XIII. Vuelve

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Dazai sentía asco de si mismo.

Por este motivo es que siempre evitaba lo más que podía el estar desnudo.

Se daba duchas cortas y siempre dirigía su mirada hacía cualquier otra parte mientras se vestía. En un principio le había resultado difícil, y inevitablemente debía mirar hacía si mismo de vez en cuando para ponerse ropa, pero con el tiempo aprendió hacerlo sin la necesidad de mirarse.

Era uno de las razones por las que había comenzado a usar vendas, era estúpido, pero le daba le sensación de que estaba guardando y ocultando su cuerpo para si mismo, haciéndolo sentir un poco más seguro.

Irónicamente las mismas vendas que odiaba usar en su infancia, en la actualidad se habían convertido en útiles y amigables aliadas que le servían para esconder las múltiples cicatrices que se hallaban por todo su cuerpo.

Heridas hechas por su padre adoptivo y por si mismo en un intento de obligarse a sentir algo que no fuera el vacío que día y noche lo acompañaba.

Por esta razón anteriormente mencionada fue que se sumergió en la bañera con ropa. Sin poder evitarlo hizo una mueca de incomodad al sentir inmediatamente como sus ropas se humedecían por culpa del agua.

Suspiró molesto cuando vio sus brazos desnudos, sin sus preciadas vendas, pero era consciente que con ellas no podría lograr su objetivo.

Inhaló y exhaló varias veces hasta armarse del suficiente valor para pasar una navaja desde su muñeca hasta el antebrazo, reprimió lo mejor que pudo el grito de dolor que quiso soltar provocando que su labio inferior sangrara. 

Inmediatamente comenzó a salir sangre de la herida, la cual comenzaba a mezclarse con el agua de la bañera, tiñiendose poco a poco de un color rojizo.
Cerró sus ojos y apoyo su cabeza hacía atrás, dándose tiempo antes de hacer el mismo proceso, (con un poco de dificultad), en el brazo contrario.

Sonrió complacido con tan solo imaginarse la cara que pondría Mori al enterarse que su heredero se había suicidado. Seguro saldría en las noticias y mentiría descaradamente diciendo que todo este tiempo no tuvo ningún motivo para sospechar que cosa lo había orillado hasta su muerte, alegando que su brillante hijo llevaba una buena vida llena de amor y preocupación.

Sin embargo, su sonrisa se borró inmediatamente de su cara al recordar a Chuuya. Por una parte estaba satisfecho porque hace una semana había tenido el suficiente valor para haberse confesado.

Por otra, lamentaba el no haber podido ser el que contara cada una de sus pecas mientras dormía en la mañana, el no poder haber saboreado sus labios aunque fuera alguna vez, el no haber podido sostener su mano durante toda su vida. Porque, si hubiera sido por Chuuya, si él hubiera sido tan afortunado como para merecer el amor de Chuuya, él, a pesar de el infierno en el que vivía, lo hubiera soportado sólo por Chuuya.

También recordó a Kouyou, quien era casi como una madre para él. Seguro se encargaría de mantener su tumba limpia y llena de flores.

Por último, sonrió contento por Oda quien tendría la oportunidad de escapar de las garras de Mori y largarse de ahí para siempre con sus hermanos.

Tenía razón, su muerte solo traería cosas buenas, y en parte, se sentía feliz, porque, por una vez en su vida haría una buena acción aún con una cosa tan egoísta de su parte.

El estar muriendo no estaba tan mal, al menos le estaba dando la oportunidad de ser feliz por una última vez.

Esperaba que las personas que le importaban supieran que se había ido en paz.

(oOo)

Un grito se escuchó por toda la mansión.

La pobre y simple mucama fue quien desafortunadamente había encontrado a Dazai inconsciente dentro de la bañera.

Era tan grotesco que parecía una escena del crimen. Sus brazos estaban visiblemente abiertos, los cuales seguían sangrando sin parar, la sangre no solo había permanecido dentro de la bañera, si no que había rebalsado manchando el suelo y parte de las paredes en el acto.

Fue llevado con rapidez hasta el hospital más cercano. 

Doctores y enfermeros rodeaba el cuerpo de Dazai, desesperados yendo de un lado a otro para traer transfusiones de sangre, limpiar y cerrar los brazos de el castaño.

Oda fue llamado por una de las mucamas que lo conocían, diciéndole entre llantos, que el señorito estaba grave en el hospital por un intento de suicido.

El pelirrojo tuvo que darse un momento al sentir como sus piernas comenzaban a fallarle. 

"El señorito había intentado suicidarse", era lo que se repetía incesantemente dentro de su cabeza, provocandole que le faltara el aire por la terrible noticia.

Llevó sus cabeza hasta sus piernas en un intento de serenarse.

Quería llorar, no se imaginaba su vida sin el pequeño que había tenido el placer de haber visto crecer al ser asignado por Mori como su guardia personal.
Soltó una risa irónica, se suponía que su trabajo era protegerlo, pero había fallado rotundamente.

(oOo)

El mayor se caracterizaba por siempre poseer un serio e impasible semblante que el castaño siempre intentaba cambiar solo porque se encontraba aburrido, y en parte para molestarlo.

Dazai sonreiría victorioso alegando que había ganado al verlo perder toda la calma cuando se dirigió desesperado hasta el centro de atención preguntando con palabras que ni el había logrado entender a la secretaría que atendía en ese momento.

Oda se permitió llorar en silencio mientras veía impotente el cuerpo de Dazai rodeado de especialistas en medicina a través de una ventana que le permitía mirarlo.

Mori, por supuesto no estaba ahí, por lo que se había permitido llorar todo lo que quiso.

No sabía si el hombre que lo contrató para proteger al castaño ya se había enterado de la situación, y si fuera así, de todas formas no le sorprendería si aún sabiendo el estado de su hijo adoptivo el no aparecería por ahí.

— Seguro te burlarías de mi al ver que ahora mismo soy un desastre por tu culpa.— Susurró.— Así que recuperate, vuelve y búrlate de mi todo lo que quieras, no me importa, pero, Dazai, no me dejes tu también.

— Incluso hallaremos una forma de escapar de Mori si es lo que deseas, pero vuelve, Dazai.— Suplicó entre lagrimas.

Tbh la parte de Oda me hizo llorar porque de sólo imaginarlo me desgarró el corazón ES QUE LA SITUACIÓN ES AL REVÉS AHORA XQ ODA PUEDE LLEGAR A PERDER A SU AMIGO DIOS SOY LLANTO

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Tbh la parte de Oda me hizo llorar porque de sólo imaginarlo me desgarró el corazón ES QUE LA SITUACIÓN ES AL REVÉS AHORA XQ ODA PUEDE LLEGAR A PERDER A SU AMIGO DIOS SOY LLANTO

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