctora —Susurró cortando—, chicos, ¿Descansaron? Tenemos que ir a un lugar.

Adora al ver ese edificio tembló, con cuidado entró junto con los dos temerosos chicos que caminaban abrazados.

Al entrar al lugar vio como habían manchas de sangre en el piso, una era más grande que la otra, la pequeña dejó un rastro de sangre hacia la salida mientras la otra más grande mostraba un arrastre hacia esta, supo de quien era cada una, buscaron en cada rincón, ella no estaba allí.

—Adora, tengo sueño —Dijo Glimmer pasando su mano por el ojo, Adora le miró preocupada.

—... Es hora de volver a casa —Susurró.

—¿Estás segura? Yo puedo seguir aquí si lo prefieres —Se ofrecía Bow, ambos estaban con mucho sueño.

—No, está bien —Adora los envolvió en sus brazos con cariño— gracias por estar aquí conmigo.

—Siempre —Dijeron ambos.

Los tres se fueron a casa, Adora quedó sola tirada en el sofá mirando el techo, miraba la puerta de vez en cuanto esperando que está volviera, nunca llegó.

Al día siguiente tuvo que ir a la universidad y al trabajo, en este vio a tres chicos paseando mientras hablaban relajados, Adora se acercó a ellos mirándolos.