━ Capítulo 3

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|More than a feeling|

𝙲𝙰𝚂𝚂𝙸𝙴

Estaba plácidamente dormida, hasta que la puerta de mi habitación se abrió de golpe despertándome.

   —Cassie... Cassie, despierta. —La voz de Dylan apareció acercándose a mí cada vez más.

   —¿Qué pasa? —pregunté medio dormida.

   —Me voy a trabajar, ve levantándote. He dejado café hecho en la cafetera —dijo saliendo de nuevo de la habitación. Refunfuñé adormilada y bostecé dos veces seguidas.

   Me levanté sin ganas de la cama y fui directa al baño, me lavé la cara para deshacerme del amodorramiento que sentía y cuando estuve lista me fui a la cocina, notando cómo mi estómago pedía comida desesperadamente. Abrí la puerta lentamente, vi a Thomas sin camiseta y con una taza de café en la mano, estaba despeinado y tenía cara de pocos amigos.

   —Buenos días —farfulló atontado.

   —Buenos días —respondí acercándome a uno de los estantes, agarré una taza y la llené de café.

   —Te favorece —dijo señalando mi pijama de la Pantera Rosa.

   —Por eso me lo pongo —expliqué un poco avergonzada. Tener 18 años y llevar un pijama de dibujos animados, no es algo que se suela ver.

   —Bueno, marquesita, mañana hay una fiesta —dijo acabándose el café.

   —¿Una fiesta?

   —Una fiesta —asintió—. Y tú vas a venir.

   —¿Yo? ¿A una fiesta? —Esas situaciones me ponían nerviosa, y más si no conocía a nadie.

   —¿Se te ha fundido el cerebro por la noche? Sí, una fiesta. Es el cumpleaños de un colega —dijo dejando la taza en el lavavajillas—. Y creo que te vendría bien hacer amigos, ya sabes.

   —Pero dame más detalles —pedí.

   —Es en una casa, no está muy lejos, empieza a las ocho de la noche, es la casa de dicho amigo y va a ir mucha gente —dijo hablando rápido—. ¿Más detalles?

   —No sé... Me vas a dejar sola. —Sabía que se iría con sus amigos y me dejaría plantada rodeada de desconocidos sin saber qué hacer.

   —Ese es el plan —contestó, a lo que yo negué con la cabeza—. Vamos, será divertido.

   —¿Y si una vez allí me quiero ir?

   —Nos vamos.

   —¿Me lo prometes? —pregunté alzando una ceja.

   —Te lo prometo —contestó poniendo los ojos en blanco.

   —Vale —cedí al final.

   Salió de la cocina y yo seguí desayunando. Pensé en la fiesta. Por una parte, me venía bien hacer amigos y poder estar esos tres meses con gente nueva que me enseñase la ciudad y cosas así. Por otra parte, corría el riesgo de hacer el ridículo con cualquier cosa, y acabar volviendo a Seattle para siempre.

   Pero, quien no arriesga, no gana. Así que, al final, me decanté por ir. Me fie de la palabra de Thomas. Me prometió que nos iríamos si no estaba cómoda, nada tenía por qué salir mal entonces.

   Me fui a mi habitación y miré la hora, las 10:00 de la mañana. Recordé que en unos días sería el cumpleaños de Dylan. Aprovecharía que estaba allí para hacerle algo especial, hacía años que no le veía soplar las velas... Ese verano sería distinto.

𝐍𝐎𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 ➢ Thomas Brodie-SangsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora