4 de junio
Querido Papaíto:
Estamos atareadísimas con la fiesta de fin de año, de aquí a diez días: los exámenes, mañana; montones que estudiar, valijas que hacer y el mundo ahí afuera, tan precioso que duele estar encerrada.
Pero no importa, ya llegan las vacaciones. Julia viajará este año al extranjero. ¡Ya va la cuarta vez! No cabe duda, Papaíto, los bienes no están parejamente distribuidos en este mundo. Sallie, como de costumbre, se va a la montaña. ¿Y qué cree que haré yo? Lo dejo que adivine tres veces: ¿Los Sauces? Frío... ¿La montaña? Frío... (Ya hice una vez la tentativa y no quiero probar de nuevo.) ¿No se le ocurre ninguna otra cosa? ¡No tiene usted mucha inventiva! Bueno, se lo voy a decir, pero si me promete no poner reparos. Le aviso de antemano a su secretario que estoy completamente decidida.
Pasaré el verano en la playa con una señora llamada Paterson y prepararé a la hija mayor, que entra en el colegio el año que viene. Conocí a esta señora a través de los McBride, y es una mujer encantadora. También daré clases a la chica menor y todavía me quedará tiempo libre. ¡El sueldo es de cincuenta dólares por mes! ¿No le parece una suma exorbitante? Pero la señora me la ofreció; yo me habría ruborizado de pedir más de veinticinco.
El primero de septiembre termino en Magnolia (ahí es donde viven) y es probable que pase en Los Sauces las tres semanas restantes. Me gustará ver a los Semple y a todos los animales amigos.
¿Qué le parece mi programa, Papaíto? Como ve, me estoy independizando. Es usted quien me puso firme sobre mis pies y ahora ya camino sola.
La fiesta de fin de año en Princeton coincide con nuestros exámenes, lo cual nos ha caído muy mal, ya que Sallie y yo pensábamos terminar a tiempo para asistir, pero ahora es completamente imposible.
Adiós, Papaíto. Que se divierta este verano y que el otoño lo encuentre bien descansado para iniciar otro año de trabajo. (Esto es lo que usted me debería escribir a mí.) No tengo idea de qué hace usted durante el verano o de qué modo se divierte, ya que no puedo imaginarme el ambiente en que actúa. ¿Juega al golf, monta a caballo, o sólo se sienta al sol a meditar?
Sea como fuere, que se divierta y no se olvide de
Judy
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Papaíto piernas largas
Teen Fiction¡Libro de la magnífica Jean Webster! Judy Abbott es una muchacha alegre, inteligente, amable y trabajadora que no conoce el mundo más allá de los muros del orfanato donde se ha criado... hasta que su vida da un vuelco cuando un misterioso millonario...