Luego del intento fallido del psicópata enmascarado conocido como Michael Myers por librarse de la maldición que lo ha convertido en un monstruo, emprende su búsqueda nuevamente por su pequeña sobrina y obtener lo que necesitaba de ella y tal vez se...
No pude dormir más desde que tuve ese sueño tan extraño, fue tan real y ni siquiera sé por qué lo soñé, tenía miedo, mi cuerpo no respondía pero lo deseaba. ¿Cómo podía ser eso posible? Tal vez este asunto estaba volviendome loca. Por ahora solo quería ver cómo estaba Jamie y tratar de proteger a mi familia.
Michael despertaba apenas como siempre, era tarde y tenía mucha hambre, había robado unos alimentos de la casa cercana a la suya, lo poco que tenía lo compartía con las ratas después de todo tenía que engordarlas. Lavaba su rostro como era costumbre y se miraba en un pequeño espejo, se miraba durante largos periodos tal vez tratando de encontrar a ese tierno niño que era antes que todo empezará, tal vez si miraba profundamente podría encontrar al hombre normal que vivía dentro de él. Pero sabía que eso era inútil, no lograría nada hasta poder derramar la sangre de un inocente, tenía que seguir buscando a la niña.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por otro lado también sentía curiosidad por ver a la gritona jovencita llamada Tina, que estará haciendo o con quién, era momento de salir a hacechar.
Tina caminaba apurada hasta la dirección que le había anotado el doctor, iba casi disfrazada por si aquel hombre trataba de seguirla, al llegar vio una casa no muy grande donde se podía escuchar muchos niños reír y jugar, era como una especie de Foster Home, no sé en qué mundo ese lugar era seguro para Jamie.
Entre al lugar muy bien recibida por una amable mujer, Jamie corrió hasta mí abrazándome con fuerza, yo hacía lo mismo mientras ella llorando decía "pensé que habías Muerto" sus ojos llenos de inocencia y su cariño hacían olvidar todo lo que había sucedido, la miraba y pensaba en Rachel, ella se sacrificaría antes que permitir que Michael la lastimase, Rachel la adoraba y yo también. Así que no podía permitir que nadie lastime a Jamie jamás, era como mi muestra de gratitud hacia Rachel y a Danni, yo no iba a permitir que ese hombre la toque así tuviese que pagar con mi vida. Después de un rato nos despedimos y salí de aquel lugar, caminaba lento pensando en los buenos momentos que tuve con mis amigos y pensaba tal vez mi muerte esté cerca, pero no me podía permitir morir sin antes acabar con Michael y así Jamie vivirá feliz. Tan perdida iba en mis palabras que no me di cuenta que alguien me perseguía, escuchaba unos pasos pero no podía ver a nadie, sentía los ojos de alguien encima mío pero era inútil, nadie estaba por ahí. Aceleré mi caminar hasta que pude ver mi casa, cuando estuve cerca corrí y entre rápidamente, fui hasta la ventana y lo ví, no traía su cuchillo como en mi sueño pero aún así era aterrador.
S- Tina? Yo... Me alegra verte con vida y vine a ver cómo estabas.
Me dijo Sam quien estaba sentada junto a mi madre, yo me acerque a ellas aún aturdida.
>>Qué sucede cariño? Te ves pálida, acaso te pasó algo?
Mi madre me miraba preocupada pero lo negué, me senté frente a ella y mire a Sam quien se veía tan cambiada como yo.
T- Hola Sam, pensé que no te acordarás de mí, después de todo nos dejaste tirados en plena matanza.
S- Perdóname por favor, te juro que pensé que ustedes correrían tras de mi! pero cuando me di cuenta ya estaba muy lejos así que seguí corriendo hasta la estación de policía y pedí ayuda para ustedes!
T- Ayuda que jamás llegó! Danni y yo nos quedamos ahí mientras tú corrías sin que te importasemos!
>>Chicas chicas por favor calma, no ganan nada con pelear y además de no ser por Samantha nadie se habría dado cuenta de lo que sucedió!
Mi madre tenía razón en eso, pero seguía molesta con ella, yo no la habría dejado tirada en una situación parecida!
S- Podríamos ir a pasear? No sé tal vez al parque o a algún lugar donde halla mucha gente y no estar tan expuestas.
T- No me.parece buena idea ahora, sería peligroso.
S- Tina? Eres tú? La Tina que conozco no le teme al peligro! Además, qué podría pasarnos de día?
T- Tal vez estás equivocada, o quizá yo estoy loca -Dije para luego levantarme y tomar mis cosas- Está bien, vamos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las dos caminamos hasta el pequeño parque que estaba cerca de la escuela mientras hablábamos sobre algunas cosas respecto a la noche de Halloween, tratando de hacer las preguntas tan directas. Nos sentamos en una banca que estaba frente a la fuente, parecíamos incómodas pero en realidad solo teníamos miedo de hablar de lo sucedido. Jay, el amigo de Danni se acercó a nosotros para saludarnos.
J- Hola chicas! -Saludo amablemente mientras se sentaba en medio de nosotras- Como estás Sam? Se que no debe ser fácil.
Tomando la mano de Sam los dos recordaban a Danni tratando de no soltar las lágrimas, yo solo los escuchaba y miraba la fuente sin ningún motivo.
S- Y tu? Que crees Tina? Pregunto Sam aunque no tenía idea de lo que hablaba.
T- A qué te refieres?
J- Si algún día todo volverá a la normalidad.
T- Lo será, se los prometo.
Jay empezó a platicar conmigo por un buen rato, Sam se había ido por unos helados, el era muy divertido, siempre fue ese amigo que se esconde tras los fanfarrones como Mike y Danni aunque claro el era más agradable. Pasamos un par de horas hablando y riendo de las ocurrencias de Jay, era un chico por demás muy lindo y amable. Nos despedimos y el se fue junto a Sam a la tumba de Danni a la que por supuesto tenía planeado visitar y de paso a Mike.
Camino a casa, crucé por la calle que dirige a la casa Myers, esa casa donde pase la noche y habita un ser lleno de maldad, a simple vista y plena luz del día parece normal, más allá de estar un poco polvorienta y con las ventanas rotas.
Algo me llamaba a ir a ese lugar, mi buen uso de razón seguramente no era pero sabía que no estaría tranquila hasta no ir, solo miraría por afuera, nadie se moría por eso así que cambiando mi rumbo empecé a caminar tranquilamente por aquella solitaria calle que parecía deshabitada, sin darme cuenta estaba frente al hogar de los Myers, una familia maldita aparentemente y según las propias palabras de Loomis, tal vez Michael no está ahora mismo, quien sabe donde pueda estar supongo. Me acerque más para poder ver por las ventanas, no había ningún ruido ni movimiento de nada, decidí entrar justo a la boca del lobo, el tuvo varias oportunidades de asesinarme y no lo hizo y espero no lo haga ahora, solo mire la casa desde ahí y todo estaba intacto pero sucio.