CAPÍTULO XLVIII

32 8 0
                                    

David cuando observo a su hermano subir a la habitación de invitados, salió de la casa un momento. Sabía que Támara la estaba pasando muy mal y Jordy tenía que estar ahí para ella que había quedado sola.

«Sé que está mal Owen -miro al cielo mientras atravesaba el jardín de la entrada de su casa -Pero creo que estarás de acuerdo que Jordy esta ahora apoyando la y dándole consuelo por tu pérdida y se que preferirías que él este con ella que complemente sola con un bebé»

Camino por todas las calles cerca de la casa, esto se estaba complicando más de lo debido. Con Peter afuera el peligro es triple, están prácticamente como unos conejos, los va acorralar hasta terminar con ellos. David no teme por el mismo, pero su por Lissa, los niños, Támara, su bebé y su propio hermano (de hecho se podría decir que él y Jordy pensaban igual querían que los demás vivieran menos ellos mismos) sabe también que Jordy no podría huir tan fácil ni aunque se lo propusiera...les lleva bastante ventaja ese desgraciado.

Sumido en sus pensamientos siguiente caminando sin prestar atención a nada, ni a nadie; cuando en una de las calles salieron 2 tipos, uno de ellos traía unas navajas que pasaba entre los dedos jugando, tenía habilidad con ellas por lo que se notaba, los dos se le acercaron cuidadosamente a David.

-¿Qué quieren? -dio un paso hacia atrás.

-Hoffmann tiene dos opciones la primera es hacer lo que te ordenemos o tener que matarte aquí mismo y dejarte tirado... -dijo uno de ellos mientras seguía maniobrando las navajas.

-¿Cuáles son sus órdenes? Y veré si me conviene seguirlas... -respondió de mala gana.

-Que nos entregues a Jordy Johnson.

-Porque debería entregarles a mi hermano -dijo molesto -¿Quién es el que manda por él? Si lo quieren primero tendrán que matarme antes de entregárselos -dijo con desaire.

-Muy bien, entonces hagamos esto rápido -se acercó el tipo.

-Adelante caballeros -dijo abriendo los brazos.

El sujeto de las navajas dobló el brazo tomó impulso y lanzo la cuchilla al aire, haciendo un roce sobre el brazo de David, el otro lo tomó del cuello de la camisa y lo estampó en la barda de una propiedad, junto los brazos los metió en medio del tipo y el golpeo sus brazos para soltarse; le dio una patada en el estómago y cayó de espaldas a la mitad de la calle, el de los cuchillos le llegó por atrás y se lo enterró en la espalda, levanto el brazo y con el codo le dio en la cara haciendo sangrar su nariz, el otro sujeto se puso de pie y le dio un puñetazo en la cara y el de las navajas se incorporó rápidamente, lo tomó de los brazos mientras él le tiraba patadas al otro sujeto, después se dio una vuelta y torció los brazos del de las navajas, lo aventó a la barda, lo tomó por la cabeza y lo azotó una, dos, tres, cuatro veces hasta que cayó al suelo, el otro aprovechó el momento y tomó del suelo el cuchillo y corrió hasta David, se giro y lo agarro de los brazos, forcejaron el tipo cada vez más acercaba la cuchilla a su pecho unos 10 centímetros más y seguro que acaba todo, después de eso su forcejeo ya no tenía fuerzas, sintió un golpe demasiado fuerte en la cabeza y todo se comenzó a poner negro hasta que perdió la conciencia en ese momento.

Lo levantaron del piso, su camisa estaba manchada de sangre y en las condiciones en la que se encontraba, parecía difícil mantenerse con los ojos abiertos y evitar que se lo llevarán. Peter tenía sí o sí que ver en eso y si era necesario entregarse él en vez de su hermano sería lo mejor; pero algo lo impulsaba a no hacerlo, en su mente miraba a sus hijos, a Dav y Caroline junto a su madre, así que prácticamente reaccionó ante su recuerdo.

Abrió los ojos de nuevo y le dio un rodillazo al tipo que lo cargaba, este lo soltó y se dobló de dolor, le dio un puñetazo al otro que se acercaba, tomó de la chamarra al sujeto de las navajas una cuchilla y se la clavó en la pierna, después se echó a correr a la calle por la cual había salido antes, corrió hasta llegar a la entrada de su casa.



****

Los de la privada no quisieron colaborar a las buenas así que tuvo que pasar con el juez para una bendita orden para acceder a las grabaciones. Marc y Isael le llamaron en el trayecto ellos se retrataban un poco más tarde que la forense aún no tenía nada que demostrará que Peter había matado a Owen, así que Lissa decidió regresar a su cada para seguir trabajando.

Entraba a la avenida, paso unas cuantas calles hasta llegar al frente del portón de su casa, cuando David salió de quién sabe dónde pagándose justo enfrente de su camioneta, haciéndola frenar bruscamente, si no se detiene a tiempo lo atropella. Pero cuando lo vio con sangre de la ropa, manos y la camisa desgarrada y sucia se asusto y se bajo lo más pronto de la camioneta.

-¡¡DAVID!! -grito al verlo de cuerpo completo.

-Li-Li...ssa... -logró decir con un hilo de voz y cayó al suelo.

Del Deseo A La Tentación Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora