Eclipse Solar [Chrollo Lucilfer HxH]

capitulo 9

Ya era la hora; eran las 23:00 de la noche. Había llamado al viejo horas antes para que preparara su paga y este lo había citado para arreglar algunos asuntos antes de entregarle el dinero. Entrando a la casa acompañado de Nobunaga y Phinks vio al viejo sentado cómodamente frente a una mesa con una importante cantidad de papeles, al levantar la mirada para verlo le sonrió de una manera desagradable, a su lado derecho estaba la hermana de su "aterrada (ex)amiga" y a su lago izquierdo un par de mucamas que no se atrevían a levantar la cabeza.

- buenas noches, por favor tomen asiento.

Les había dicho descaradamente mientras encendía un habano con una actitud muy molesta para ellos que ignoraron completamente su petición. Al ver que había que tratarlos de una manera especial el viejo les ofreció unas copas del mejor vino que tenía, pero ellos habían guardado silencio una vez más, ya nervioso por la intensa mirada que le dedicaban los tres aterradores hombres no le quedó otra alternativa que ir directo al punto, le incomodaba terriblemente que esos asesinos siguieran en su propiedad.

- lo he citado aquí hoy debido a que el capital prometido no se encuentra en mi dominio actualmente, demorará al menos un par de semanas para que yo pueda entregarle el monto acordado en su totalidad, ¿está usted dispuesto a esperar solo un poco más?.

- no.

Parecía que el viejo sabía que él rechazaría la oferta, pero se mostraba demasiado nervioso. La sala quedó en un incómodo silencio por unos minutos, los dos compañeros de la brigada que se encontraban con él estaban empezando a perder la paciencia y querían saquear la casa de una vez por todas, los espejos los ponían incómodos y el humor de su jefe hacía que quisieran acabar con todo en ese mismo instante. El viejo se aclaró la garganta, tratando de calmar sus nervios y mostrar una vez más la seguridad y confianza que creia ser capaz de encontrar en cualquier momento.

- podríamos llegar a un buen acuerdo, ¿le parecería bien tomar como pago algunos de mis objetos personales? Algunas de mis posiciones son bastante valiosas, además que podría agregar a la paga a la mucama de la que le hablé.

- tomaremos lo que veamos conveniente para culminar el pago, no quiero a ninguna persona como paga.

Con un movimiento de cabeza mando a sus dos compañeros a buscar objetos que le pudieran interesar, pero Phinks se había quedado con él mirándolo de una manera extraña. Acercándose a su jefe quiso explicarle el estado de la muchacha que tanto había buscado, lo había intentado en el camino de ida pero se había mostrado tan reacio a escuchar lo que tenía que decir que prefirió callar más ahora que lo veía con esa expresión vacía y una mirada más feroz de lo usual supo que ya no podía seguir callando o terminaría viendo como su jefe se arrepentía de sus acciones.

Mientras se veía una extraña escena entre los dos peligrosos hombres el viejo mando a varios sirvientes a ocultar varios de los objetos que tenía pues no tenía intenciones de ceder ninguna de sus pertenencias, creía que podría ir a buscar a su sobrina para intentar apaciguar el humor del asesino que tenía en frente, más que nada porque después de platicar con la muchacha que tenía al lado se había enterado que ella y el tenían una relación cercana de la cual podía sacar provecho, así que mando a dos mucamas que la buscaran de su habitación.

La bella joven ahí presente sabia muy bien cual era el plan de su tío, pero ella no tenía la intención de ceder ante la situación desfavorable, había ideado un simple plan para que no solo él dejara de fijarse en su hermana, también su hermana dejara de pensar en él del modo que seguramente lo hacía. Levantándose silenciosamente se acercó con cuidado a los dos hombres callados, ellos habían intentado hablar pero habían callado después de una intensa guerra de miradas que seguramente una persona normal no habría soportado sin largarse a llorar, el aura que los rodeaba era tan amenazante que la muchacha dudaba que pudiera acercarse lo suficiente para siquiera tocarles la ropa con la punta de los dedos.