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Las facturas se elevaban de sobremanera en números, la colegiatura del pequeño, la renta del apartamento, los gastos de medicina, la comida, los pequeños caprichitos de aquel chiquillo de mejillas abultadas, todo se acumulaba.

Hoseok estaba desesperado, estaba a menos de una semana para que se acabará el mes y aún no había podido obtener todo el dinero para la renta, apenas y lograba cubrir la cuarta parte, se había gastado el dinero en la pequeña excursión al museo que su niño había tenido hace unos días, y ahora se encontraba tronandose los dedos.

La paga de su trabajo no lograba suplir todos los gastos, la escuela donde el pequeño Jiminie estaba había subido de colegiatura pero aún así Hoseok se negaba a ponerlo en una de gobierno, el nene no se lo merecía, quería lo mejor para él.

Tenía que conseguir otro trabajo, uno donde la paga fuese buena, y no tuviese que trabajar todo el día y descuidar a su hermano.

Pero sabía que no había un trabajo decente que cubriera esas dos peticiones, los únicos lugares eran las oficinas contables, pero para entrar en ellas se necesitaba tener un estudio avanzado, cosa que Hoseok no tenía.

La opción más fácil y que no quería elegir era de acompañante sexual, definitivamente esto estaba fuera de sus manos, pero era tentadora, la paga era demasiado buena y por lo que le había dicho su amigo era que sólo se necesitaban un par de horas para conseguir una buena suma de dinero.

"Los clientes te dan una buena suma sólo por una mamada o por que te dejes tocar, ellos no siempre quieren sexo algunas veces sólo necesitan a alguien quien los escuché." Le había dicho SeokJin quien se dedicaba a esto desde hace mucho "Eso sí, que a ellos no les gusta que mientras estés a su servicio tengas algo que ver con otro cliente, no les gusta compartir a sus acompañantes, ellos te dicen cuando se aburren de ti para que busques a otro."

La proposición de Jin era tentadora, demasiado, le había dicho que el mismo podía conseguirle un cliente del mismo lugar en el que él trabajaba.

Pero Seok tenía miedo, jamás había pensado en hacer eso, siempre tratando de proteger su imagen como una persona correcta, de principios y trabajadora, le preocupaba su niño en lo que podría pasar si era descubierto, le preocupaba en lo que pensarán las personas.

Sus padres seguro estarían decepcionados por lo que estaba pensando, pero es que no le quedaba de otra, el trabajo de cajero en un supermercado no le dejaba nada de dinero, tenía que conseguir dinero a como de lugar para darle una buena vida a su pequeño ángel.

Ese ángel que había llegado para alegrar su vida, la luz de sus ojos, ese por el que haría cualquier cosa sin importando que, ese hermoso niño de cabellos castaños y ojos avellana, con la sonrisa más hermosa del mundo, con los sueños más grandes que él, y Hoseok estaba dispuesto a cumplir cada uno de ellos, porque no importaba si para lograrlo tendría que prostituirse lo haría sin dudar.

*

Era viernes por la tarde, su medio turno en el supermercado había terminado, había quedado de encontrarse con Jin en una cafetería cercana para hablar sobre el "trabajo".

Aún tenía miedo pero no le quedaba de otra, lo estuvo pensando toda la noche, tenía más contras que pros, pero suponía que ya no importa, la decisión estaba tomada y no podía darse el lujo de arrepentirse.

Entró al local observando al rededor buscando a Jin, cuando lo tuvo a la vista se dirigió hacia el para saludarlo.

— Jin hyung, buenas tardes —

— Hola Hoseok, oh, veo que trajiste al hermoso bebé, como estas Jiminie —

— Hola señor Jin — dijo el pequeño niño escondiéndose tras Hoseok abrazando una de sus piernas.

Jin al ver tal acción del pequeño murió de ternura soltando un ruidoso "awww es una hermosura", y es que como no morir si el niño era todo una masita de amor, con sus abultadas mejillas rojitas de vergüenza.

Hoseok tomó asiento en una de las sillas sentando Minie en la silla continua a la suya, la mesera llegó a recoger sus órdenes los dos adultos pidieron sólo un café negro, y el pequeño una chocolatada y galletas, cuando la mujer les llevo sus órdenes y se retiró Jin empezó a hablar.

— Me alegro que aceptaras mi proporción, sabes que no me gusta verte así de preocupado, en vista que eres nuevo te voy a explicar como funciona —, tomo un trago de café.

— Claro hyung, dígame lo necesario—

— Mira — bajo la voz un poco — te conseguí ya un cliente, por lo que sé paga muy bien, pero tienes que tomar en cuenta muchas cosas para poder ser de buen uso — suspiro Jin volviendo a sorber un trago de café —  a ellos no les gusta que preguntes nada personal, más sin embargo ellos investigan todo de ti, donde trabajas donde vives,con quien vives, si estudias, trabajas, cosas así ya sabes lo importante.

— Yo.. entiendo— asintió Hoseok, estaba de acuerdo con eso sabía que era por seguridad de ambos, pero la verdad le incomodaba un poco.

— Bien, no hable con él directamente, mi hombre es su amigo así que me dijo que podías ir mañana, la vestimenta casual, ya sabes fresco y despreocupado, ya todo esta arreglado te dejarán entrar sólo con decir tu nombre— carraspeo — ¿sigues siendo virgen verdad?— preguntó y Hoseok asintió sintiendo vergüenza.

— Si lo...soy— susurro sintiendo su cara arder.

— Tienes que entender y estar preparado, él no será gentil con tigo, así que tienes que soportarlo, trata de aguantar lo más que puedas, no llores ni grites, eso no le gusta, te tratará por lo más bajo con sobrenombres y palabras vulgares, así que acostumbrate, esta prohibido besarle la boca, ....creo que eso son algunas cosas que te servirán, lo demás te lo dirá él, mañana la hora de visita es a las dos así que a esa hora tendrás que estar allí.

Y Hoseok se perdió, visitarlo, hora de visita, lo que Jin estaba diciendo era que le tipo estaba en.......

— Si Hoseok, el esta en la cárcel —Jin lo vio a los ojos sintiendo su miedo.— Entraras como visita conyugal.

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🔹 STAY🌠

CONJUGAL VISIT (VHOPE)+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora