Dazai es hijo adoptivo de un reconocido doctor a quien no le hace falta el dinero.
Cualquiera pensaría que lo tiene todo, pero eso está muy lejos de su realidad.
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Es realmente importante que vayan a ver la traducción de está canción. No importa si es durante o después de haber leído el capítulo, pero deben hacerlo.
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Dazai últimamente había estado decaído, con notorias ojeras en sus ojos que delataban la falta de sueño, parecía hacer todo de forma automática, y se hallaba más callado de lo normal, aún cuando desde antes sólo hablaba lo justo y necesario con sus compañeros, o simplemente sólo conversaba con Ranpo de temas que una persona normal no entendería.
Aunque, no hacia falta ser un prodigo como uno de ellos para notar el pésimo estado en el que se encontraba el castaño.
Chuuya pensaba que su amigo se habría librado por completo de esa terrorífica aura que tenía en aquella tarde en donde lo había conocido, esa aura fría y peligrosa que te advertía que debías alejarte.
Pudo notar como los estudiantes habían movido ligeramente sus habían bancos para alejarse de el castaño, aislando en la esquina derecha del salón.
Se sintió culpable, había estado tan ocupado de sus propios problemas que no notó lo decaído que estaba Dazai, por lo que decidió que apenas tuviera un momento libre, hablaría con él.
Sin embargo, una vez puedo desocuparse de sus deberes y librarse de sus amigos. Cuando llegó al salón notó inmediatamente la ausencia del castaño, por lo que se dirigió hasta Ranpo que parecía hablar consigo mismo mientras leía una novela de misterio. El pelirrojo ni se molestó en leer el titulo del libro, después de todo, lo poco que conocía al ojiverde, este probablemente lo estuviera leyendo en cualquier otro idioma.
— Ranpo.— Lo llamó, haciendo que este lo mirara molesto al haber sido interrumpido en medio de su lectura.
— ¿Que quieres, pelirrojo?
Chuuya se hubiera molestado si otra fuera la circunstancia y reclamado diciéndole que por lo menos tuviera la decencia de aprenderse su nombre después de estos años. Pero, como no era el lugar ni el momento, por esta vez lo dejó pasar.
— ¿Has hablado con Dazai últimamente?
— ¿Eh?, ¿con Dazai?, no, las últimas semanas ha estado evitando a todo el mundo, incluso a mi.— Dijo indignado.— ¿Acaso no sabe lo difícil que es encontrar a alguien para hablar con mi mismo nivel?
El pelirrojo tuvo que darle la razón en silencio, hubo veces en que tuvo la oportunidad (o desgracia) de presenciar sus conversaciones. No hacia falta recalcar que no tenía ni la más mínima idea de lo que hablaban, y las pocas veces en la que lograba captar algo de lo que decían, ellos la llevaban a otro idioma. Ese par definitivamente estaba a otro nivel.
