━ Capítulo 22

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|Me has mentido|

𝙲𝙰𝚂𝚂𝙸𝙴

Pasaron dos semanas desde que Debby y Paul vinieron a casa. Me ponía de los nervios pensar que Paul pudiese decirle algo a Dylan sobre lo que vio en la puerta justo antes de despedirnos. Thomas había sido un inconsciente, sí. Pero eso ya era algo a lo que estaba acostumbrada, él era así.

   Estaba hablando con Debby por teléfono mientras dibujaba en mi cuaderno, era por la mañana y no había nadie en casa, así que con ella al otro lado de la línea, me sentía menos sola.

   —Pues eso —acabé de decir molesta—. Que estoy cansada de tener que estar pendiente de Dylan a cada momento por si nos pilla.

   Odiaba no poder estar con Thomas cuando yo quisiera, y cada vez se me hacía más difícil no perder la paciencia ante la situación.

   —Bueno, pero piensa que no es la única posibilidad que hay —dijo Debby—. ¿No has pensado en hablar con tu hermano y contárselo todo?

   —No, es imposible —negué—. Ya me dejó muy claro que no quería verme al lado de Thomas. ¿Cómo se iba a tomar bien que quisiéramos estar juntos?

   —Ya... Pues en ese caso... Solo te queda aguantar. Al menos, hasta que vuelvas a Seattle. Que esa es otra, ¿cómo seguiréis en contacto?

   —No lo sé. Tal vez... le plantee a Thomas la idea de venirse conmigo. Pero sé que le gusta esta ciudad. Además, Dylan acabaría enterándose igual. Debo escoger entre Thomas y mi hermano... Y eso no me gusta nada —expliqué apenada.

   —Tranquila, tienes tiempo para pensarlo y tomar una decisión —suspiró—. Pero sigo pensando que sería mejor decírselo a Dylan, antes de que lo descubra por él mismo y vea que has estado mintiéndole todo este tiempo.

   —Es que... sería tan fácil si abriese los ojos, si viese que Thomas intenta cambiar de verdad —dije con rabia—. Lleva más de tres semanas limpio, casi un mes entero. Ya no se ve con aquellos chicos, esos a los que Dylan no soporta y...

   —Pero... eso no es del todo cierto, ¿no? —me interrumpió confundida.

   —¿A qué te refieres? —pregunté sin entender.

   —Bueno, no sé. El otro día, Thomas llegó a mi casa temprano. A esas horas yo debía estar dormida, pero me levanté para beber agua y vi cómo se fue con mi hermano. Obviamente, no sé a dónde. Pero bueno, no es necesario saberlo para adivinar que cuando se trata de Austin...

   —Debby, tengo que dejarte —le interrumpí rápidamente.

   —¿Qué?

   —Adiós —mascullé dolida, y justo después, colgué el teléfono.

   Sentía que un gran vacío se expandía por mi pecho como si de gas venenoso se tratase. No entendía por qué Thomas seguía viéndose con Austin, se suponía que ya había dejado todo ese tema, me dijo que lo odiaba, me dijo que estando conmigo no necesitaba nada más. Entonces..., ¿por qué?

   Lo primero que pensé, fue que había vuelto a recaer y que me lo había ocultado por miedo. Pero eso no tenía sentido. Si Thomas no estaba conmigo, estaba trabajando. Y de esa manera, no tenía tiempo de ver a Austin para salir con él.

   A no ser, que todo fuese una mentira. Pero no era posible, Thomas no me habría engañado, no me habría dicho lo de su nuevo trabajo como excusa para que yo no sospechase si volvía a salir de casa por las mañanas. O tal vez, sí lo había hecho. Pero en ese caso..., ¿por qué no me lo había dicho? ¿No quería herirme? ¿Me ocultaba que seguía drogándose para que no me alejase de él? Pero eso era rastrero... Era manipulación. ¿Me hizo creer una mentira?

𝐍𝐎𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 ➢ Thomas Brodie-SangsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora