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"Juli, dos vodka sodas y un whisky"

"Va saliendo Jorge" respondió Juliana. Era un día agitado en el club y hoy estaba trabajando en el bar. Tocó el timbre para que su compañero recogiera la orden y seguir con otra.

En su ajetreo no notó los ojos azules que la admiraban de lejos y que poco a poco se acercaba al bar. Lentamente la castaña se quitó su chamarra y se sentó en la barra ya que ninguno de sus amigos había llegado para ocupar alguna de las mesas. Mientras tanto observaba a Juliana con delantal, una camisa blanca ceñida con las mangas a la mitad de sus brazos y su oscuro cabello recogido, y trabajando a toda marcha.

Por fin Juliana miró a la nueva ocupante y se acercó con una sonrisa que marcaba su mentón partido. "Buenas noches señorita Carvajal".

La castaña esbozó una gran sonrisa, pero arrugo un poco la nariz "¿Señorita Carvajal? No, no Juliana, llámame solo Valentina, por favor".

Juliana río un poco y respondió "¿Ves a ese hombre de barba ahí atrás?" los ojos azules se movieron y asintió, Juliana continuo "Bueno ese es Beltrán, él maneja el bar y la cocina, y no permite que llamemos a nadie por su primer nombre y hasta debería de tratarte de usted, es protocolo del club. Entonces, señorita "solo Valentina", ¿qué desearía beber o comer esta noche?"

Valentina sonrió con gracia por el tonto chiste de Juliana, pero tuvo que acceder, no quería que le llamaran la atención a la morena. "Está bien, señorita Juliana, pero dejemos al menos en Valentina, ¿va? La señorita Carvajal me recuerda a mi hermana Eva, y ew, no. Y bueno, estoy esperando unos amigos, pero por ahora dame una cerveza".

"Va, una cerveza para la señorita Valentina" la pelinegra se dirigió al grifo de la cerveza.

Valentina vio que desde este asiento podía conversar con Juliana entonces decidió saciar sus dudas "Entonces eres una mujer llena de talentos, no solo eres jinete profesional sino también sabes de bar, ¿qué más sabes hacer? O ¿son solo las bebidas y los caballos tus pasiones en la vida?"

Juliana sonrió de medio lado mientras pasaba la bebida de Valentina, quien le agradeció. Comenzó a preparar otras bebidas y respondió a la castaña "¿La verdad? Ninguna de las dos son mis pasiones, hago esto porque necesito el trabajo, tenía algo de experiencia porque cuando me mude a México trabajaba junto a mi mamá en una fonda, acá en el club me entrevistó Beltrán y no sé, creo que quiso darme una oportunidad, algo que hoy agradezco mucho."

Valentina hizo un sonido de aceptación a la respuesta y continuo "¿Y los caballos?"

Juliana encogió sus hombros "Un día llegué temprano y fui a los establos, vi a Tormenta, uno de los caballos, y estaba algo intranquilo, simplemente me acerque, le hable y estuve con él y se calmó, Montes el entrenador de polo me vio y necesitaban algo de ayuda, al parecer yo era un tipo de "horse whisperer" entonces algunos de mis turnos son en el establo, lo que me beneficia con mis horarios de la universidad".

Valentina mostró asombro "Wait, entonces tu eres domadora de caballos, haces cócteles y además estudias, pero qué es lo que no haces señorita Juliana" Valentina dijo con una sonrisa. Eso sonó un poco más insinuante de lo que en realidad era Valentina.

Por suerte a Juliana solo le pareció un chiste y solo movió sus hombros con una expresión indicando modestia "Hay cosas que no creo que sepa hacer" en eso alzó su vista y vio a Sergio acercarse, esto distrajo a Valentina quien miro por encima de su hombro y le señaló para que el chico se sentara junto a ella.

El chico de barba beso a Valentina en la mejilla y miro a Juliana diciendo "Pero que es esto que mis ojitos aprecian en esta hermosa noche, pero si no es nada más y nada menos que la jinete más bonita, ¿cómo estas esta noche preciosa Juliana?"

Las riendas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora