Capitulo 25

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El agua del lago estaba a una temperatura adecuada donde la pareja se encontraba nadando tranquilamente, pero los momentos románticos y divertidos no podían faltar. Temo se lanzaba a los brazos de Ari y este lo alzaba un poco para después besarse al tiempo que se sumergían al agua. Ya casi anochecía, los besos y las caricias no se detenían. Ari sentía que el momento más esperado para toda pareja estaba llegando pero no quería asustar a Temo debido a que recién cumplían un mes de relación.

-Tahi, si no quieres hacerlo lo comprenderé pero...- fue interrumpido al ver que Temo colocó dos dedos sobre sus labios.
-Estoy listo Tahi- le susurró al oído mientras mordía su lóbulo-. Quiero que esta noche seamos uno solo porque no cabe duda que quiero que tú seas la persona con quien quiero estar toda mi vida.

Ari sintió una felicidad enorme al escuchar esas palabras de su novio. Volvieron a unir sus labios, Temo enredó sus piernas alrededor de la cintura de Ari y salieron del lago sin dejar de besarse. Se detuvieron un momento para secar sus cuerpos y entrar a la tienda de campaña para continuar su sesión de besos, Ari fue recostando con cuidado a Temo. Lo único que se escuchaba en esa hermosa noche era el sonido de los grillos, las respiraciones mezcladas de la pareja y el chasquido que producían sus labios en cada beso. Temo sentía que su cuerpo ya no le pertenecía a él porque ahora ya le estaba perteneciendo a Ari, quien estaba dispuesto a hacer lo posible de la mejor manera.

-Eres hermoso Tahi- le susurró Ari-. A partir de esta noche eres solo mío.
-Siempre seré tuyo amor- dijo Temo de la misma manera.

La luz de la luna hacia notar las hermosas sonrisas en sus rostros.

Las únicas prendas que quedaban fueron quitadas, lo único que los cubría era una manta ya que hacía algo de frío pero ellos querían sentir sus cuerpos. Ahora Temo se encontraba boca abajo soltando leves suspiros al sentir los besos de Ari recorriendo por toda su espalda. Temo se levantó quedando de rodillas mientras que Ari detrás de él besaba su cuello y hombros.

-Me encantas mi amor- dijo Ari.
-Tú me encantas más- dijo Temo.

Ari abrazó el cuerpo de su novio, las sensaciones que se percibían en ese momento eran amor, deseo y protección.

Ari volvió a girar el cuerpo de Temo para volver a recostarlo y unir sus labios. Un mes de felicidad los había llevado a ese momento que nunca esperaron, pero al fin estaba sucediendo. Aris y Temo estaban haciendo el amor. Tenían sus manos entrelazadas, sus cuerpos pegados el uno al otro y aquellas miradas llenas de amor no morían.

-Te amo- dijo Ari contra sus labios.
-Yo te amo más mi vida- dijo Temo.

Los chicos se amaron toda la noche, en ese momento no existía nadie más que ellos dos y ese momento quedaría sellado como la promesa de que ya nada ni nadie los podía separar.

¿Cuándo pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora