capitulo 26

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Le dolía el brazo, el hematoma que le abarcaba la mitad del músculo no era tanto el problema como lo era la piel reventada que no paraba de sangrar ni por un segundo, y como no era un corte uniforme la dificultad para cocerlo era aún mayor. El dolor era soportable, se había visto en la obligación de soportar peores sufrimientos, pero el cansancio mental que le causaban los cambios abruptos de personalidad de Amaro eran los que la superaban, no entendía como alguien a quien creía conocer tan bien podría ser tan distinto al mismo tiempo ¿valía la pena quedarse y averiguar qué era lo que le sucedía? Después de todo le tenía un estima superior que a cualquier persona que hubiera conocido, era su familia, su apoyo, su confidente y en algunos casos su salvador, pero tampoco podía pasar por alto el daño que le había causado, ni tampoco podía olvidar que había una persona desaparecida y él era el único que conocía su paradero (al parecer). Después de unos minutos sin escuchar más que pesadas respiraciones intento averiguar lo más posible de los hombres que inútilmente intentaban venderle el brazo, ¿siempre habían sido tan lentos? No los recordaba así, se suponía que ellos eran buenos cazadores, quizás no los mejores, pero al menos lo suficientemente buenos para que no les faltaran ofertas de trabajo. Movió lentamente una mano en frente de los ojos de uno de ellos, pero parecía que no se daba cuenta de ello, le tocó el hombro al otro, pero simplemente ignoró su tacto. Después de sus múltiples intentos de comunicación fallidos escucho unos pasos y supo que Amaro llegaría en cualquier segundo, de manera sorpresiva vio como sus compañeros se incorporaban lentamente, abriendo y cerrando los ojos, moviéndose un poco más rápido hasta llegar a una velocidad normal; sus ojos aún parecían vacíos, pero ahora había más vida en ellos.

- Me prometiste respuestas.

Él se quedó observándola y ella supo que debió irse en cuanto pudo, la expresión de Amaro había vuelto a ser la de antes; vacía, malvada, oscura. No quiso responder, apartó a la persona que le curaba el brazo de un golpe y empezó a hacerlo el, con un par de puntadas sin anestesia y sin un poco de cuidado termino el trabajo en menos de diez minutos, lo cual ella agradeció. Ambos se levantaron de donde estaban, el maquinaba un plan para que ella no abandonara el lugar, aun necesitaba saber de ella para poder llegar a la otra persona ¿estaría mal cumplir lo que había prometido y contarle la verdad sobre la desaparición de su compañera? La respuesta era no, pero no deseaba decirle la verdad, una parte de el deseaba tener el control sobre la verdad y sobre la información en que ella confiaba, quería saber que tanto creía en él y que tanto confiaría en sus palabras.

- Les confesé todo, no podía seguir mintiendo a nuestros compañeros para que tú continuaras con tus escapes secretos. Ella confeso todo en cuanto escucho quien era el, y después abandono el grupo, dijo que no podría volver a verte después de traicionarte, le pedí que se quedara pero (...)

- Está bien, lo entiendo.

Obviamente no le creía ¿o si lo hacía? No estaba segura, una parte de ella le decía que el solo decía mentiras desde hacía mucho tiempo, pero otra parte de ella analizaba los datos y los encontraba coherentes, incluso creíbles. Suspiro, no podía pensar claramente gracias a sus sentimientos, necesitaba más información para poder tener una postura clara; ignoro las miradas y fue directo a tomar un frasco de pastillas para el dolor, se giró y observo a Amaro.

- Estoy esperando tus disculpas.

- ¿Por?

Ella señalo su brazo con el mentón, realmente estaba dolida con las acciones de su compañero, pero no hacer más que actuar indiferente. Amaro sentía una extraña incomodidad, no sabía si debía disculparse o ignorarla, su sentido de la empatía había cambiado radicalmente hasta ser prácticamente inexistente; clavó su vista en el brazo y este se veía bien, no tendría problemas en el futuro "no es para tanto" pensó para calmar su conciencia y luego ignorar el pedido que le habían hecho. Ella tenía su paciencia al límite, definitivamente no permitiría que la tratasen así una vez más, no después de todo lo que había pasado. Sin decir más y sin esperar cambios se retiró lo más rápido que le permitieron sus piernas hasta llegar a la puerta de salida, sus pertenencias aún estaban regadas por el suelo después de haberlas soltado por el incidente. Se agacho para recoger todo e irse, pero escucho como llegaba hasta ella el sonido de una vibración proveniente de la mesa que estaba a su lado, se acercó para comprobar que el teléfono le pertenecía a Amaro y que además le habían llegado una serie de mensajes que no podía entender del todo ¿de qué plan estaba hablando? ¿Quiénes eran los que llegarían en dos días hasta su hogar? Y lo principal ¿de quién querían deshacerse? Estuvo a punto de tomar el teléfono y salir corriendo, pero Amaro había aparecido y fue directo a tomarlo, era extraño, como si no quisiera que ella conociese el contenido.

Eclipse Solar [Chrollo Lucilfer HxH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora