Eclipse Solar [Chrollo Lucilfer HxH]

capitulo 7

El se había citado con un hombre viejo, de carácter terrible y con un aroma a alcohol que lo embriaga sin la necesidad de beber en lo absoluto, pero creia que tener algo que hacer lo distraeria de su nerviosa y ansiosa mente que quería llevar a su cuerpo en busca de alguien que probablemente no quería verlo. Una vez reunidos en ese lugar alejado de la ciudad se preguntó si realmente valía la pena hacer un trabajo para alguien tan bajo como el, pero aún así escucho todo lo que el viejo tenía que decir.

- muy buenas tardes tenga usted, me llena de felicidad que haya aceptado esta breve reunión, yendo al grano pues no deseo ocupar demasiado de su tiempo le rogaría que aceptara el trato del que le vengo a informar.

El modo en el que lo dijo escuchaba desagradable, demasiado rebuscado, parecía que tenía experiencia en el campo de las negociaciones con gente de "alto estatus" a la que más se la satisface con palabras rimbombantes que con el significado de la frase en sí. Observando cómo sacaba unos cuantos papeles logro dar con algunos objetos de mucho valor en el pequeño maletín que llevaba cargado, pero nada que le llamara la atención lo suficiente para obligarle a realizar alguna acción más que observar. Al momento que el viejo le entrego las hojas pudo leer un contrato que en resumidas cuentas hablaba sobre como debía custodiar su hogar y encargarse del asesinato de uno de sus colegas. Pasando la hoja se encontraban los métodos de pago, la cantidad de dinero que podía ofrecer era exorbitante y viéndolo de ese modo la propuesta era definitivamente buena, pero hubo una alternativa que le llamo la atención.

- ¿a que se refiere usted con un "pago con esclavitud forzada"?

- mire usted, tengo un problema con cierta mucama que no puede pasar los días sin amenazar contra mi vida, pero afortunadamente es muy bella y buena en los quehaceres, yo no soy capaz de controlarla pero creo que si es usted ella podría comportarse como es debido, es por ello que podría interesarle como método de pago.

La sonrisa del viejo era desagradable y malvada, no le agradaba la idea de recibir una vida a cambio de trabajo, pero la oferta monetaria lo había convencido, además de tener el libre acceso a la casa de la cual planeaba sacar el mayor provecho, quien podría adivinar la cantidad de cosas interesantes que se podría encontrar ahí.
Finalmente firmó el documento con una firma que había inventado en ese momento y cerró así el trato con el hombre viejo, encanto este le había propuesto llevarlo el mismo en el coche que tenía esperándolo a unos metros de donde se encontraban pero él se había negado, necesitaba informar a sus compañeros que tendrían una buena cantidad de noches para ingresar a la casa y descubrir que era lo que con tanto recelo quería proteger, al punto de necesitar callar a un "aliado" suyo.

Después de una seca despedida y viajando por unos minutos llegó a su guarida en la que encontró solo a la mitad de sus compañeros que andaban bastante distraídos en sus propios asuntos. Inconscientemente se había apartado de ellos un poco, una pequeña, casi minúscula parte de él los culpaba por su "amistad" frustrada, pero era solo porque no quería soportar la culpa solo, deseaba creer que el error lo había cometido otro. Caminando sin dar importancia a las miradas que lo seguían se sentó en su lugar preferido, saco un libro y mientras lo leía distraídamente les comento lo sucedido.

- debería existir un buen motivo por el cual ese viejo necesitara una seguridad mayor a la que tiene actualmente, es posible que en el interior de su casa exista algo que sea interesante, me encargaré de vigilarlo y en cuanto tenga seguro si nos importa lo que tenga les daré la señal para que lo roben.

Todos asintieron, no era un trabajo demasiado codicioso a simple vista pero había la posibilidad de que un tesoro bastante grande se encontrara en aquella enorme casa. La única persona que no estaba satisfecha era feitan, pues si él lograra descubrir que ella estaba en ese estado lamentable y que lo había descubierto antes de darle la noticia de que "estaba bien" estaría en problemas, no graves, pero le desagradaba la idea de tener una mirada de reproche de él, esa mirada de decepción que no ponía desde hace mucho tiempo. Una vez que el poco ruido que había producido la noticia se había apagado por completo decidió ir a lo seguro y preguntar por la otra parte del trabajo.