"next to me" - brangie

10

angie manejó unos 15 minutos y nos metimos como en un bosquecito, era algo pequeño y había un lado, era agradable pero para venir de noche no tanto.

frenó su auto y me sonrió, esa maldita sonrisa.

baje y no había muchas luces, solo la luna que alumbraba el gran bosque, de un rápido movimiento angie agarró mi mano y me guiaba por donde caminar.

—si me vas a matar que sea rápido -bromeé.-

—si lo hubiera querido hacer ya lo hubiera hecho el primer día que te vi -bromeó girando hacia mí.-

caminamos un poco alejándonos del auto, angie iba con su linterna del celular.

de pronto, veo como una casa, pero era diferente. Era una casa arriba de un árbol, dicho mejor, una casa de árbol.

angie sonrió al ver dicha casa y me miró.

—estás loca si pensas que voy a subir ahí -dije.-

—no seas cagona brisa, la vida es una -habló y me tiro del brazo.-

seguía iluminando y vi unas escaleras que nos llevaban hasta arriba.

angie subio primera y yo la seguía. Luego de que por fin llegamos, angie desaprecio de mi lado y me asuste un poco.

de repente luces iluminaron toda la casa. Era una casa hermosa, pequeña, pero hermosa.

había una cama de dos plazas, un colchón y una pequeña tele, también una heladera pequeñita.

—¿y qué tal? -preguntó.-

—¿esto es tuyo? -pregunté.-

—no, es del presidente -bromeó y se rió.- sí estupida. -dijo.-

—no me esperaba esto -hablé y entré en la casa.-

me asome por la ventana que había y pude notar la hermosa vista que había, en el pequeño lado estaba reflejada la hermosa luna que nos regalaba la noche.

todo era maravilloso.

la casa estaba increíble, limpia y decorada a la perfección. Se puede decir que angie se dedicó bastante a estar acá y dejarla en condiciones.

—¿y como es que tenes una casa del árbol? -pregunté sentandome en el sillón.-

—cuando vinimos a vivir acá con mi papá, yo estaba algo triste, dejé a mi mamá y mis amigos en rosario..y mi padre para sacarme de la maldita depresión, pensó que sería un buen plan armar esto -habló con sus brazos abiertos.-

yo sabia que angie no era de buenos aires por su forma de hablar, pero jamás me imaginé que sería de rosario.

—no sabía que vivías en otro lado -hablé.-

—que raro que federico no te lo contó -bufó.- le encanta hablar de mi vida -dijo algo enojada, apoyándose contra la pared.-

—no hablemos de fede -dije.- hablemos de vos.

—no hay nada de que hablar -dijo.-

—si que la hay..¿cuando construyeron esta casa? -pregunté.-

—el año pasado, antes de que comenzara la universidad, siempre veníamos cada día con mi padre a construirla, hasta que llegó la época de ir a clases y la dejamos de construir, entonces fue cuando conoció a la madre de federico -habló, podía notar un poco de tristeza en su voz.- y prácticamente se olvido de mí.

me dolía, saber que angie se sentía reemplazada por la madre de federico si que dolía.

me acerqué hasta ella y con mi mano la guié hasta la cama, en la que nos sentamos de frente , como indios.
le hice una seña para que siguiese hablando.