Él estaba golpeado, muy golpeado, también debía soportar heridas físicas y mentales. Era en ese estrecho coche que incluso aunque la extraña mujer que se sentaba enfrente le dijera que su corazón clamaba por la muerte ya no le sorprendería nada, solo se preguntaba ¿Cómo no sentir aquello que sentía si había fallado prácticamente en todos sus propósitos de vida? Un compañero muerto, un grupo sin líder, un posible enfrentamiento por los requisitos que pediría ese pequeño muchacho rubio sentado a su costado ¿algo podía ser peor? Si, tan solo debía sumar el retorno del vacío que había sido su fiel compañero durante toda su vida pero que había sido capaz de olvidar por un tiempo. Giro un poco y miro su reflejo a través de la ventana del coche, intento sonreír, nunca se había visto sonreír; se sintió más tranquilo cuando vio que era una sonrisa normal, sin nada de especial ¿podría sonreír mas sinceramente? Mas importante ¿en qué momentos de su vida había sido sincero consigo mismo? Hizo uso de sus ya olvidados recuerdos hasta llega a cuando era un niño, viviendo en ciudad meteoro, encontrando un libro por primera vez, intentando leer por primera vez, corriendo y jugando entre la chatarra con sus compañeros, avanzo un poco más, nuevas memorias llegaban a él solo para intentar que su pesimista mente no nublara su juicio; la primera buena comida que tuvo, la primera vez que robo algo sin ser descubierto y lo repartió entre sus conocidos. Después de unos muy cortos minutos paró, su mente ya no fue capaz de recordar los momentos buenos de su vida ¿tan pocos había tenido? Era capaz de contarlos con los dedos de sus manos, entonces llego a él el recuerdo de una muchacha que torpemente se lastimaba por leer un libro que había salido volando de sus manos por algún motivo "¿Cómo habrá llegado a parar ese libro en la banca?" se preguntaba mientras unas renovadas ganas le impulsaban a tomar su teléfono y hablar con ella, deseaba preguntarle muchas cosas más, pero ¿podría hacerlo? La situación crítica en la que se veía envuelto le decía que no, la suerte que le acompañaba desde siempre le decía que no, la última expresión que ella le había regalado el día anterior le decía que no, entonces ¿Por qué seguía sonriendo? Miro su reflejo una vez más, en ese momento de nada le servía lamentarse por sus actos, mucho menos entristecerse después de tratar de ser feliz.
Su resignación era casi palpable, esperaba y ponía toda su fe en que su brigada lo abandonaría, que ellos irían juntos a buscarlo al aeropuerto y, aunque el muriera, derrotarían al joven de las cadenas. Sin hablar de más espero pacientemente, deseaba poder despedirse de ellos y recordarles lo orgulloso que esta de todos, que el siguiente líder debía tomarlo como un mal ejemplo y hacer lo que él no había logrado, deseaba pedirle a sus tres acosadores que le llevaran el libro que siempre tenía detrás del gran escombro en el que sentaba y se lo llevaran, deseaba leer esa carta una última vez, deseaba que todos sus libros y esa chaqueta negra que tenia se lo dieran a ella como despedida de su parte. Deseaba muchas cosas, quizás demasiadas, quizás eran deseos imposibles de cumplir pero aun así con ellos podía sentirse un poco más lleno, un poco más vivo, por todo eso y quizás más se sintió completamente idiota cuando observo como solo Pakunoda llegaba por él, con esos dos niños, siguiendo las peticiones al pie de la letra ¿Por qué el alivio rozaba su desesperación? Todo eso era absurdo, el que el resto de su brigada estuviera de acuerdo era algo inconcebible para él, era ridículo y era estúpido. El ver como una cadena atravesaba su pecho había sido poco en comparación con ver como la misma cadena atravesaba el pecho de su compañera, dirigiéndose directo a su corazón; era un poco doloroso, un poco frio, un poco incómodo, pero enseguida desaparecía.
Lo habían dejado, solo, sin haber podido cumplir ninguno de sus deseos, sabía que eso era algo inevitable. Al frente suyo apareció Hisoka, exigiendo un duelo que no podría cumplir, demostrándole que Uvogin había tenido razón en sus sospechas del informante. Si él hubiera prestado un poco más de atención a su alrededor ¿podría haber evitado su muerte? Si lo hubiera escuchado ¿habría podido salvarlo? Soltó una pequeña risa, la más fuerte que majas había salido de sus labios ¿de qué se reía? No podía ser del excelente contrincante que tenía enfrente, ni del desconocimiento que parecía tener de toda la situación; se reía un poco de el mismo, un poco de sus lamentos, un poco de sus esperanzas y un poco de su derrota. Hisoka se había ido, la gran aeronave había zarpado, miro a su alrededor, nada, ¿Cómo debía proseguir? Sin más opción recordó lo que decía su fortuna, y sin esperanzas se dirigió al este.
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Eclipse Solar [Chrollo Lucilfer HxH]
Фанфик¿Como se atrevía esa simple chica a retarlo y regañarlo tan descaradamente? El podía reírse de quien quisiera y más aun si ella había cometido un error tan tonto, el único motivo por el cual seguía con vida era porque quería ver su expresión cuando...