Capítulo 14

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Abrí la puerta de mi departamento lentamente para mirar la del departamento de Damián, gire lentamente para cerrar la puerta de mi departamento y así caminar en silencio por el pasillo, no podía creer que estuviera haciendo todo esto con tal de evitarlo pero era un riesgo que no quería tomar pues aparte que lo había besado como si estuviera a punto de tragarmelo le vomite encima, tomé las escaleras de emergencia pues conocía mi tan maldita mala suerte que sabía que tenía una enorme posibilidad de encontrarme a Marcus, al cual tampoco quería ver después de los hechos sucedidos el día de ayer, de saber que todo se volvería tan malditamente incómodo me habría tragado la curiosidad para dejarlo en el olvido, pero no tenía que meterme tales ideas locas, no volvería a hablar con Karol sobre absolutamente nada de nada.
Abrí la puerta de emergencia para quedar del otro lado del edificio y sonreí al ver mi auto, tendría que agradecerle a Sergio por haber traído mi auto hasta este lugar, le diré a mi madre que lo recompense por todos sus años de servicio como portero. Me acerque a mi auto pero me detuve cuando el vidrio bajó y vi a Marcus dentro, solté un grito debido a la sorpresa, maldito Sergio, portero mal agradecido, le diré a mi madre que lo despida.

—Ahora vas a evitarme.

—Yo no te estaba evitando—dije mientras llevaba mi mano hacia mí pecho.

—Nos conocemos desde que somos unos niños, de alguna forma te vuelves un tanto predecible—dijo mientras bajaba del auto.

—Yo no soy predecible.

—Lo eres, de hecho más de lo que te gustaría admitir... Arianwen, ¿por qué preguntar algo de lo cual no querías una respuesta?

—Si no hubiera querido una respuesta no te habría preguntado.

—Bien, ¿entonces por qué te arrepientes? ¿Pará qué saber la respuesta si ibas a ignorarme?

—Oh disculpa, pero estas tan acostumbrado a ignorar a todo el mundo que no pensé que esto te fuera a afectar.

—¿Por qué tienes una opinión tan mala de mi?

Interrogó y entonces su celular comenzó a sonar yo me cruce de brazos mientras notaba su mirada de duda, lo escuché maldecir cuando tomó la llamada, le arrebate las llaves de mi auto y subí.

—Y para tu información, si tu le hubieras vomitado a alguien tras haberlo besado también estarías evitando a esa persona. Ahora, ten un buen día.

Dije mientras cerraba la puerta de mi auto en un azote antes de marcharme, vaya que mi corazón no dejaba de latir con prisa, por un momento pensé que iba a morir debido a sus reclamos. Ciertamente lo estoy evitando pero no es algo que pienso declarar, las cosas se volverían más incomodas sin mencionar que un tanto extrañas, creo que prefiero cuando soy ignorada por él que ahora que atraigo su atención, ese hombre si que sabe como ponerme bastante nerviosa.

Al llegar al trabajo escuche el grito de Karol, salí disparada del auto para ir corriendo hasta la oficina, solté un grito cuando un jarrón se estrelló a mi lado y pude como Karol era sostenida por uno de los trabajadores mientras ella grita de maldiciones hacia la persona frente a ella me acerque con rapidez para ver a Damián, ¿que demonios hace aquí?

—¡Al diablo las demandas! ¡Lo mandare directo a urgencias!

—Karol por favor, ya basta.

—No me digas que hacer que ahora si lo hago chicharrón.

Yo me puse en medio de ambos mientras trataba de tranquilizarla.

—Vamos a calmarnos un poco Karol, no puedes lastimarlo.

—¡Al diablo! Si quiere demandar que demande, es más que tomé una fotografía de antes de la desgracia que le voy a hacer.

—Llevo mas de media hora diciendo que vengo en paz.

¿Aceptas Este Amor? Si... No... ¿Tal Vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora