Bienvenido al universo DxD, en donde tu serás el protagonista de la historia la cual empieza cuando llegas a Kuoh al recibir hospedaje en la casa de Issei por dos motivos: no tienes un lugar en donde vivir, y eres parte de la familia Hyodo.
Y debido...
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Cabe aclarar que la historia ya está planeada en cuanto como quiero que avance, es decir, su inicio, desarrollo y final. Lo malo aquí es que cuando hago los diálogos y las narraciones, porque a veces tiendo a desviarme y dejo de seguir el orden de la historia, para luego borrar, y seguir el orden de nuevo. Ya saben, lo típico xD
— ¡Raynare! Mira lo que conseguí —dijo una chica de una estatura que apenas llega a los 1.50. Tiene el cabello rubio el cual lo ordena por medio del peinado twintails, o mejor conocido como el peinado con coletas a los lados. El color de sus ojos es azul. Y viste un traje de gótica, aunque también puede confundirse con un traje de sirvienta estilo francés tradicional.
— ¿Qué es? —Preguntó sin ningún interés mientras estaba sentada en una de las bancas que se encuentran dentro de las iglesias, con la intención de llamar a su pareja.
—Mira —mencionó, ya que Raynare al estar dándole la espalda, no podía saber que tenía que enseñarle.
Ella se volteó para poder saber qué era lo que quería enseñarle su compañera. Su enojo no se hizo esconder al ver que atrás de la chica había una gran cantidad de personas encapuchadas.
—¿Y estos quienes demonios son?
—Exorcistas renegados, los conseguí para que el plan no salga mal.
—Maldición contigo, Mittelt, ¿acaso no les dije que se mantuvieran alejados de todo aquello que afecte nuestra misión?
—Pero esto nos ayudara para vencer al clan Gremory por si viene aquí.
—Quienes, ¿estos idiotas? —Raynare empezó a crear una lanza de luz— a ver si pueden esquivar esto —Sin previo aviso les tiró la lanza de luz la cual atravesó el pecho de dos exorcistas, matándolos al instante. Los otros, quienes se habían salvado porque estaban fuera del rango de lanzamiento, se encontraban aterrorizados, hasta el punto de que unos se orinaron encima.
—¡¿Qué estás haciendo?! Es verdad que sus vidas son insignificante, sin embargo ellos están aquí para servir como un reforzamiento en nuestras defensas.
—¡Cállate! ¿De qué nos servirá unos exorcistas que no pueden esquivar una lanza de luz? Además, el clan Gremory no vendrá aquí si ustedes no se meten con sus siervo, por lo que si ninguno de ustedes hace alguna estupidez, estaremos bien.
