Luego del intento fallido del psicópata enmascarado conocido como Michael Myers por librarse de la maldición que lo ha convertido en un monstruo, emprende su búsqueda nuevamente por su pequeña sobrina y obtener lo que necesitaba de ella y tal vez se...
Loomis caía al suelo cubriendo su brazo debido al dolor, el pobre policía un poco asustado dudaba en disparar así que Michael aprovecho su inseguridad para apuñalarlo en repetidas ocasiones en el pecho, dejandolo ahí desangrarse hasta morir. Estaba molesto, estaba perdiendo su tiempo, tenía hambre y eso lo hacía enfadar más, tenía que averiguar dónde podría estar Jamie ahora. Pequeña sabandija escurridiza como su madre pero no escaparía de el, ella era su única salvación.
Los doctores que adentro del pequeño hospital se dieron cuenta de lo que sucedia deciden tomar a los niños y llevarlos a un lugar seguro, pero el hombre del saco que estaba como perro rabioso entro al hospital rompiendo la puerta, buscando por todos lados pero fue en vano, no se daría por vencido jamás así le tomara años. Viendo todo el caos ocasionado decidió abrir las llaves del gas y salir de la casa no sin antes tomar una vela decorativa y arrojarla dentro. El hospital empezó a arder en llamas con algunas personas dentro.
Subió a su auto para volver a casa antes que los tontos policías llegasen al lugar. Estando ahí bajo hasta el sótano donde estaba su cama, frustrado por no haber encontrado a Jamie, estaba hambriento pero está vez no había nada por ahí que comer y además estaba cansado para ir a cazar algo. Esta noche no habría cena, otra vez.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A punto de acostarse recordó algo, Tina seguía en su cajuela. Que molesto! Se levantó y fue por ella, tomándola para llevarla a su cama, la dejo tendida ahí mientras el estaba sentado al lado. ¿Por qué estaba sentado a su lado?
T- ¿Dónde estoy? ¿Qué.. Que sucedió? -frotaba sus ojos mientras trataba de acordarse, sintiéndose en un lugar extraño abrió los ojos, Michael la miraba o parecía mirarla, estaba a su lado en ¿Una cama?- Tu.. Tu eres!
Tapo su boca para evitar gritar, llorar, especialmente para evitar morir, si ella se ponía hostil tal vez el la mataría más rápido así que solo se quedó quieta, mirándolo también. Pero era imposible, imposible olvidar lo que acababa de pasar y lo que él le había hecho a sus amigos, las lágrimas empezaron a salir de sus ojos y temblaba. Michael miró la expresión de Tina, ella lloraba. ¿Por qué lloraba? No lo entendía, tampoco entendía porque no quería verla llorar.
Sin más, saco la máscara que traía cuando estuvieron juntos, que era para su novio Mike, dándose la vuelta se quitó su máscara, Tina solo pudo ver su ondulado cabello claro y rápidamente este se colocó la máscara de su difunto novio y volvió a mirarla.
T- ¿Qué? Esa- Esa máscara era de Mike -Susurro la asustada jóven- Que hace el con eso?
Michael seguía mirándola esperando que ella reaccionase.
T- Tu... -con miedo empezó a hablarle- Tú robaste la máscara de Mike? Dónde está el? -Hablaba temerosa con el desagradable hombre- Él está bien?
Michael después de unos momentos se limitó a dar un fuerte suspiro y mover sus hombros como dando a entender un "no se".
T- Quiero saber dónde está Mike -Su voz sonaba como que estaba a punto de llorar- Dónde está Sam y Dani?- Esperaba una respuesta de el y le habló más fuerte- Dime dónde están mis amigos! Que les hiciste monstruo! ¿Dónde está Jamie?
Cuando Tina pregunto por Jamie este se enfadó, estaba muy alterado pero porque tenía hambre. Se levantó tratando de tomar a Tina del cuello pero está corrió hasta un rincón pues la poca luz del lugar no daba señales de puerta alguna, cubrió su rostro mientras lloraba y esperaba su segura dolorosa muerte. Pero no fue así, Michael retrocedió justo cuando estaba a punto de tomar su cuello, simplemente se sentó en la cama, cabizbajo.
Tina seguía con los ojos cerrados y llorando, esperaba una puñalada, un golpe o simplemente la asfixiara pero pasado casi un minuto abrió los ojos sorprendida, lo miro con discreción pero el hombre no se movía, parecía una estatua que respiraba nada más. Quizá estaba muy cansado para matarla ahora pero eso no significaba que no lo haría despues, se quedó en el rincón inmóvil también y trato de no llorar tanto hasta que se quedó dormida.
//Tina// (A partir de aquí es Tina quien narrará la historia pues porque es la protagonista, y en ocasiones yo mera)
Un pequeño rayo de luz golpeaba directamente mi ojo derecho, me sentía dolorida por la posición en que dormí, de hecho mi corazón dolía más. Me seguía perturbando la idea de seguir viva y mis amigos no, no era justo, sentía que iba a llorar de nuevo así que limpie mis ojos y pude ver aquella forma durmiendo desordenadamente, con un brazo y una pierna fuera de la cama. Tenía un curioso muñeco a su lado, parecía una muñeca hecha a mano. Mire al rededor del lugar, lleno de fotos y notas del periódico, notas sobre Laurie, Jamie y demás personas interesantes para él, todas estaban manchadas con plumones rojos con palabras como "Samhain" o "muerte" no sabía que ese hombre podía leer y escribir. Había una clase de "cocina" eléctrica con unos platos encima, habían dos platos cerca de su cama, su contenido era huesos o restos de ratas quemadas y quién sabe que más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quise vomitar pero no podía hacer el menor ruido, debía escapara de ahí! Así que me levanté y caminé con mucho cuidado, era perturbador haber compartido la misma habitación con ese loco pero está era mi oportunidad. Me asegure de que estuviese dormido, pasando por su lado podía escuchar sus ronquidos, verlo tan de cerca me aterraba así que caminé con mucho más cuidado y subí las escaleras para llegar hasta la sala, mis manos temblaban y sudaban al igual que mis piernas. Cuando por fin llegué a la salida me apresuré a forzar la puerta hasta abrirla pero cuando la abrí lo escuché tras de mi, ví que estaba parado a unos solos pasos de mí, me asuste tanto que sentí que iba a desmayarme ahí mismo, mi corazón latía tan rápido que parecía explotar, mis piernas temblaban ¡Quería gritar! Pero solo podía mirarlo. El también me miraba, no parecía querer lastimarme. Decidí salir lentamente de la casa pero el no hizo ningún esfuerzo por detenerme, parecía como si no quería que me fuese. cuando salí de ahí camine tan rápido como pude, por la ventana pude verlo observandome nuevamente, era un hombre extraño. Comencé a correr cuando mis piernas pudieron reaccionar, corrí tan fuerte hasta llegar a mi casa y para mí sorpresa unos policías estaban hablando con mi madre.