Ari no sabía qué era lo que quería hablar pero suponía que era algo importante porque en el rostro de Audifaz se observaba arrepentimiento.
-Ve amor, tienen mucho de que hablar- le dijo Temo-. Yo voy a estar bien.
-Cualquier cosa me llamas Tahi- dijo Ari y le dio un último beso-. Te amo.
-Y yo a ti.Padre e hijo salieron al pasillo para estar a solas, Audifaz no sabía cómo iniciar esa conversación. Los ojos de Ari comenzaban a cristalizarse.
-No entiendo por qué sigues aquí, ya no entiendo lo que sientes por mí- dijo Ari-. Antes escribías libros enteros, pero ahora ni siquiera sabes utilizar las palabras conmigo. No sé si me odias después de que Diego no logró separarme de Temo o si hubieras preferido que a quien hubieran atropellado fuera a mí.
-¡No!- exclamó Audifaz-. No vuelvas a decir eso nunca Aristoteles. Acepto que es verdad que ya no puedo usar bien las palabras contigo, pero al descubrir que Diego quería separarlos de otra manera y que Temo te salvó la vida me hizo darme cuenta de algo.Audifaz guió a su hijo hacia una banca que se encontraba ahí y se sentaron. Ari no sabía lo que le diría su padre pero lo dejaría hablar sin interrupciones.
-Hijo, yo sé que cuando me confesaste tu orientación no comenzamos con el pie derecho- comenzó a decir-. Aunque tu abuela te aceptó al instante ella nos educó a tus tíos y a mí de una manera diferente, entonces yo crecí con el ideal de educarlos de la misma manera a ti y a tu hermanito. Pero me dí cuenta que si lo hacía no serías feliz. Cuando confesaste que Diego quiso atropellarte fue cuando comprendí todo, si hubiera sucedido la tragedia hubiera sido tarde para disculparme.
Las lágrimas en Ari no se detenían, sobretodo al escuchar aquellas palabras de su padre sabiendo a lo que quería llegar.
-Quieres decir que...
-Será algo difícil de comprender pero, te acepto como eres hijo- dijo Audifaz tomando su rostro-. Será gay pero no haz dejado de ser aquel bebé que cargué por primera vez y ese niño carismático que ví crecer.Ari no resistió y se lanzó en brazos de su padre, ambos lloraban de felicidad. Ari al fin se sentía libre.
-Esas eran las palabras que hubiera querido escuchar desde un principio- dijo Ari-. Pero eso no significa que sea demasiado tarde para aceptar tus disculpas. Solo te voy a pedir algo, no me dejes solo nunca.
-Nunca lo haré hijo, aquí voy a estar siempre sosteniendo tu mano. Voy a buscar a tu madre para hablar con ella.Aunque Ari se sentía libre desde que confesó que era gay, ahora que por fin su padre lo aceptó y sabía que estaría ahí para apoyarlo ya era el chico más feliz junto a su novio. Entró a la habitación y se acercó con él para besarlo.
-¿Por qué lloras Tahi?- preguntó Temo al ver unas cuantas lágrimas salir de los ojos de su novio.
-Porque soy el chico más feliz del mundo, tengo al novio más lindo y mi papá me acaba de aceptar- dijo Ari sonriendo.
-¡¿De verdad?!
-Si, aun trata de asimilarlo pero me ha aceptado.
-Ay amor, no sabes lo feliz que me hace escuchar eso. Ya no más nubes grises en nuestro mundo.
-Porque ahora está lleno de colores. Te Amo Hasta el Infinito.
-Te Amo Hasta el Infinito.Se volvieron a besar, ese beso transmitía mucha felicidad de que ahora si no habría nada ni nadie que intentara separarlos porque su amor supera cualquier adversidad.
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¿Cuándo pasó?
Fanfic¿Qué hubiera pasado si Robert no hubiera encontrado a Aristoteles cuando escapó de su casa? ¿Y si hubiera conocido a Temo desde ese entonces?