capitulo 12

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Phinks había regresado a la guarida en un tiempo récord, velozmente fue en busca de Feitan y con un rápido movimiento de manos le arrebató el celular de su jefe para observar con alivio como el no había reenviado nada aún y como ella aun no había leído la conversación pero si había recibido los mensajes. Feitan  estaba molesto ¿realmente le había pedido colaborar para que después le quitara su único trabajo? Se sentía molesto por haber aceptado en primer lugar.

- ella tenía su tarjeta.

Le dijo jadeando por el cansancio, eso era una sorpresa, les facilitaba el trabajo, solo quedaba esperar. Pasaban las horas y ya se hacía de noche pero no recibían una respuesta de la chica, pese a no tener un mínimo de fe ellos se sentían decepcionados, después de todo habían gastado inútilmente recursos y tiempo en algo que hubiera quedado igual sin esfuerzo. Apagaron el aparato y lo devolvieron a su lugar, con cuidado de no ser descubiertos, entonces siguieron el resto del día como si nada hubiera sucedido.

Ella había pasado el día con su nueva adquisición, descubriendo un montón de novedades que su anterior teléfono no tenía, encantada había configurado todo una vez más y se había sentido en extremo contenta por haber guardado las pequeñas tarjetas que con dolor había rescatado. Una vez ya con todo listo revisó una a una las notificaciones que aparecieron en la parte superior de su pantalla, entrando a su correo solo encontró un montón de spam, entrando a otra aplicación un par de interacciones y reacciones, terminando de revisar todas sus redes sociales no había encontrado nada más interesante que un par de chismes de compañeras de la universidad, finalmente entro al sector de mensajería y llamadas en el que encontró una predominante presencia de su compañía telefónica advirtiendo el corte de su línea por el desuso, ella haciendo unas rápidas llamadas arreglo el asunto y después de unos minutos le habían llegado 3 mensajes de su línea nuevamente habilitada; uno de una amiga, uno era un numero desconocido y el ultimo era la respuesta de cierta persona a la cual quería olvidar. Sacudiendo su cabeza y apretando fuertemente el aparato cerró la sección de mensajería y entró en la de llamadas; tenía un par de llamadas de compañeros, un docente y 3 llamadas de él; 2 en diferentes horas pero en el mismo día y 1 de tan solo dos semanas atrás.
Ya eran pasadas las 11 de la noche y ella había releído demasiadas veces el mensaje que le habían enviado hace ya tanto tiempo atrás, al principio le parecía irrefutable y pensaba no responder, pero después de analizarlo por horas había encontrado una respuesta perfecta, un argumento digno del perfecto abogado, con el seguramente lo dejaría con la boca cerrada y debería admitir su inmediata derrota, pero ella no se atrevía a enviarlo. "Solo voy a escribirlo, para estar segura de cómo se leería" dijo para si misma mientras redactaba las palabras de manera fluida, al concluir se dispuso a releer su obra y, con mucha seguridad, había sonreído por primera vez en semanas ¿valía la pena guardar semejante obra para si misma? Ella creía que no, pero no estaba dispuesta a enviarlo ¿o si? Estuvo debatiendo demasiado tiempo por lo que resolvió decidirlo a la mañana siguiente; así que con la mente volada intentó en vano dormir, la emoción y el nerviosismo se lo impedían, solo había una manera de poder descansar de manera tranquila y era presionando el pequeño botón que simulaba una flecha volcada en su teléfono nuevo ¿cómo podría ella negarse un buen sueño? Después de todo no lo estaba perdonando, ni deseando recibir una respuesta, solo no deseaba dejar una discusión a medias; mucho menos si ella saldría victoriosa. Se sentó sobre la cama de golpe, lanzando las cobijas que doña Lucinda le había prestado se había levantado para, con paso firme, tomar el teléfono y presionar el botón, se aseguró que el mensaje estuviera enviado y al fin pudo dormir tranquilamente.

Al día siguiente todos en la guarida se habían reunido para distribuir la ganancia del robo que había ocurrido hace más de una semana, algunos veían a su jefe después de días y lo que se encontraron frente a ellos no fue prometedor, pero los aliviaba de cierta manera; se veía serio, cansado y un poco más pálido que antes, pero su mirada era diferente, como si por fin hubiera superado los acontecimientos. El los había citado para culminar con el trabajo que todos habían efectuado eficientemente y que, por motivos personales, el había retrasado. Cuando los tuvo a todos a la vista prosiguió a explicar el cómo les partiría y como les entregaría las ganancias, pero tenía una pequeña duda numérica, por lo que se levantó dando una breve disculpa y fue en busca de lo que encontrara primero; una calculadora o su teléfono. Encontró los dos al mismo tiempo pero extrañado vio como el aparato que tenía abandonado se encontraba en una posición diferente a la que recordaba, además que la cantidad de polvo reunida en la superficie no concordaba con el tiempo que llevaba ahí, odiaba sentir desconfianza de sus compañeros pero si alguien tocaba sus pertenencias de una manera tan descarada no se quedaría callado; muy molesto camino de vuelva al punto de reunión mientras encendía el aparato con una mano. Al verlo de vuelva y con una expresión peor a la que tenía antes sus compañeros se incomodaron, era claramente una advertencia no hablada la que enseñaba con la mirada. Por un segundo la piel de Phinks y Feitan se tensó, sus corazones latina rápidamente y se empezaba a formar una expresión de preocupación en el rostro, a ninguno de ellos se les ocurría una buena excusa pero debían confesar antes de que la situación empeorase. De pronto y para sorpresa de todos la malvada expresión de su jefe se redujo a una mirada vacía y una interrupción en su respiración apenas perceptible. Phinks volvió a respirar ¿su plan había funcionado? Quería gritar de alegría, pero se limitó a sonreír por lo bajo mientras le enviaba a Feitan una muy (poco) discreta mirada, este último se había limitado a callar y observar pues aún no estaba claro que era lo que había ocurrido. Por unos segundos todo quedó en silencio mientras el con lentitud apagaba el aparato y terminaba con todos los puntos de la reunión. Al concluir y con todos satisfechos él se retiró, quería sonreír pero no podía hacerlo frente de todos sus compañeros, quería responder pero el argumento era tan bueno que dudaba que pudiera encontrar una buena respuesta, se preguntó si ella estaría sonriendo de igual manera, pero casi inmediatamente descartó la idea. La vida le había dado otra oportunidad ¿la tomaría? ¿Merecía ese pequeño pedazo de felicidad? El creía que no, pero cada poro de su piel gritaba que sí, así que pasó por su biblioteca; buscó un par de libros que le podrían ayudar y se dispuso a leer toda la tarde. Mientras tanto Feitan y Phinks se veían sospechosos para el resto de sus compañeros, se veían felices, activos, orgullosos de algo que el resto desconocía. Phinks había molestado bastante a su pequeño compañero que no tenía un poco de fe en su plan ¿cómo es que no había colaborado antes? Si acabaría de tan maravillosa manera. Feitan sentía una extraña mezcla de molestia, alivio e incluso felicidad después de la reunión, era quizás la primera vez que realizar un acto bueno le producía un sentimiento tan placentero, se sentía capaz de soportar las burlas de su compañero sin que las ganas de cortarle el cuello lo superaran. Dando nulas explicaciones decidieron callar y olvidar lo que habían logrado, a partir de ese momento todo dependía de su jefe.

Ella había despertado temprano, sin encender su teléfono por los nervios ¿y si el no respondía? Eso estaría bien, se supone que es lo que ella deseaba, pero en el fondo esperaba una respuesta inteligente e irrefutable de su parte, de esas que le harían sentir más tonta pero a la vez emocionada por encontrar a alguien con semejante inteligencia. Bajó lentamente del segundo piso hasta la cocina donde se encontró con el muchacho al que tanto cariño le había tomado, ella sentía que era como un hermano del cual cruelmente había sido separada al momento de su nacimiento ¿por qué no podría tener una familia como esa? Se sentó en frente para tomar un tazón de fruta picada y entre risas y charlas el le había comentando algo que la dejó con una graciosa expresión de confusión en los ojos y una mueca en los labios.

- ¿qué te hizo la vida para amanecer tan contenta? Es la primera vez que sonríes tanto desde que llegaste.

¡Eso era mentira! ella sabía que lucía igual que siempre, a lo sumo se mostraba aliviada por encontrar al fin un lugar seguro ¿pero más feliz? No, el definitivamente estaba equivocado. Había cerrado la boca y apartado molesta la cara después de negar a la acusación y terminó rápidamente su desayuno para ir un día más a su nuevo trabajo. Caminaba lentamente mientras se colocaba los auriculares para escuchar algunas canciones que había logrados descargar la tarde anterior, mientras lo hacía ignoraba completamente las notificaciones que se iban acumulando conforme pasaba el tiempo. Llegando al fin al lugar apagó el aparato a tiempo de colocarse en su pequeño mostrador, se encontró con su vieja amiga y un par de personas que observaban los cuadros con desinterés, era una escena triste para los amantes del arte pero hacía que las pocas personas que realmente lo disfrutaban fueran más brillantes y más entrañables.

Las horas pasaron rápidamente, ya era momento de regresar asi cerraron las puertas, limpiaron el lugar, revisaron por última vez el estado de la exposición y partieron todos juntos a la cómoda casa que los acogía tan dulcemente, ella había olvidado por completo lo que estaba esperando, así que al momento de ingresar en su hogar provisional y despedirse amablemente de las dos personas a las que ya consideraba familia saco el teléfono que tenía guardado y lo encendió, dio un rápido vistazo a sus notificaciones mientras terminaba su rutina nocturna, una vez ya en cama entro a la sección de mensajería y recordó por qué motivo había estado tan ansiosa en todo el día, se dio cuenta que había una respuesta de parte de él y solo pudo sentarse de la emoción, mareada y temblorosa. Sentía que le faltaba la respiración mientras los dedos le fallaban al intentar entrar en la conversación para leer el mensaje completo. Una vez que lo logro leer el argumento enviado se sintió molesta, burlada, ¡era una estafa! ¿de dónde había encontrado él información semejante? Era imposible, completamente imposible que eso fuera cierto ¿de que bibliografía lo había sacado? Muy molesta le había enviado una respuesta pidiéndole explicarle la procedencia de tan dudosa información. El había respondido con un mensaje de apenas dos líneas "si desea puedo enseñarle el libro, ¿me lo permitiría?" Y ella había gritado.






Nota: son 1k de lecturas, no saben lo feliz que me siento ♡♡ son 2 capítulos que espero les gusten, gracias por leer, me hacen tan feliz que no lo pueden imaginar ♡♡  gracias a todos ♡♡

Eclipse Solar [Chrollo Lucilfer HxH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora