Capítulo 29

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Solté un largo bostezo mientras cambiaba los canales en busca de algo entretenido por ver, el timbre captó mi atención me levante del sillón para abrir la puerta, frente a mi un enorme ramo de flores apareció mire a Marcus quien me sonrió pero yo solo cerré la puerta para ir en busca de algo que comer. 

—¿Estas molesta por algo? ¿Que hice? —pregunto mientras entraba al departamento.

— Oh no lo sé, tal vez desaparecer de mi vista por una semana enterada, no llamadas, no mensajes, ni siquiera una maldita señal de humo.

—Lo siento, pero tenía mucho trabajo y...

—Si lo se, incluso yo tengo mucho trabajo pero aún así no deje de enviarte mensajes si no querías responder al menos dile a tu secretaria que lo haga por ti de esa manera al menos sabré que sigues con vida—abrí el refrigerador para tomar un bote de yogurt.

—Lamento si te hice sentir de esta manera pero...

—No—le interrumpí —
No quiero volver a oír tu falsa promesa de que esta vez las cosas serán diferentes y engañarme a mi misma tratando de creer que así será solo porque tuve sexo contigo. Esto no está funcionando Marcus, es más ni siquiera empezó bien.

—Ari, se que estas molestas y tienes razón para estarlo pero...

—No quiero pasar toda mi vida teniendo a un esposo que este mas casado con su trabajo que conmigo.

Un silencio reino entre ambos, note como desvío su mirada y la verdad es que aquello me dolió pues esperaba una respuesta diferente.

—Al menos alguna vez, ¿pensaste en casarte conmigo?

—Ari yo...

—No lo hiciste, es de esperar.

Lo escuche soltar un largo suspiro mientras dejaba el ramo de flores me miró en silencio antes de abrir la boca pero antes de poder decir algo el timbre sono.

—Hola, hola, mi querida hermanita yo... Oh, lo siento parece que interrumpí algo.

Mire a mi hermana antes de negar.

—¡Tía Ari! ¡Tía Ari!—gritaba emocionada mi pequeña sobrina antes de callarse —¿Que hace aquí el tío Marcus?

—Nada.

—¿Por qué te trajo flores? ¿Que hace aquí? ¿Y por qué?

—Cariño, ve a ver televisión —le ordenó mi hermana a lo cual ella corrió a la sala —. Saben, todo esto se ve muy incómodo, no se que pasó entre ustedes pero creo que volveré después.

—No hace falta, nosotros no...

— Mira tía un anuncio sobre el zoológico, vamos, vamos, por favor.

—Zarah te dije que fueras a ver la televisión.

—Eso estoy haciendo.

—Saben creo que vendremos en otra ocasión, ustedes dos que tal si resuelven sus problemas.

—No hace falta, nosotros ya terminamos. Así que llevare a Zarah al zoológico, solo iré a vestirme.

—¡Genial!

Grito emocionada la pequeña mientras yo me marchaba a mi habitación a ponerme algo de ropa decente sabía que esto era una mera excusa para evitarlo pero desde ese día no pude evitar pensar que las palabras de Damián tenían algo de verdad. Al salir de mi habitación observe a Zarah y a Marcus pero mi hermana no estaba por ningún lado.

—¿Nos vamos?

—¿Donde esta tu madre Zarah?

—Dijo que tenía cosas que hacer pero que estaría bien ya que la tía Ari me cuidaría junto con el tío Marcus.

¿Aceptas Este Amor? Si... No... ¿Tal Vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora