Capítulo 19

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(Los peligros de arrojarle un pan a Michael en la cara ._. )

Ahora estaba sola, confundida, con hambre y sin saber que ocurriría conmigo pero me sentía tranquila, después de vestirme y enjuagar mi rostro trate de abrir la puerta pero tenía seguro, no había ventanas y los agujeros arriba estaban demasiado altos para alcanzarlos, no tenía otra cosa más que hacer que sentarme en la cama a esperar lo que tenía que pasar.
Cuando la puerta se abrió me dió un susto que hizo que me pusiese de pie junto a la cama, Michael se acercaba a mi y al estar frente a frente se me quedó viendo de nuevo, odio que haga eso en realidad pero tal vez ahora me dejaría ir, extendió su mano hacia mi cara mostrándome una ardilla muerta como la que encontré hace un tiempo afuera de mi casa.

Era asqueroso y se veía peor, me aleje y me tape la boca con las dos manos; este sujeto mató a una linda ardilla y ahora cree que me la voy a comer?
No podía ni siquiera mirarla y querer vomitar pero el seguía con el brazo estirado ofreciéndole ese animal.
Yo lo mire y trague saliva con dificultad para evitar vomitar.

-Que creés que haces? -Le dije señalando la pequeña ardilla- Por qué me das eso? Yo no soy como tú y francamente prefiero morir ahora a comerme eso!

Ni en mi sueño más loco o perturbador me imaginé comiendo una rata con cola esponjosa pero parecía normal para el, me miro con curiosidad doblando un poco su cabeza hacia la izquierda mientras bajaba el brazo, dando un fuerte suspiro salió nuevamente de ahí poniendo seguro al lugar. No sé en qué momento vine a parar aquí pero me arrepentía profundamente, no podía salir corriendo y seguro me vería obligada a comer esa clase de bichos raros.

//Jay//

Anoche ya no pude despedirme de Tina y lo peor es que no contesta mis llamadas, se fue sola y no he vuelto a verla. Temo por ella sabiendo que el pueblo se ha vuelto muy peligroso últimamente, tantos asesinatos horribles y tantos locos ahí fuera, no podía quedarme así.
Decidí ir a su casa y ver cómo estaba todo, llame desde el auto varias veces pero no tuve respuesta así que decidí tratar de entrar a la casa pero estaba cerrada, ni las ventanas ni la parte trasera me daban señal de poder acceder a la casa.

Corriendo desde el otro lado de la calle se acercaba Max, estaba muy contento de verme pero parecía hambriento, supuse que Tina se fue a casa de alguna amiga y Max se quedó afuera así que lo lleve a mi casa, ahí iba a alimentarlo y bañarlo, luego seguiría tratando de comunicarme con ella.

Mientras tanto Tina se encontraba sentada en medio de la "habitación" pensando que podría hacer, su cuerpo estaba débil porque aún no había comido ni bebido nada, Es lo malo de estar acostumbrados a comer cada 5 minutos.
Sin embargo la puerta volvió a abrirse y ella se levantó, nuevamente Michael estaba ahí y la buscaba con la mirada, ella se acercó a él para ver qué podría pasar.

Ha vuelto pensé, esta vez trae algo más en sus manos  y ruego a dios que sea algo bueno, no le digo nada y el se limita a mirarme, otra vez estira su brazo dándome una bolsa no muy grande, espero que no haya otro animal muerto ahí dentro pero no tengo nada más que perder. Tomo la bolsa y la abro con mucho cuidado, en su interior se encontraban 2 piezas de pan aparentemente en muy buen estado y de hecho olían bien.
Yo no quería pan, solo quería un buen desayuno he ir a casa! Tome una pieza de pan y se la arroje a la cara.

-No quiero tu sucio pan! Quiero comida verdad!

Exigí pero el me miraba un poco fastidiado, se aparto de mi para sentarse en la cama sin prestarme atención, solo me ignoraba! Era un verdadero tonto, pero aprovechando que se sentó y ni siquiera me miraba empecé a caminar lento hacía la puerta sin dejar de mirarlo pero el parecía no darle importancia, cuando pude llegar abrí la puerta sigilosamente y lo miré, pero no hizo ningún esfuerzo por detenerme.
Supuse que se canso de mi actitud, así que salí de ahí y corrí por las escaleras para salir de aquella casa.
Corrí por las calles que por suerte estaban aún vacías ya que era muy temprano hasta llegar a mi casa, cuando volví corrí a mi habitación para quitarme la ropa y me di una buena ducha, terminando solo me puse la bata y me acosté en la cama mirando hacia el techo.

T: Que rayos paso? -me preguntaba a mi misma sabiendo la respuesta- que fue lo que hice por Dios!

Lleve mis manos hasta mi cara tratando de asimilar lo sucedido, tenía ganas de reírme y al mismo tiempo estaba un poco sorprendida de lo que había hecho, no estaba segura cómo o por qué pasó y terminé en su casa pero todo parecía un cuento, un extraño cuento de terror.
Se que por las noches hay algo que nos anima a hacer cosas que no haríamos durante el día, parece que hay "algo" en el aire que nos hace sentir frenéticos pero no explico cómo deje que todo pasase así de repente, admito que me gustó mucho estar con el y recuerdo su rostro -Pense, llevando mis manos a mis mejillas sonrojadas- su cara es tierna y terrorífica al mismo tiempo, sus ojos son tan profundos y su mirada, me hace querer saber más de él pero como?

Resoplando cambie de posición en mi cama para mirar por la ventan; ojalá su vida fuese diferente, ojalá el no fuese lo que es... Porque me encantaría conocerlo más, me gustaría estar a su lado pero no puedo, él es un hombre maldito.
Pero no me daría por vencida, quería saber más y lo iba a hacer, solo había alguien en este mundo quien podría ayudarme!
Me levanté de la cama pero en eso sentí mi estómago revolverse y lo recordé, me estaba muriendo de hambre, baje a la cocina para prepararme un buen desayuno, estaba muy cansada. Subí las escaleras y tome el teléfono e hice la llamada pero fue en vano, no obtuve respuesta así que volví a intentarlo y está vez tuve suerte, sentandome en la cama y tratando de no sonar como una loca respondí.

T- Si! Hola Dr. Loomis

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