Capitulo 12

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Julieta subía a la azotea a buscar a Ari y Temo ya que sus familias los buscaban. Al llegar donde estaban los encontró aun dormidos demasiado juntitos, cuando los López llegaron Julieta notaba la gran química que había entre Ari y Temo. No tenía el corazón para despertarlos pero tenía que hacerlo antes de que alguien más los viera.

-Chicos, despierten- les decía moviéndolos y lograron despertar.
-Hola Julieta- la saludaron en medio de un bostezo.
-¿Se quedaron dormidos aquí afuera?

Los chicos notaron que estaban en la azotea cubiertos por la manta y Temo abrazaba el osito que Ari le regaló.

-Perdón Julieta, el rato se nos fue que no notamos el momento en que nos quedamos dormidos- dijeron con una pequeña risa.
-No se preocupen chicos, ya vayan a desayunar para que no se me vayan a desmayar.

Se levantaron y bajaron a sus casas, la ventaja fue que era sábado y no tenían escuela. Julieta no dejaba de mirar a los chicos hasta que los perdió de vista. No olvidaba la manera en que los encontró y recordó aquellas palabras de Audifaz.

-Lo peor que puede haber son las parejas del mismo sexo, que pensándolo bien bien no deberían de existir.

-No importa lo que pienses Audifaz, Ari cuenta con nuestro apoyo- decía Julieta en su mente.

Más tarde todos los niños se encontraban cerca de las escaleras organizándose para algo cuando vieron a Ari y Temo.

-Hola niños, ¿qué hacen?- preguntaron.
-Estamos por jugar a las escondidas, ¿quieren jugar?- dijo Frida.
-Claro, suena divertido.
-Prefecto, yo cuento- dijo Sebas.

Se dio vuelta contra la pared para comenzar a contar y todos corrieron a a esconderse, o casi todos.

-¿Dónde me puedo esconder Ari?- preguntaba Temo-. Ya me adapté a todo el edificio pero no sé cuál sea el lugar correcto para esconderme.
-Sé de un lugar, ven sigueme- dijo Ari tomando su mano y corriendo hacia un lugar.

Llegaron a la parte trasera del edificio y se escondieron en un cubículo que estaba cerca de la bomba de agua, los dos se escondieron ahí donde cupieron perfectamente.

-¡Allá voy!- se escuchó el grito de Sebas.

Los segundos pasaban, los pasos de Sebas se escuchaban cerca de donde estaban pero después se alejó la voz. Aun estando escondidos las risas no podían evitarse.

-Callate, nos van a oír- dijo Ari entre risas.
-No puedo evitarlo- decía Temo y escuchó a Sebas a lo lejos-. Ya encontraron a Julio, ¿dónde crees que anden?
-No lo sé, vamos a asomarnos.

Ambos solo asomaron la cabeza. Temo al ser un poco más bajo que Ari se asomó por encima de él apoyándose en un solo brazo.

-¿No se ven?- preguntó Ari sin despegar la vista del pasillo.
-No, pero siento que voy a...- no pudo terminar la frase porque perdió el equilibrio derrumbando a Ari y cayendo encima de él-. Perdón Ari.
-No te preocupes Temo.

Las risas dejaron de escucharse en el momento en que ambos cruzaron, no habían tenido tiempo de apreciar la belleza del uno al otro. Temo retiró un rizo del rostro de Ari y cuando menos lo pensó sucedió lo que tanto esperaba, sus labios se unieron a los del rizado fundiéndose en un hermoso beso.

¿Cuándo pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora