Capítulo 28

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En la escuela todo iba muy bien y volvía a tomarle amor al estudio y pensar en mi futuro y todas las cosas que quiero hacer además de que les dará mucho gusto a mis padres. Últimamente siempre cuando vuelvo de el trabajo a casa encuentro a Michael ahí esperándome para que lo alimente, es extraño como se ha convertido en mi única compañía y que peculiar compañía tengo, sin darme cuenta siempre se va sin que me dé cuenta pero me he acostumbrado a eso. El gusano que me regaló toma un color extraño y creo que se esta pudriendo pero bueno, es su regalo.

Está noche está más tranquilo de lo común, me mira más amenudo y no parece tener intenciones de ahorcarme, permanece sentado siempre en la cama pero al menos mueve sus manos, eso ya es bastante viniendo de él. Me gusta sentarme cerca y poderlo mirar si que se de cuenta, lo veo y pienso en absolutamente todas las sensaciones y momentos que me ha hecho pasar y parece mentira, he llegado a tenerle cariño, a odiarlo, a temerle, a ser indiferente a él... Pero siempre acabamos en lo mismo.

- Voy a traerte algo de comer, parece que tienes mucha hambre.

Cuando me levanto para salir me toma con fuerza de la muñeca izquierda, dándome un susto pero también me molesté.

- No, ya te dije que no me mires así!

Sacudiendo mi mano con fuerza me solté para seguir con mi camino pero vuelve a tomarme de la mano, se pone de pie frente a mi y cuando hace eso me hace sentir nerviosa, su mirada y su sola presencia me hace sentir intimidada y solo puedo agachar la mirada.

Aunque no sienta miedo en verdad, simplemente es una sensación de inferioridad pero no me pasa siempre, nunca se que es lo que está apunto de hacer ya que es muy impredecible pero está vez estaba segura de lo que haría. Sus manos tomando mis muñecas me hacían querer tocar su rostro pero no me deja, siempre aparta mis manos o aparta su cara y está vez no me deja ni siquiera tocar almenos sus manos pero ni modo, es tan raro que aveces lo veo y me preguntó que está pensando? Y por qué está conmigo?

Si respiración en mi cara también es un poco pesada y parece que lo hace a propósito además de su forma tan macabra de mirarme, sus labios junto a los míos es una sensación que había olvidado pero aún así necesitaba volver a sentir, cuando cierro los ojos y lo tengo a mi lado parece que todo lo malo que sucede y que el mismo a ocasionado desaparece y estoy lista para dejarlo todo en ese momento, por fin mis manos deslizándose sobre su ancha espalda es una sensación que solo alguien que ha sentido lo mismo que yo puede entender al igual que sus manos bajando con firmeza por sobre mi ropa, desde la espalda hasta la cintura sin dejar de besarnos. Me hace sentir feliz en el fondo y claro las clásicas mariposas en el estómago que no se si sean por nervios o que pero al final de todo se siente bien, apesar de sus manos grandes y toscas sus caricias son suaves y me provocan una sensación de relajación cada vez más.

Mi corazón palpita más rápido cada vez que está a mi lado, la adrenalina recorre mis venas con rapidez y me aferró más a su cuerpo sintiendo que lo necesito mucho en ese momento, su cuerpo es pesado y rigido pero es cálido y agradable al mismo tiempo, el va y ven de sus manos comienza a tomar más fuerza y presión sobre mi, eso alguna vez me asustó pero no más, ahora sus pesadas manos se vuelven un delicado roce a mi piel, más sin embargo aún conservo el miedo que en cualquier momento trate de asfixiarme como lo hizo la primera vez. Es como hacer el amor con un incubo.




Michael en modo:

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