Protégeme

Capítulo 3

Christian se levantó. Aún no entendía como las patas de la cama no se habían quebrado después de la cabalgata que Elena le había dado. Pero él se había desahogado y la chica se había corrido alrededor de seis veces.

Fue a buscar algo de beber, una cerveza o champagne frío, cuando vio el portátil.

-Mierda-se quejó.-Me olvide de vigilar a Anastasia.

Ya eran las cinco de la tarde y la clínica de masajes debía estar abierta.

En cambio, habían policías por todos lados y la secretaria que lo atendió esa mañana lloraba desconsoladamente hablando con un inspector.

-¡Mierda!-no la veía por ningún lado. Ella era la involucrada, le había pasado algo . Y por una puta distracción, la había perdido. No podía dejar que la policía se encargará de eso.

Echó la cámara un par de horas atrás. Vio que Jack estaba allí de nuevo.

-Te tengo-murmuro sonriendo y dando un trago a su bebida. -Se donde vives Jack Hyde, te vas a cagar-dijo para si mismo. Elena lo rodeo por detrás.

-Vuelve a la cama conmigo-dijo dejándole un rastro de besos por su hombro.-Vamos...

-No, tengo que trabajar-Christian se puso los jeans y el jersey. Volvió a coger las botas y una ak 47 que guardaba en su almacén privado.

-Chris...

-Te dije que no. Busca a otro de la oficina-ladro Christian . -Tengo trabajo y si Anastasia muere será por mi culpa...por distraerme, así que me voy-salió dando un portazo y dejo a la excitante chica en medio de su salón desnuda.

-¡Mierda!-murmuro. Cogió su teléfono y marco rápidamente a alguien. -Estate atento, va para allá, no he podido detenerlo.- cerro el móvil sonriendo.-Ay Chris... que pena que no hayamos podido disfrutar más. Eres un amante demasiado bueno como para terminar muriendo de esta manera tan ordinaria.-fue hasta la habitación de Grey y empezó a vestirse, dispuesta a marcharse ya había terminado su trabajo.

[...]

-¿Donde te escondes pedazo de hijo de puta?-dijo tirando la puerta al suelo.-Jack, sal si no quieres que te despelleje vivo, animal.-se escucharon unos tiros casi rozando su cien. Christian se agachó, rodando hasta que estuvo cubierto por un sofá. Sus ojos se adaptaron a la poca oscuridad.

-Sabes de lo que soy capaz, idiota. Dame a la chica y nadie saldrá herido-Aunque eso no se lo creía ni él.

-Deja que lo piense-dijo irónico Jack , aunque era lo único que Christian quería; que hablara. Ya lo había localizado y Anastasia no estaba con él.

-No.

-Demasiado tarde-preparo su Ak 47 y empezó a disparar sin cesar justo en el sitio en el que Jack se escondía. Después, silencio. Christian se levantó lentamente y fue donde estaba el cuerpo tendido de Jack . Lo movió con el pie. Pero pronto sintió una punzada.-Muere como un buen hombre cabrón-le disparo a carne viva.-No se vale hacerse el muerto-rió, asegurándose de que Jack ahora si estaba completamente muerto.
Se agacho para quitarse el cuchillo que le había clavado en el muslo.-Ah...-lo lanzó junto a Jack.-Hijo de perra, otra cicatriz más por tu culpa.-Encendió una luz y observo la casa. Vio una escalera. Subió con cuidado de que no hubiera más agentes de aquella mafia rusa, como Jack Hyde. Tiró la primera puerta al suelo. Nadie, nada.

-Mmmmh-se oyó un gemido. Se dirigió hacia la habitación donde provenía. Abrió la puerta y se encontró con Anastasia semidesnuda, atada a una silla y amordazada.

-Oh, no-Christian sonrió, negando con la cabeza.-Que chico mas malo, no sabe que esto no se le hace a una mujer-desabrocho la mordaza de Anastasia.

-¡Desátame, joder!-es lo primero que dice.-¿Quien eres? Espera...yo te conozco-Christian alzó una ceja, divertido.-Esta mañana te he atendido...¡Oh dios mío, estoy rodeada de locos!

-Muñeca, cállate si no quieres que te amordace de nuevo. Yo soy de los buenos.

-Ya claro, ¿y cómo lo sé yo, eso? Pensaba que Jack...-no tuvo tiempo de terminar, pues Christian la amordazó de nuevo. La desató de la silla pero no de manos ni pies.

-Mejor prevenir que curar. Estas más guapa quietecita y calladita-la cargo en su hombro hasta su Lamborghini negro.