10 de Octubre

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10 de octubre

Querido Papaíto-Piernas-Largas:

¿Ha oído hablar alguna vez de Miguel Ángel?

Fue un artista famoso que vivió en Italia durante el Renacimiento. Todas mis compañeras del curso de literatura inglesa parecían estar bien enteradas y la clase entera se divirtió en grande porque yo creía que era un arcángel. ¿Pero acaso no es cierto que el nombre suena como el de un arcángel? Lo malo de la universidad es que todo el mundo da por sentado que uno sabe cosas de las que no ha oído hablar en la vida. Eso me suele poner en aprietos, pero ya aprendí: lo que debo hacer cuando las chicas hablan de algo que no sé es quedarme muy calladita y buscarlo después en la enciclopedia.

El primer día metí la pata de una manera horrorosa. Alguien habló de Maurice Maeterlinck y yo pregunté si era estudiante de primer año. El chiste ya corrió por todo el colegio. Pero no me importa nada, porque me considero tan inteligente como cualquiera de las chicas y más que algunas.

¿Le interesa saber cómo amueblé mi cuarto? Es toda una sinfonía en marrón y amarillo. Como las paredes estaban pintadas de color gamuza, compré cortinas y almohadones amarillos de sarga y un escritorio de caoba (de segunda mano, por tres dólares), un sillón de mimbre y una alfombra marrón con una mancha de tinta en el medio. Pongo el sillón tapando la mancha y todo queda precioso.

Las ventanas son muy altas, de modo que no se puede mirar hacia afuera desde un asiento común. Entonces se me ocurrió desatornillar el espejo de la cómoda, después tapicé la parte de arriba y la aseguré a la pared justo como para un asiento de ventana. Sacando los cajones de la cómoda se forman escalones, y se puede subir con facilidad hasta el asiento y mirar para afuera... ¡Fantástico!

Sallie McBride me ayudó a elegir todo en el remate que las seniors acostumbran a hacer cuando terminan sus estudios. Sallie vivió toda su vida en una casa y sabe mucho de muebles y decoración. No se imagina usted el placer que siento haciendo compras, pagando con un verdadero billete de cinco dólares y recibiendo el vuelto, yo, que no he tenido en mi vida más que unos centavos en el bolsillo del delantal. Le aseguro, Papaíto querido, que valoro como es debido esa mensualidad que me asigna.

Sallie es la persona más entretenida del mundo y Julia Rutledge Pendleton la más aburrida. Es extraño los errores que puede cometer la empleada de inscripciones en materia de compañeras de habitación. A Sallie todo le parece divertido, hasta los bochazos o los ceros, y a Julia todo le aburre. Nunca hace el esfuerzo por ser amable. Cree que el solo hecho de ser una Pendleton le asegura la admisión en el cielo sin examen previo. Julia y yo nacimos para ser enemigas.

Supongo que ya estará usted impaciente por saber lo que estoy estudiando, ¿eh? Bueno, ahí va:

I. Latín: Segunda Guerra Púnica. Anoche, Aníbal y sus huestes montaron campamento en el Lago Trasimeno. Prepararon una emboscada a los romanos y la batalla tuvo lugar a la cuarta hora de esta mañana. Los romanos, en retirada.

II. Francés: Veinticuatro páginas de Los tres mosqueteros y los verbos irregulares de la tercera conjugación.

III. Geometría: Hemos terminado con los cilindros y ahora estamos estudiando los conos.

IV. Inglés: Estudiamos el arte de la exposición. Mi estilo mejora día a día en claridad y concisión.

V. Fisiología: Estamos con el sistema digestivo. La próxima vez, bilis y páncreas.

Suya, en vías de adquirir una educación,

Jerusa Abbott

P. D. Espero que no toque nunca el alcohol, ¿eh, Papaíto? Hay que ver las cosas que le puede hacer a su hígado...

Papaíto piernas largasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora