Luego del intento fallido del psicópata enmascarado conocido como Michael Myers por librarse de la maldición que lo ha convertido en un monstruo, emprende su búsqueda nuevamente por su pequeña sobrina y obtener lo que necesitaba de ella y tal vez se...
Volvía a casa junto a Max, el se veía tranquilo aunque yo en realidad tenía mucho miedo de entrar a casa y que algo malo ocurra, pero últimamente ya nada me sorprende, cualquiera que me viese no creería que algo malo me pasó anoche.
Dejé a Max jugar atrás de la casa mientras yo me encargaba de lo mío, llamé para ver cómo está Jamie pero todo está en orden, ella jamás se enteró de lo que ocurrió la noche de Halloween y sería lo mejor. Si todo seguía avanzando así de bien para ella el próximo año seguro volvía a la escuela, yo no sé si querría volver el próximo año, no sería lo mismo sin mis amigos. Encendía la TV y justo en el canal de las noticias estaban en vivo, reportaban 2 personas muertas no muy lejos de aquí, el chico había sido atado con alambres de púas luego de haber cortado su garganta, a su hermana la habían asfixiado y metido en el congelador. Parecía el trabajo de un psicópata, parecía normal recibir esa clase de noticias en este lugar, solo se sabe que desapareció toda su comida y ciertos materiales.
Mientras tanto Michael en su casa, recostado se comía todo lo que robó y alimentaba al gato y las ratas, todos merecemos una buena comida de vez en cuando, moviendo el pie que colgaba de su cama de un lado al otro, su máscara en la mesa junto a su cuchillo y el placer de no tener que aguantar a nadie porque vive solo, lo era todo para el, pero necesitaba algo de diversión pero no esa clase de diversión que le parece de mal gusto a las personas, sino algo como una radio o un TV. El que estaba en la casa ya no funcionaba, su mente parecía estar en blanco pero en realidad tenía muchos pensamientos todo el día, cuando escuchaba esas voces era tan fastidioso, obligándolo siempre a hacer cosas por ellos como un triste títere que al asesinar a alguien se calmará, pensar demasiado en esas cosas le provocaba sueño y debía estar descansado si quería ir nuevamente por la noche a visitarla.
No, definitivamente está noche no sería tan tonta como ayer, no dormiría en mi habitación por precaución, lleve al perro a la azotea y baje por el arma que ya le había quitado a mi padre, el mismo bat de baseball y cerré las puertas y ventanas con seguro, deje las luces de abajo encendidas, así el creería que hay personas conmigo, si es que regresa quiero estar preparada. Esto era horrible, llevaba noches sin poder dormir bien y tenía miedo de hacerlo, en realidad esto parecía más una película de Freddy Krueger que otra cosa, antes de ir a la cama llame a mis padres para saludarlos, cada vez que lo hacía sentía que estaba despidiéndome de ellos y me sentía débil pero no debía serlo. Pasada la media noche no había señales del hombre espanto por ningún lado, eso no significa que no lo haría o tal vez yo ya estaba loca, daba vueltas por todo el lugar con el arma en la mano y estaba muy nerviosa, me senté al lado del perro para descansar un rato pero me quedé dormida.
A la mañana siguiente que desperté me di cuenta que tal vez exagere anoche pero iba a repetirlo. Escuché a lo lejos el celular sonar y baje corriendo a contestar.
T- Hola?
J- Hola! soy Jay
T- Ah, hola Jay, buenos días!
j- Buenos días para ti! Me preguntaba si quieres ir a tomar un café ahora mismo.
T- Ahora mismo? Por qué no? Vienes por mi?
J- Seguro!.
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(En este caso usaremos a Paul Rudd como Jay, quien interpretó a Tommy Doyle en Halloween 6)
Después de colgar la llamada me encargue del perro y de mi misma que ya parecía un muerto, lave mi rostro y me maquille, me cambié la ropa y salí afuera a esperar a Jay. Unos minutos después su auto se aparco frente a mi casa, sonriente le saludé con la mano y me acerque a el.
J- Te ves muy bonita.
T- Tu crees? Eres muy amable -Le sonreí para luego entrar a su auto, este lo puso en marcha y conducía hasta llegar al lugar- Lindo auto!
J- Gracias! Me lo regaló mi padre jaja
Hablamos durante todo el camino, era un chico muy divertido y sabía hacer buenos chistes, recuerdo que Mike era muy diferente a el. Cuando por fin llegamos los dos pedimos lo mismo y nos sentamos a platicar mientras bebíamos nuestro café, definitivamente estar con el era buena para mí pues me hacía olvidar los malos momentos y me hacía reír, siempre estaba diciendo a Rachel que le faltaba diversión en su vida y ahora era yo quien la necesita... Solía decía que Michael necesitaba diversión también y parecía estarse divirtiendo mucho conmigo ahora, pero solo quería distraerme un rato junto a Jay pero estar conmigo no era bueno para él.
J- Ocurre algo?
T- No! Estoy bien, mejor cuéntame de ti.
Le sonreí amablemente mientras bebía mi café
J- Bueno, quiero ser médico! Tengo 23 años y vivo solo con mi padre, mi madre fue asesinada hace unos 10 años... No tengo hermanos y me gusta hacer deportes.
Me sonreia como si fuese una gran anécdota, su madre fue asesinada pero parecía no afectarle, podía ver qué estaba un poco nervioso.
J- Que hay de ti?
T- Yo? Pues, quería ser maestra pero ni siquiera sé si quiero volver a la escuela. Tampoco tengo hermanos y Sam es la única amiga que me queda, aunque después de lo sucedido se ha alejado de mi.
Tampoco iba a contarle que un loco me persigue por las noches. Todo avanzaba muy bien en nuestra plática, Jay era muy simpático y no quería meterlo en problemas por estar cerca de mi.
J- Quieres?
T- Oh perdón, no te escuché!
J- Pregunté si quieres venir a la reunión en mi casa está noche, te prometo que no habrá mucha gente y será solo un rato. Simplemente le daré la despedida a unos amigos que vinieron de visita.
T- Amm, está bien pero espero que no te moleste si voy un poco temprano, no me gusta salir de casa cuando ya ha oscurecido!
J- No te preocupes, pasaré por ti a la hora que me digas.