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Su mano apoyada contra aquella mejilla, esos ojos azules mirándolo fijamente. La sensación de paz que recorría a Sasuke en esos momentos, era simplemente increíble.
Todo se seguía sintiendo como la primera vez, como desde el momento que decidió que su alma, y su corazón, pertenecerían a la única persona que siempre creyó en él.
Aún podía recordar cada detalle de su inicio, no todo había sido fácil. Demasiados fantasmas del pasado, y tan solo eran unos niños. Eso había ocasionado que su principio fuera malo, él lo sabía.
Pero también sabía que desde ese momento dejó de sentirse solo, por primera vez en mucho tiempo, él tenía alguien.
Las personas solían decir cuán cálido era Naruto, pero no tenían ni idea, o por lo menos no una real, Sasuke les podría contar su propio testimonio, de como fue salvado por un par de ojos azules, y la sonrisa más hermosa que sus ojos habían visto. Porque él lo conoce más que cualquier persona.
Y ahora, muchos años después, sosteniendo la mejilla del que sería su esposo en unos momentos, él solo podía recordar cuán largo había sido el camino desde la academia.
Él había amado a Naruto desde que tenían doce, mucho antes de que se llevaran realmente bien, incluso antes de saber que era el amor, o estar enamorado.
Pero ya no tenían doce años, y ya no lanzaban kunais en el patio de la academia, ellos ahora se iban a casar. Sasuke aún recuerda todas sus discusiones, la mayoría de veces por tonterías, quizás habían sido sus gritos de ayuda, que solo ellos escucharon.
Naruto lo había salvado, y no, no se referia solamente a la muerte. Era algo mucho más profundo, algo con mucho más significado. Lo había salvado de si mismo, y de hecho, fue el único que lo intentó.
Es por eso que Sasuke había decidido que siempre lo amaría, porque lo suyo iba más allá de cualquier límite, porque siempre supo que estaban destinados a ser, y que sus brazos no habían sido hechos para pelear, sino para abrazar a Naruto.
No sabia realmente cómo habían nacido sus sentimientos, fue algo que nunca pensó demasiado, él simplemente nunca pudo pensar cuando de Naruto se trataba, su cuerpo simplemente parecía tener voluntad propia, y su corazón no fue la excepción, él había caído por Naruto, antes de siquiera poder pensar sobre ello.
Aunque no hay que ser muy inteligentes, Sasuke había encontrado en Naruto todo lo que había necesitado, ese niño gritón que vestía de Naranja, lo había hecho sentir demasiado bien, lo había hecho sentir amado.
Es por eso que Sasuke quería amarlo tanto, así como él lo había hecho cuando tenían doce.
Los fantasmas del pasado se habían ido, él se seguía moviendo solo por la sonrisa de aquel rubio, y se sentía bien, por primera vez, después de la masacre de su clan, él sentía que tenía un lugar al cual llamar hogar.
