Día 28: me divierto mucho contigo

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Estaban de excursión en un parque de atracciones. De los grandes. Para él, era la primera vez que realizaba un viaje de esa índole en sus diecisiete años de vida. Nunca había tenido la oportunidad hasta ahora.

Y, lo mejor de todo, era que había ido con todos sus amigos, entre ellos las dos personas más importantes para él: Sasuke, que más que su mejor amigo era como su hermano, y Sakura Haruno, la chica más guapa y divertida del mundo. Y por la que llevaba bebiendo los vientos desde la guardería.

Sonrió con felicidad mientras se colaba entre el grupo de su clase, donde todos esperaban entre charlas y con sus bolsas y mochilas a la espalda a que los profesores volvieran con las entradas y les dieran las instrucciones correspondientes.

―¡Estoy deseando subirme en la montaña rusa'ttebayo! ¿Qué dices, Sakura-chan? ¿Montas conmigo?―La aludida alzó una ceja.

―¿Y dejar que el viento estropee mi nuevo peinado? Ni loca. ¡Sasuke-kun! ¿Vas a subir a la noria conmigo?

―¡De eso nada, frentona! ¡Sasuke-kun irá conmigo!―chilló Ino, una rubia espectacular que tenía una especie de relación de amor-odio con Sakura.

A ambas les gustaba Sasuke. Mientras que a él, al parecer, no lo quería nadie...

―¿Naruto-kun?―Una suave voz femenina lo hizo volverse.

―Oh, Hinata, hola. ―La aludida se sonrojó y empezó a jugar nerviosa con sus dedos.

―S-si quieres... pu-puedes venir co-con Kiba-kun, Shino-kun y c-conmigo a la montaña rusa...

―¡A ver, chicos!―Todos los jóvenes se volvieron hacia el profesor que había hablado―. Aquí están las entradas. Formad una fila y os las iremos dando mientras os decimos cómo va a ir la cosa. ―Los excitados adolescentes obedecieron, queriendo entrar cuánto antes en aquel parque de atracciones para disfrutar el mayor tiempo posible de todos los juegos―. Iréis de tres en tres, así hay menos riesgo de que alguien se pierda. No quiero recibir ninguna queja sobre peleas o mobiliario destrozado: Sasuke, Naruto, Kiba, Sakura, Ino, ¿me habéis oído?―Los cinco pusieron muecas de fastidio y asintieron―. Así me gusta. Nada de salir sin permiso, todos tenéis móviles y mi número o el de los demás maestros, por si os hacemos falta para algo. A las ocho tenéis que estar todos en el punto de encuentro acordado, la fuente que está aquí a la entrada. ¿Todo claro?―Los alumnos asintieron casi al unísono.

Finalmente, los dejaron entrar en el parque de atracciones. Como es lógico, Naruto, Sakura y Sasuke se juntaron para explorar juntos el lugar. A la distancia, Hinata vio cómo el rubio―el chico que le gustaba desde que tenía uso de razón―se unía a su mejor amigo y a la chica que a él le gustaba y se internaban juntos entre las atracciones.

―¡Eh, Hinata! ¿Qué pasa? ¡Vamos! ¡Tengo ganas de ir a la casa del terror!

―Pero si no soportas el miedo.

―¡Claro que sí! ¡Ya verás cómo logro impresionar a las chicas con mi valentía!―Suspiró y se aproximó hacia dónde Kiba y Shino, sus dos mejores amigos, entablaban una de sus extrañas discusiones.

―Po-podemos ir primero a la casa del terror. Luego a alguna atracción acuática...

―¡Y a la montaña rusa!

―¿Tú no querías ir a la noria, Hinata?―preguntó Shino. La joven bajó la cabeza y negó con la cabeza.

―N-no. Ya... ya no me apetece. ―Kiba y Shino se miraron y suspiraron, sabiendo perfectamente qué mosca le había picado a su amiga.

―¡Venga, no pienses en el idiota!

―¡Ki-Kiba-kun! ¡Naruto-kun no es...

―Ya, ya. Lo que tú digas... ¡Nada de cosas tristes hoy! ¡Nos queda solo este día para disfrutar del viaje, después volveremos a casa y todo será nuevamente aburrido y rutinario! ¡Ánimo, Hina!―La chica se dejó abrazar por Kiba y sonrió.

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