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Valentina se encontraba en su habitación seleccionado las piezas para el uniforme de Juliana, habían quedado de verse en su casa para que la morena pudiera escogerlas para la competencia. Después de la charla con Montilla ella había vuelto al club, en un horario que sabía que Juliana estaba ausente, e hizo el pago del registro, así como hizo jurar confidencialidad al hombre.

Un ligero golpe en su puerta la alerto de la presencia de alguien "Pase"

"Hola Val" ingreso Juliana quien inmediatamente enfoco su vista en la cantidad de ropa en la cama de Valentina.

"Juls!" la castaña la abrazo con fuerza. A Juliana todavía le costaba acostumbrarse a los gestos de efusivo cariño con los que la chica se expresaba, pero estaba aprendiendo y así devolviendo el abrazo. "Ven acá, mira todo lo que encontré" la tomó de la mano y la acercó a la montaña de ropa.

"Creí que habías dicho "algunas cosas" Val"

"Es bueno tener opciones, mira puedes probarte lo que te guste" le entregó algunas prendas y la tomó por los hombros "ahora ve y te las pruebas"

Juliana entró al baño de la habitación de la castaña mientras que ella se sentó en su cama a esperar. Después de probarse algunas cosas se decidió por una camisa blanca de cuello alto, pantalones del mismo color y una chaqueta azul oscura.

"Te queda perfecto" aseguró Valentina tomando una mano de la morena para darle una vuelta y apreciar el conjunto completo. Tomó su casco y acercó a la chica para colocarlo, ajustando con suavidad la correa debajo del mentón partido y pasando su pulgar por el mismo y su mandíbula marcada.

Juliana no se atrevía ni a respirar, la leve caricia y la penetrante mirada de Valentina invadían todo su ser. Bajo su mirada a los labios de la castaña y luego subió a sus ojos claros nuevamente notando que la chica estaba haciendo lo mismo y estaba aún más cerca, había bajado una de sus manos para posarla en la solapa de la chaqueta y podía sentir su aliento rozar su cara sutilmente.

"Señorita Valentina"

Las dos chicas se apartaron de un salto y con el corazón latiendo fuertemente. "Dime Chivis" gritó Valentina sonrojada.

"La señorita Eva está esperándote en la cocina mi niña"

"Gracias Chivis, dile que en un rato bajo" tenía que ser Evangelina para ser así de inoportuna, aunque si no las interrumpen no sabría que iba a pasar. La ibas a besar, seguramente. ¿Le gustaba Juliana de esa forma? Sacudió su cabeza para eliminar los pensamiento y volteo para mirar a la pelinegra "creo que ese te queda perfecto"

"Si, eso creo, me voy a cambiar" rápidamente entro al baño y recostándose en la puerta tomó aire. ¿Qué acababa de pasar? O mejor, qué fue lo que no paso. La confusión se acumulaba en Juliana, y no entendía porque se encontraba en estas situaciones con la chica de ojos claros.

Salieron juntas de la habitación en un silencio incómodo. Ninguna de las dos pensaba hablar del tema. Valentina pensó en que iba a ver a Eva, mejor advertir a Juliana "Juls, mi hermana puede ser algo, no sé cómo decirlo"

"¿Dificil?" ofreció la morena conociendo ciertas historias de la hermana mayor de Valentina.

"Mejor como a real bitch" Juliana rió lo que hizo sonreír a la chica alta y relajo la tensión previa "pero dejémoslo en difícil, entonces ignora cualquier comentario odioso de su parte"

Una vez en la cocina Valentina se dirigió hacia su hermana quien estaba en la mesa cerca de la cocina "Hola Evangelina"

"Vale" dijo la morena de ojos verdes con su usual displicencia.

"Eva, ella es Juliana, es mi entrenadora de equitación" presentó la chica a su amiga.

"Hola, un gusto" dijo Juliana extendiendo su mano. Eva la apretó mientras observaba a la morena de pies a cabeza con una expresión que hizo que Juliana se sintiera pequeña y se removiera en su lugar.

"¿No estas demasiado joven para ser instructora?" expresó la mujer con una ceja levantada. Cuando Valentina le contó las maravillas de su instructora se imaginaba a una persona totalmente distinta, la joven frente a ella con sus tenis desgastados dejaba mucho que desear, en su opinión.

"Ehm, bueno, no soy precisamente instructora, Val me vio montar en un partido de polo y quiso que yo le diera clases"

La mujer estaba lista para contestar algo más, pero Valentina, conociendo el poco tacto de Eva y su costumbre de juzgar a todo el mundo decidió interrumpir "¿Qué tiene que ver que Juls sea joven? Sigue siendo la mejor profesora que he tenido" como dijo, Eva podía ser a real bitch.

"Okay, asumo que así será desde que te hayas motivado a entrar a la competencia de equitación" en la mano de Eva estaba el formulario de registro y pago que Valentina dejó en algún lugar de la cocina, y que cayeron en las manos menos indicadas. La castaña abrió sus ojos y sacudió la cabeza negando muy sutilmente para que Juliana no lo notara "¿qué? ¿Valentina si vas a entrar o no? Si te comprometes a algo debes cumplirlo"

"Valentina, ¿pagaste por mi registro cuando te dije que no lo hicieras?" dijo Juliana en voz baja, pero con tono frío.

"Juls, yo, mira, puedo explicarte"

Juliana solo la miro con decepción, tomo su bolso y se dirigió a Eva "Un gusto conocerla señora Eva, adiós"

"Juls, espera" pero ya era tarde, Juliana había salido prácticamente corriendo. Miro a Eva con enojo "¡Que mal timing el tuyo! Nunca estas, y cuando estas solo me arruinas la vida"

"A mí me respetas Valentina Carvajal!" gritó Eva a la espalda de la chica que simplemente paro, la miró por encima de su hombro, rodó sus ojos y salió a la entrada de su casa. Sin embargo, no vio a Juliana por ningún lado.

El resto del día lo paso escribiéndole mensajes y haciéndole llamadas a la morena, pero era evidente que estaba siendo completamente ignorada.

Las riendas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora