Luego del intento fallido del psicópata enmascarado conocido como Michael Myers por librarse de la maldición que lo ha convertido en un monstruo, emprende su búsqueda nuevamente por su pequeña sobrina y obtener lo que necesitaba de ella y tal vez se...
Eran las 6 de la tarde y me estaba arreglando para ir a la reunión, todo era mejor que quedarse a esperar que algo malo suceda en casa, ya está todo listo solo falta esperar que Jay venga en su auto.
Minutos más tarde el joven tocaba su puerta para llevarla a su casa y así fue, al llegar le presento a sus amigos extranjeros que llevaban un par de semanas en el pueblo y debían regresar. Todo estuvo muy tranquilo, la comida era buena, había bebidas, todos eran muy amables y grandes conversadores, Jay se sentía muy bien al estar acompañada de Tina y ella sentía lo mismo, tenían muchas cosas en común y debido a eso sentía una gran atracción hacia ella, no estaba segura si ella sentía lo mismo pero solo había que averiguarlo.
Eran las 9pm y todos se despedían para volver a casa, los amigos de Jay se iban en sus autos mientras los demás esperaban que Jay los llevara.
J- No te molesta esperar aquí hasta que vuelva y te lleve a casa?
T- No te preocupes por mi, lleva a tus amigos primero!
Dicho eso Jay se despidió de ella con una sonrisa mientras se alejaban en el auto, Tina se quedó sentada afuera esperándolo mientras tarareaba y miraba las oscuras calles, sintiéndose observada volteo a ver atrás y a los lados, temiendo que su pesadilla constante esté aquí nuevamente se levanta y trata de entrar a la casa, pero un sujeto un tanto gordo, con una capucha y un picahielos salta encima de ella con la intención de agredirla, la sostiene de las manos mientras ella gritando desesperada por librarse del asqueroso hombre, lo patea en repetidas ocasiones sin éxito, el tipo solo se resume a reírse como un enfermo y mirarla con lujuria, da mucho asco verlo. Sin embargo Tina logra lastimarlo entre las piernas dándole una patada, así logra correr con todas sus fuerzas por la calle, el sujeto la persigue por igual llegando muy cerca de ella hasta que logra esconderse en un callejón cerrado, el sujeto con el picahielos en mano la busca con mucho cuidado por toda la calle. En la mente de Tina solo podía pensar "¿por qué me pasan estas cosas?" Un fuerte ruido la saca de sus pensamientos para darse cuenta que ha Sido encontrada, ella comenzó a correr hacia el otro lado pero se dió cuenta que el sujeto no la seguía más, cuando volteo pudo ver a Michael sujetando su cuello y mirándolo con curiosidad, siempre que hacía eso parecía un niño pequeño mirando un nuevo juguete extraño, lo apretaba con más fuerza cada vez y tomo el picahielos del hombre, lo introdujo dentro del oído del mismo hasta traspasar lo más profundo, sus gritos y lamentos eran horribles y difíciles de escuchar, viendo que corrió por el callejón cerrado solo se acurrucó en el rincón y tapo sus oídos, era demasiado fuerte para ver.
Cómo si nada hubiese pasado, tiro al hombre quizá aún moribundo al piso con el picahielos clavado en la cabeza, se quedó mirándolo como esperando que se levantase y corriera para ir tras el pero no lo hizo. La gente ya no era divertida. Habiendo terminado su cometido se dirigió hasta su presa, a quien todas las noches visitaba ya sea para mirarla dormir sin que ella se de cuenta, se acerca a ella para finalmente hacerlo. Tina lo mira con miedo aunque en el fondo sabe que el no la lastimara, al menos no lo ha hecho hasta ahora, aún así sabe que no debe confiarse, el la mira por un momento hasta que se agacha a su misma altura, la toma de la cintura para cargarla, ella le grita que la baje y trata de safarse pero es un hombre muy fuerte, balas, fuego, cuchillos, palos, autos, nada ha podido detenerlo hasta ahora, mucho menos sus golpecitos. Cansada ya de luchar se detiene y se queda quieta, desde la noche de Halloween han intentado asesinarla, que más da que lo haga ahora o más tarde, era obvio que su fin estaba cerca, para que retrasarlo más? Se había salvado de muchas hasta ahora.
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(Si que lo es)
Solo miraba su ancha espalda y su cabello cerca de su rostro inexpresivo ante esa situación, sentía su olor que no era malo en realidad, siempre pensó que tendría un olor extraño pero no era así. La llevo hasta su casa en la que habían estado antes, Tina estaba más intrigada que asustada pero seguía sin decir nada, entraron a la vieja casa que estaba casi a oscuras y bajo cargándola hasta su habitación en el sótano, tomándola de la cintura la tiró al suelo y la dejo ahí para seguido salir del lugar. No entendía nada de lo que estaba pasando, le tomo un par de segundos hacerse a la idea de que no era un sueño, todo esto estaba pasando, se levanto y busco por todos lados hasta que encontró una lámpara de mesa y la encendió.
T- Hola! -Grite muy fuerte con la esperanza de que alguien me escuchase afuera- Auxilio!!
Sabía que mis gritos eran en vano pero quería intentarlo, no sabía que más hacer y empezaba a desesperarme! Empezaba a caer en cuenta que todo era real y ya no era tan valiente, mis manos empezaban a sudar y temblar, no sabía lo que ese monstruo haría conmigo, caminaba apurada por todo el lugar tratando de encontrar una salida, daba golpes en las paredes y rasguñaba con la esperanza de encontrar algo mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, pero era inútil y lo sabía pero tenía pánico, cuando ya no supe que hacer me senté en la cama que estaba en medio del lugar, limpiaba mis ojos mientras sollozaba cuando el gatito que ví la vez pasada salto directo a mis piernas y se sentó encima, solo lo acaricie mientras miraba el piso.
