Daylight [H.S]

Capítulo 36

Maia

"Por favor no me digas que llevas esa cara de muerta por mi culpa." Bromeó mi padre mientras salíamos del aeropuerto, volteé mi rostro observándolo mientras sonreía, llevaba colgando en su antebrazo izquierdo un saco color gris mientras que con su brazo derecho arrastraba la pequeña maleta con ruedas.

Negué con la cabeza, "Todo lo contrario, me alegra que estés aquí." La verdad era todavía sentía temor con respecto a mi padre, sin embargo, lo que consumía mis pensamientos las veinticuatro horas del día era Harry.

"¿Y Harry?" Tragué fuertemente. Me sentía patética al tener que volver a decirle a mi padre que Harry y yo ya no estábamos juntos, "¿Se pelearon?" Susurró con una mueca en su rostro mientras que con mi mano derecha detenía un taxi.

Asentí levemente, nos metimos dentro del coche junto con la maleta de mi padre y antes de continuar nuestra conversación le di la dirección de mi apartamento al conductor, "Algo así," Me encogí de hombros, no iba a detenerme a explicarle sobre la supuesta infidelidad de Harry, es decir, en el momento en que escuché las palabras de Harry sobre Sofia no pude evitar cerrar la puerta en su cara, aún no lo había vuelto a ver ni había hablado con él, "Se está quedando con su madre en el apartamento que íbamos a rentar juntos," Sentí la mano de mi padre apoyarse en mi hombro, "Tengo todas las llaves del anterior apartamento así que probablemente me siga quedando allí," Suspiré, "Puedes quedarte tú también," Asentí para convencerlo, ya que probablemente pasaría solo ésta noche en Nueva York y sería un desperdicio tener que pagar una noche de hotel cuando puede quedarse en mi apartamento, "¿Ahora si me contarás sobre Kimberly?" Alcé ambas cejas, acomodándome en el asiento del coche mientras mi padre reía.

"No quiero que lo malinterpretes, Maia, quise y mucho a tu madre, sin embargo," Se detuvo, frunciendo el ceño antes de sonreír, "Kimberly me hace sentir como si nunca antes hubiera estado enamorado," Sonreí observando la alegría que reflejaba el rostro de mi padre, pero no pude evitar preguntarme si eso me pasaría a mi también, sólo que al revés, si conseguiría sentirme enamorada de otra persona de las misma forma que estoy enamorada de Harry, me parecía casi imposible, y aunque me sentía sumamente dolida, era como si nunca quisiera averiguarlo, como si no quisiera saber si puedo o no enamorarme de otra persona que no sea Harry.

Suspiré y observé a mi padre entregarle el dinero suficiente al conductor mientras abría la puerta para salir del coche, imagino que estuve más tiempo de lo que creía dentro de mis pensamientos, "Gracias," Susurré antes de salir del coche detrás de mi padre y volver a entrar a mi apartamento luego de varios días.

Sentí una ola de tristeza navegar por todo mi cuerpo en cuanto abrí la puerta principal, en el apartamento se encontraban todos los muebles, sin embargo, faltan varias cosas que lo hacían sentir mío. Varias cosas que fueron trasladadas al nuevo apartamento con la ayuda de Anne y Harry. Este apartamento pasó de sentirse mío, a sentirse mío y de Harry, y ahora a sentirse de nadie. Se encontraba casi de la misma forma que el primer día que llegué a Nueva York, al igual que mi pensamientos. "De acuerdo, quizás deberíamos ir ahora, a realizar la prueba," Asentí lentamente, no del todo presente en la conversación, "¿Quieres ir caminando? ¿O tomamos otro taxi?" Negué con la cabeza.

"Podemos ir caminando, hay un centro clínico en la calle 57, no es demasiado lejos de aquí." Harry se había intentado comunicar conmigo una sola vez desde que nos vimos en la habitación del hotel donde se están quedando Patrick y Ema, y sólo lo hizo para pedirme que me quede en el nuevo apartamento y que también me quede con el coche, sin embargo, me negué, en realidad ni siquiera le respondí.

"Maia," Comenzó a hablar mi padre una vez que nos encontrábamos en la calle nuevamente, ajusté mi chaqueta a mi cuerpo, sintiendo algo de frío pero mucho menos que hace unas semanas, con la suerte de nuestro lado la temperatura comenzaría subir dándonos a entender que la primavera se acerca, "Eres mi única hija,"

"Esperemos," Bromeé aunque en realidad tenía gran parte de verdad.

El sonrió negando con la cabeza mientras apoyaba su brazo en mis hombros y me abrazaba, aún caminando, "Digan lo que digan esos exámenes," Señaló con su dedo índice hacia delante, como si pudiera señalar el futuro, "Siempre serás mi hija, jamás lo dudaré," Sonreí, apoyando mi cabeza en su hombro, "Y con esto quería preguntarte," Alcé mis cejas, separándome de él mientras lo observaba esconder sus manos en los bolsillos de su saco, "¿Cuál sería tu opinión si decidiera proponerle matrimonio a Kimberly?" Me quedé de piedra, "De acuerdo, olvidémosnos de la pregunta."

Negué rápidamente, "No," Suspiré, "Es sólo que me sorprendió," El rió y me relajé, "¿Y piensas presentármela el día de la ceremonia?" Solté con sarcasmo mientras mi padre continuaba riéndose. La panza comenzaba a dolerme a medida que nos acercábamos al centro clínico, tanto Harry, como mi padre, como Ema, me repetían que aunque los resultados muestren que Phil no es mi padre, él lo va a seguir siendo, sin embargo sé que todo va a ser distinto, nunca va a volver a ser como en este preciso momento, dónde aún creemos que biológicamente si es mi padre, y eso es lo que me aterra, que todo cambie.

"No," Negó rápidamente, "Pienso presentártela antes, te lo aseguro," Sonreí y giré a mi izquierda, entrando en la calle de la clínica, "El mes que viene me tomaré días libres de mi empleo, cuando se acerque la fecha podríamos organizar para venir a visitarte con Kimberly," Asentí rápidamente, accediendo a la idea de mi padre, "Creo que te va a agradar." Y yo creo estar segura de eso también, hace un largo tiempo no escuchaba a mi padre feliz al hablar de la persona que tiene a su lado, y eso habla, y mucho, de Kimberly.

Las altas y gigantescas puertas de vidrio se deslizaron hacia los costados recibiéndonos con el calor de la calefacción que funcionaba dentro de este enorme edificio, respiré hondo y volteé mi rostro al escuchar una dulce y melodiosa voz provenir detrás del largo escritorio blanco, "Buenas tardes, ¿Por qué motivo vienen?"