Capitulo 27

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Temo no podía creer que su mejor amigo estuviera en Oaxaca y corrió a abrazarlo.

-¿Qué estás haciendo aquí Diego?- preguntó emocionado.
-El Diegochas se va a quedar unas semanas con nosotros- dijo Pancho saliendo de la cocina-. Por eso no pude ir por ustedes ya que fui a recogerlo a la central.
-¿Te gustó la sorpresa?- preguntó Diego.
-Claro que si, quedé sorprendido.

Después de esa conversación ambos se fueron al cuarto de Temo para que Diego se instalara, Temo sacó el colchón debajo de su cama donde dormiría su amigo.

-Oye Temo, ¿y por qué no contestaste mis llamadas esta mañana?- preguntó Diego-. Te iba a dar la sorpresa por teléfono y ya no te devolví la llamada porque estaba dormido en el autobús.
-Perdón Diego, Ari y yo ayer cumplimos nuestro primer mes de novios- dijo Temo-. Y ayer que salimos no quisimos ser interrumpidos por llamadas o mensajes.
-¿Ya cumplieron el mes?
-Si y después de la hermosa tarde que pasamos me dí cuenta de que mi Tahi es la persona que realmente amo, con quien quiero estar toda mi vida.
-¿Tu Tahi?
-Es un apodo que nos pusimos y significa “Te Amo Hasta el Infinito”.

La emoción que Diego sentía al estar con su amigo se esfumó sin borrar su sonrisa cuando escuchó a Temo mencionar a Ari y el apodo que se pusieron. No quería levantar sospecha con su amigo de que no le gustó que mencionara a Ari cuando recién llegó a Oaxaca.

-Pero yo también te amo Temo- dijo Diego en su mente-. Eso es lindo Temo, si se ve que Ari te ha hecho muy feliz.

Después de conversar un rato fueron a la sala con Pancho y las calcomanías.

Ari se encontraba en su habitación practicando en su teclado, algunas melodías salían al azar pero con un ritmo tranquilo. Con cada tecla que tocaba Ari recordaba cada beso, caricia y suspiro de aquella noche en que se entregaron al amor. Regresó a la realidad cuando su padre entró al cuarto sin avisar.

-¿Dónde estabas Aristoteles?- preguntó Audifaz en un tono desafiante.
-Pasé la noche fuera y con mi novio- respondió Ari en un tono desafiante.
-No puedo creer que sigas saliendo con el Cuauhtémoc, ¿acaso no te cansas de estar con él?
-De lo único que me cansaré es cuando quieras seguir intentando separarme del amor de mi vida.
-Eso no es amor, es una aberración. Entiende que no está bien que te gusten los hombres.
-No me importa lo que digas, Temo y yo no nos vamos a separar. Mucho menos después de que nos acabamos de entregar en cuerpo y alma.

La sangre de Audifaz hervía al escuchar eso y le dio una cachetada a Aristoteles, en ese momento Polita entraba al cuarto y presenció el momento en que Audifaz le pegaba a su hijo.

-¡¿Por qué le pegas?!- gritó Polita.
-Tu hijo es un sínico, hizo algo horripilante con el Cuauhtémoc- dijo Audifaz sin dejar de mirarlo.
-Que Temo y yo hiciéramos el amor no significa que sea una aberración como tú dices o piensas- gritó Ari-. Si lo hicimos fue porque nos amamos y vamos a estar juntos toda la vida.
-Tranquilo mi Aris, yo me siento feliz de que Temo y tú se entregaron al amor, mientras lo hayan hecho con respeto y protección. Después de todo Temo es el amor de tu vida.
-¿Enserio vas a apoyar a tu hijo después de lo que hizo?
-Si, no tiene nada de malo lo que hizo ya que es normal en los adolescentes y si no te agrada la idea será mejor que te vayas para que lo comprendas.

Audifaz le echó una mirada fulminante a Ari y salió de la casa.

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