|Ahogando penas|
𝙲𝙰𝚂𝚂𝙸𝙴
Entramos al coche en silencio. Ambos seguíamos con lágrimas en los ojos, pero ninguno de los dos estaba llorando. Thomas arrancó el coche y condujo de vuelta a casa, en todo el trayecto no me dirigió la palabra ni una sola vez... Y no esperaba menos.
Me apoyé en la ventanilla e intenté conciliar el sueño, pero era imposible dormir después de lo que acababa de pasar, después de todo lo que había dicho. Thomas me pidió intentarlo, que por un momento no pensase en los demás y tomase una decisión. Pero no podía arriesgarme, él no quería comprenderlo, pero lo hacía por su bien. No podía darle más problemas a Thomas de los que ya tenía, y que Dylan acabara echándole de casa por estar conmigo, era uno de ellos. Necesité alejarlo de mí, y sabía que no lo haría a menos que le hiciera daño. Intenté controlar la situación, pero entré en pánico al pensar que ya no había vuelta atrás. Thomas y yo habíamos cruzado una línea peligrosa, y casi no pude retroceder. Estaba enfadada conmigo misma por haberle herido con mis palabras... Pero era la única forma, lo único que se me había ocurrido. Y ya no podía hacer nada.
Tardamos una hora en volver al apartamento. Cuando Thomas entró en nuestro barrio, le pedí que parara el coche.
—Me bajo aquí —dije seria.
—¿Lo dices en serio? —dijo notablemente molesto.
—Para el coche, Thomas.
—¿Y a dónde irás?
—Que más te da, para el coche —ordené con una mano en la puerta.
—Cass, no voy a dejarte sola.
—Es lo único que quiero ahora mismo, te pido que pares el coche, ¿sabrás hacerlo? —dije alzando la voz. Thomas pegó un frenazo en medio de la calle, haciendo que mi cuerpo se inclinara hacia adelante clavándome el cinturón de seguridad en el pecho—. Eres idiota.
Bajé del vehículo y cerré con un fuerte portazo. Empecé a caminar en sentido contrario a nuestro edificio, con intención de ir a casa de Debby. No quería estar en el apartamento a solas con Thomas, y Dylan todavía tardaría en llegar, así que tampoco tenía muchas más opciones.
Me abracé a mí misma e intenté no derrumbarme de nuevo. Muy en el fondo, quería darme la vuelta e ir con Thomas, hacer las paces y volver a estar bien. Pero mi orgullo y la vergüenza que sentía me lo impedían.
Llegué a casa de Debby en poco más de 5 minutos. Vivíamos cerca, y eso lo agradecía profundamente. Llamé a la puerta y esta se abrió a los segundos.
—¿Cassie? —dijo Debby sorprendida, debía tener unas pintas horribles.
—Hola —respondí con un hilo de voz.
—¿Qué ha pasado? —Me encogí de hombros ante su pregunta, me hizo pasar para hablar dentro de la casa y me llevó hasta su cuarto. Cuando subí al piso de arriba, pasé por al lado de la habitación donde vi a Thomas colocándose en la primera fiesta a la que fuimos. Tragué saliva y seguí avanzando por el pasillo.
—Siéntate y cuéntamelo todo —dijo Debby abriendo la puerta. Me quedé asombrada con lo grande que era su habitación. Tenía una cama de matrimonio, una televisión, una gran estantería llena de libros y cosas varias. Un gran escritorio y una alfombra de pelo blanco.
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𝐍𝐎𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 ➢ Thomas Brodie-Sangster
Hayran Kurgu❝Nada, eso es todo lo que espero de la vida... Nada.❞ Cassie, una joven de 18 años que acababa de terminar el instituto, decidió ponerse en contacto con su hermano mayor para pasar el verano junto a él. Lo que Cassie no se esperaba en absoluto, era...