Dulcinea [Catradora]

Capítulo VII

—Ella estará bien —Susurraba Glimmer acariciando el hombro de Adora quien no paraba de llorar.

—Les pedí que me dijeran todo lo que le habían hecho —Tenía su mirada fija en Catra—, no puedo con esto.

—Adora... Sé que no es el momento pero —Titubeaba Glimmer— ¿Entiendes lo que significa quedarte?

Adora la miró con sorpresa, no lo había pensado ¿Qué haría al despertar?

—Adora, Catra va a necesitar a alguien a su lado todo el tiempo, si decides ser tú esto te va a tomar la vida completa porque te conozco y sé que si la acompañas una vez lo harás hasta que ella no te necesite —Susurró Glimmer preocupada.

—¿Qué es lo que tratas de decir? No estoy para tantos rodeos.

—Estoy tratando de decir que este es tu momento para irte si no puedes con esa responsabilidad, sea la decisión que sea nosotros te acompañaremos y apoyaremos.

Adora miró a Glimmer luego a Catra sin saber que hacer pero al tomar un suspiro cerró sus ojos y los llenó de decisión.

—Me quedaré con ella —Glimmer besó la mejilla de Adora con una sonrisa.

—Esa es mi chica y... ¿Qué pasará con la amiga de Catra?

—Perfuma dice que se encargará de ella, el derrame la dejó sin poder hablar ni tragar su saliva así que...

Adora se puso de pie con rapidez al ver movimiento en la cama de Catra, rápidamente entró junto con Glimmer.

Ambas se quedaron mirando, mientras despertaba ella comenzó a temblar y sus ojos fueron cerrados con fuerza.

—Scorpia- —Dijo entre quejidos mientras salían sus lágrimas.

—Scorpia está bien —Susurró Adora con tranquilidad.

Catra abrió sus ojos sorprendida y la miró con una expresión de dolor, la mano aferrada a la sábana buscó la suya, Adora con cuidado acercó su mano y la morena la tomó con fuerza.

—Estoy viva —Susurró Catra llorando mientras se retorcía de dolor— ¿Dónde está Scorpia? Quiero verla —Al tratar de sentarse acelerada soltó un grito mientras abría sus ojos con dolor.

—Necesitas calmarte —Dijo Adora sin saber qué hacer.

—Adora sólo recuestala —Susurró Glimmer preocupada, Adora negó con seriedad.

—Catra, escúchame —Pidió Adora, Catra la miró mientras mordía su labio con fuerza tratando de levantarse—, Scorpia está bien, está en la otra habitación pero no puede venir a verte porque está durmiendo, ella está bien pero necesito que te acuestes porque si te mueves se te abrirán los puntos.

Catra entre quejidos lo hizo al entender lo que pasaba, aún se quejaba con dolor mientras la mano de Adora estaba roja ante el fuerte e incesante agarre de la morena.

—Todo va a estar bien —Susurró Adora con una voz temblorosa, Catra la miró temblorosa y asintió.

—¿Qué le pasó a Scorpia? —Insistía en saber.

—A ella no la violaron, pudo huir —Susurraba Adora más calmada.

—No estaría aquí si hubiera huido, ¿Qué le pasó? —Preguntó con su garganta seca y rasposa.

—La paciente Catra ha despertado, que maravilla —Dijo la enfermera que Adora había empujado antes con una real sonrisa—, necesito hacer un chequeo médico general, tienen que salir.

—No, no dejes que me toque —Rogaba Catra aterrada.

—Por favor retroceda —Dijo Glimmer llevándose a la enfermera.

—Catra, necesitan revisarte para ver si todo está bien —Susurraba Adora dejando caer su cabello suelto.

—No quiero, estoy bien quiero irme a casa —Decía rápidamente.

—Te encontraron en un depósito con cuatro mil dólares en tu útero —Recordaba Adora con lágrimas—, no estás bien.

Catra miró a Adora con dolor bajando su mirada a la mano que tomaba, tragó saliva e hizo un gesto de dolor mientras salía una queja de ella.

—Bien... Pero hazlo tú —Susurró.

Adora notó algo extraño en Catra, no había tristeza en ella, no había autocompasión, sólo estaba enojada.

—Catra... ¿Podemos hablar antes de que te seden? —Preguntó Adora.

—Hordak me matará por llegar tarde cada que hay un cliente así se hace una reunión- —Adora comenzó a llorar a llanto puro.

—¡¿Qué es lo que está mal contigo, Catra?! —Exclamó.

—¿Conmigo? —Preguntó sin entender.

—¡Pudiste haber muerto allí afuera! —Lloraba Adora aferrándose al agarre que se soltaba de Catra— ¡¿Por qué parece que no te importa?!

—¡Porque así es mi trabajo Adora! —Gritó para luego comenzar a toser con dolor— No tengo tiempo para andar lamentandome por cada cosa mala que me pasa.

—Que sea tu trabajo no significa que no puedes sufrir con lo que te pasa —Susurró Adora besando la mano de Catra quién tembló— tu cuerpo y tu mente están conscientes de lo que te pasó ¿Por qué decides ignorarlo?

Catra la miró para luego correr su cara soltando un horrible llanto, Adora relajada comenzó a dejar caer lágrimas silenciosas mientras se aferraba a la mano fría de la chica.

—Tengo mucho miedo —Susurraba entre llantos.

—Voy a estar aquí para ti todo el tiempo que me necesites —Susurró Adora con una tranquilizadora sonrisa.

—... Trae a la doctora —Adora sonrió alegre y le dio la señal para que entrara.

—Bien señorita Catra —Dijo la enfermera poniéndose los guantes.

—No se me acerque, Adora lo hará —Susurró Catra soltando la mano de la rubia quien rió nerviosa pidiéndole los guantes.

La enfermera suspiró llevándose a Adora, le pidió que se tomara el cabello, que lavara su cara y manos de forma correcta y luego le puso los guantes.

Al llegar Catra le sonrió con dolor, se retorció aferrándose a la sábana.

—Más les vale que me droguen bien luego de esto o los demandaré por torturar a una paciente —Dijo entre dientes quejándose con dolor.

Adora sabía lo que estaba pasando, tanto comentario le hacía olvidar, distraerse del recuerdo, Catra estaba evitandolo por completo, se acercó a ella y la miró seria.

—Cada cosa que haré te avisaré —Catra soltó una risita débil.

—Eso sonaría muy erotico si no fuera por la situación en la que estamos —Adora le sonrió—, entiendo.

Mientras la doctora le guiaba con sumo cuidado Adora tragó saliva lista para tocar a Catra.

—Voy a tocar costado derecho, dos espacio debajo de la costilla.

—Entiendo —Susurró Catra.

Con lentitud y cuidado puso un dedo sobre ella y Catra la alejó aterrada, gritó de dolor al moverse mientras el medidor de sus latidos se mostraba en rojo al presentar una taquicardia.

—¡No me vuelvas a tocar! —Gritaba Catra entre lágrimas para luego de ella salir un profundo llanto.

Adora se alejó alzando sus manos temblorosas, la enfermera empujó a Adora y subió la cantidad de morfina, poco a poco Catra cayó sedada.