Imaginas de NCT. Los primeros 22 imaginas que haré serán en orden de nacimiento y ya después dejaré que hagan sus pedidos.
❗RECALCO❗
●Esta historia fue creada en 2020 cuando aún varios miembros estaban activos en NCT, igualmente los dejaré porque a...
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Estaba sentada en la cama, esperando a que se hicieran las 4 para que Yuta viniera a buscarme. Hoy era nuestro aniversario número dos y estaba algo nerviosa, no sabía que íbamos a hacer y Yuta no me quiso decir nada.
Mientras revisaba mi teléfono tratando de disipar los nervios recibí una llamada de Yuta.
-¿Sí?
-____, ¿Sí te digo algo no me matas?-Dios, ¿Ahora qué hizo?
-¿Qué hiciste ahora, Nakamoto Yuta?
-Pues verás, debo cuidar de mi sobrina.
-¿Justamente hoy?-Dije algo decepcionada.
-Justamente hoy.-Rectificó.-De verdad discúlpame, _____. No sabía que a mis padres le pegaría por irse de fiesta con mis tíos y dejarme a mi sobrina hoy.-Estoy 100% segura de que en este momento está haciendo un puchero.
-Tranquilo, ya no importa. Podemos salir otro día y ya.-Traté de que mi voz no sonara desganada.
-En serio di--.-Escuché unas risas y como algo se cayó.-¡Emiko, suelta eso!-Me reí fuertemente. Casi se me olvidaba que Yuta no es muy bueno con los niños.-Perdón, _____. Es que Emiko se cree un gorila, no sé, y empezó a saltar.
-En todo caso sería un Canguro, Yuta.
-Eso mismo.-Reí mientras negaba.-¡Emiko, No, el jarrón de mamá!
-¿Necesitas ayuda?
-Y mucha.
-Ya estoy de camino para allá.-Puse el teléfono en altavoz y me cambié la ropa.
-Gracias, hermosa. Te esper-- esperamos.
-¡Apulate tía ninda!-Esa niña me causaba mucha ternura. Apenas iba a cumplir 4 años pero no hablaba bien todavía, y cuando habla es tan tierna.
-¡Voy corriendo, no hagas desesperar al tío Yuta! ¿Qué no ves que le está pegando la vejez?-Bajé agarré mi abrigo y cerré la puerta con seguro.
-¡Hey, no estoy viejo!
-Cao' que shi tío Uta.-Escuché la linda risa de Emiko.
-Es Yuta, ¡Yutaaaa!
-Sé paciente con la niña, Yuta. Tiene que hablar dos idiomas a la vez.-Empecé a caminar a su casa, por suerte, estaba a dos cuadras.
-Eso quiero, pero aveces me desespera demasiado.-En un santiamén llegué y toqué la puerta tres veces. Tranqué la llamada.
-¡Llegó 'a tía dindaaaaaa!-Apenas abrieron la puerta Emiko se me guindó como un monito. Sonreí feliz de verla, al menos después de todo no es tan malo cuidarla.