Capítulo 7

2K 179 5
                                    

-Uhmm-murmuro Christian acomodando su pantalón.

-¿Por casualidad-dijo Ana volteándose hacia él de nuevo.-No tendrás ningún tipo de lencería femenina, maquillaje o algo para mí?

¿Algo para ti? Ven, bájame los pantalones y verás lo que tengo para ti, nena.

-¿Me ves con cara de coleccionador de bragas de las chicas que me tiro? -Dijo Christian dando un tragó de su cerveza.-para luego dejárselas a las mujeres que yo mismo protejo. O bueno también exceptuando a los contados homosexuales que también me piden lencería de mujer.

-¿Tienes que ser tan arrogante conmigo? -Dijo ella negando con la cabeza. Christian la ladeó, afirmando su pregunta.

-Vete a la mierda.-le dijo sin más.-eres tú el que me ha llevado hasta aquí. Por lo menos podrías tratarme mejor.

-Nena, solo sé tratar bien a las mujeres en un sitio, y ese es en la cama-sonrió.-si quieres el trato bien.

-Encima guarro.

-¿Guarro? No, por Dios, realista-la miró descaradamente. -mírate, tu cuerpo me pide que me lo coma. Vas provocando como una cualquiera.-le espeto sin remordimiento.-¿Por que no te has puesto los pantalones?

-Porque me van enormes.

-Mira por donde ... ¿Y que llevas debajo? -Le dijo, sabiendo su respuesta. Ella se ruborizó.

-Nada.

-Eso afirma lo que digo.

-No soy una cualquiera, no voy provocando, y no es mi culpa si solo se te ocurre dejarme ropas tuyas, que me van cuatro tallas mayores.

-Nena, es lo único que tengo aquí-Chris hizo una mueca que hizo reír a Ana.

-¿Tienes ya la cena hecha? -Pregunto, simpática de nuevo, a pesar de todo.

-Es tarde, ¿no tienes hambre? Yo puedo preparar algo-Christian sonrió. Para Anastasia era la primera vez que lo veía sonreír tan confortablemente.

-Haz lo que quieras, pero seguro que será mucho mejor que la comida de Eliott.

Ella se río y buscó algunas sartenes, sacando algo de la nevera. Se agachó haciendo que el jersey subiera, dejando ver mucho más que el muslo. No había manera de que la erección de Christian bajara. Y él para nada se la tapaba, aunque Anastasia no se había fijado. Tenia algunos fogones encendidos cuando se giró.

-¿Vas a estar mirándome todo el rato? -Dijo sintiéndose observada, y es que así era. Christian no le quitaba el ojo.

-¿Te molesta?

-Bueno ...- dijo arqueando una ceja.-Podrías hacer otra cosa ... No se que me miras tanto-dijo riendo.

Christian se levanto y la ayudo a preparar la comida. Le pasó por detrás, rodeándola suavemente.
Anastasia sintió el olor de su seductora colonia, mezclada exquisitamente con su propio olor. También sintió el roce de algo, precisamente en su trasero.
Christian cortaba algo a su lado. Ella miro discretamente hacia abajo. Era lo que temía, una erección...mas que enorme. Se sonrojo de inmediato. ¿Christian estaba duro? era más que evidente, estaba durísimo. Christian sonrió, sabiendo que Anastasia estaba totalmente ruborizada por aquello. La miro por el rabillo del ojo.

-¿Tanto te avergüenza saber que me excitas?-pregunto como si fuera la cosa mas normal del mundo.

-No...no es eso.-mintió.

-¿Es que te sorprende el tamaño acaso? -Dijo riéndose. Anastasia giro la cara, poniéndose mas roja que el tomate que Christian cortaba. Se sintió excitada. Christian era guapísimo, tenía un cuerpo que cualquier mujer, por muy pura que fuera desearía tocar ... Y ahora el tamaño de su maldita erección creada por ella.
Sintió como la excitación se resbalaba muslo abajo. Christian se le acerco desde atrás. Le rodeó la cintura con uno de los brazos. El corazón de Anastasia parecía que se le fuera a salir. No tenia experiencia con esto, no tenia experiencia con los hombres. Y a pesar de sus veintidós años se sintió caliente como una adolescente

ProtégemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora