𝐸𝑚𝑝𝑡𝑦

Epílogo

Dazai reflexionó con una sonrisa en sus labios al darse cuenta que por suerte todo había salido bien para aquellos a quien quería tanto.

Odasaku se había convertido en maestro de kinder y por fin puedo mudarse con sus hermanos pequeños a una casa lo suficientemente grande para todos ellos. El castaño estaba feliz por todo ellos, sobretodo por su amigo que sabía lo mucho que se había esforzado para llegar hasta ahí.

Él mayor estuvo trabajando en diferentes lugares mientras terminaba sus estudios secundarios para por fin estudiar en la universidad y recibirse de maestro.

Kouyou había progresado enormemente al haber sido reconocida como una de las mejores diseñadora de interiores por diversas personas famosas que apreciaban su trabajo. 

Ranpo se había ido de intercambio a Harvard para que tiempo después, más específicamente dos años se devolviera a Japón alegando que ni una sola persona había podido superarlo en Estados Unidos y proclamando que iniciaría una agencia de detectives que en menos de un año sería conocida mundialmente por el éxito que tendría.

A Dazai nunca dejaría de sorprenderle con las cosas que se le ocurrían a su amigo.

— ¿Para que y por qué me citaste tan tarde a esta hora?— Preguntó Chuuya en un ruidoso bostezo que hizo reír a Dazai.

— Solo son doce de la noche, enano, no es mi culpa que te duermas tan temprano, además ya no vale la pena hacerlo porque sabes que no seguirás creciendo.— Se burló.

El castaño detuvo en el aire el puño que iba seguramente iba directo a su rostro, para después tomar la mano del contrario y ponerla sobre su pecho para que el pelirrojo sintiera los latidos de su corazón.

Chuuya no pudo evitar mostrar su sorpresa y el ligero sonrojo que se alojo en sus mejillas. Él más alto pudo verlo gracias a brillante luna llena que se encontraba sobre ellos.

— ¿Sientes eso, Chuuya?

El otro asintió con la cabeza sin saber que decir al que darse sin palabras.

— No sabía como expresarte todo el amor que siento por ti, así que no se me ocurrió otra idea que demostratelo de esta manera.— Él le regaló una sonrisa que provocó que el corazón de el pelirrojo latiera acelerado.

— ¿Reconoces este lugar, Chuuya?

Chuuya dirigió su mirada por todo el lugar hasta reconocer el lugar gracias a la luz que emitía la luna.

— Si, es el parque en el que nos conocimos, ¿no?

Está vez fue el turno de Dazai para que asintiera con la cabeza.

— Quería que fuera un lugar especial para esto, y no se me ocurrió otro que fuera el parque en el que mi vida fue iluminada gracias a ti.

Chuuya no entendió a lo que se refería su novio, no hasta que pudo ver como este sacaba una cajita de su bolsillo derecho. 

Sus ojos se llenaron de lagrimas cuando se dio cuenta que era un anillo de compromiso.

—  Chuuya, has sido mi mejor amigo, mi compañero, mi amante, la luz que iluminaba mi oscuridad, fuiste el que me dio la fuerza para seguir cuando no podía más, mi salvavidas cuando me estaba ahogando, él responsable que me hizo querer ser una mejor persona, mi otra mitad dispareja y estoy seguro que eres el amor de mi vida. Así que, Chuuya. ¿Me darías el honor de ser mi esposo hasta más allá de la muerte?, ¿Más allá de esta vida terrenal?