CAPÍTULO XXXIX

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Cuando estaban en camino de regreso al hospital, comenzó a surgir una cosa que Lissa se preguntaba a si misma desde que dejaron a Támara y Jordy solos.

Oye David —dijo con la mirada puesta en el camino y el volante.

Dime —respondió mientras se hacía el nudo de la corbata y se limpiaba la sangre del labio.

Hay algo que me ronda en la cabeza pero, no estoy segura.

—Dímelo entonces.

Cuando Támara se ofreció a quedarse con Jordy, pude notar que al parecer a él le gusto la idea de que ella se quedará.

Pues no, no te pareció en verdad el quería que ella se quedará. Aunque no lo creas, Lissa, sé que hay algo en mi hermano, puedo quizá atreverme a decir que él aún...siente algo por ella.

¿Y crees que ella también sienta algo por él? Después de todo lo que... —quería decir lo sucedido pero sabían lo que le afectaba a David.

—¿De lo que hizo?...pues sin duda alguna quizá dentro de ellos ese amor que hubo, no murió del todo, quizá Jordy si se enamoró de ella, pero lo que no entiendo es por que no respeto su amor y la trato así.

Siguió conduciendo hasta llegar al estacionamiento del Hospital entró en un espacio entre dos camionetas y se detuvo, saco la llave y se giró en el asiento mirando a David.

Como le vas a explicar a Jordy ese labio partido y el golpe en la cabeza.

—No te preocupes...ya me conoce —le guiño un ojo y abrió la puerta para bajarse del auto.

Salieron del auto, activo la alarma y subieron al ascensor, cuando llegaron al piso, Owen estaba sentado en la sala de espera, su cara estaba demasiado sería, para ser honestos David y Lissa pensaron que Támara estaría ahí con él, pero parecía que seguía sin salir.

¿Y Támara? —pregunto mirando a todos lados.

Esta aún adentro con tu hermano...

—¿Todavia no sale? — pregunto David, mientras Owen negaba con la cabeza.

—¿Estas bien?

—David podría hablar con tu esposa un momento.

No para nada, adelante. Yo voy a la habitación de Jordy —camino al pasillo y se perdió de la vista de los dos.

Cuando llegó David a la puerta de la habitación escucho voces, miro por la orilla de la puerta que estaba entre abierta, vio a Támara de pie aún lado de la cama y Jordy estaba sentado con la mano izquierda puesta en su vientre sintiendo a su bebé, mientras los dos sonreían no quería cortarles aquello pero su hermano tenía que entender que Támara era una mujer casada y pronto con una familia, la situación ya era diferente para los dos.

—Hola ¿Se puede? —asomo su rostro tras la puerta.

Claro pasa —respondió Jordy con una amplia sonrisa la cual mostraba todos sus perfectos dientes.

¿Como te sientes? ¿Va todo mejor?

—Si, ya está todo bien, me duele un poco, pero solo si hago un movimiento en falso...

¡¿David que te paso en la cara?! —rodeó Támara la cama para llegar a él.

—¿Qué fue lo que hiciste David?

—Te diría que nada, pero sería como muy fácil el no contarle la experiencia de la pelea —soltó una risa.

¿De que hablas David?, Lissa ¿Sabe que estas así? —pregunto Támara con preocupación.

Si y ella a diferencia de ti, quiere matarme por haber hecho eso —sonrió de nuevo.

Pues evidentemente, mira nada más como quedaste. A todo esto quien te golpeo...

—O más bien quien fue tan imbécil de enfrentarse a ti, no sabiendo lo bueno que eres para los golpes —sonrió ante su comentario.

Peter.

—¡¿QUÉ?! —dijieron en coro.

David...

—No digas nada Jordy, todo está bien ok, solo unos golpecitos desaparecerán pronto. Por cierto Lissa consiguió que te trasladen de reclusorio.

—¿Si aceptaron el cambio?

—¿Dudas de las capacidades de la Licenciada Hoffmann? —enarco una ceja —Se enojara bastante si se entera que su propio cliente esta dudando de su trabajo...

—Sabes  lo que me refiero.

Tranquilo. Digamos que tuve que convencer a Alfonso.

—¿Alonso esta se director ahí? —pregunto Jordy con sorpresa.

—Si, a mi la verdad no me sorprendió tanto ya sabias que estaba en un reclusorio —respondió David

Si lo sabía pero...nunca supimos en cual. Bueno en fin entonces ya está arreglado.

—Así es —desvío la mirada a Támara, estaba con las manos en el vientre parada enfrente de la cama —Oye Támara.

—¿Si? —desvío su atención de su barriga a David.

Owen te esta esperando afuera, creo que ya es hora de que te vayas a descansar un poco, no debes estar tanto aquí —lo miro y le sonrió amablemente.

Creo...que tienes razón. Jordy, me retiro espero que te termines de mejorar.

—Gracias Támara y gracias por haber estado conmigo —le sonrió, se despidió de David con un beso en la mejilla y se retiró de la sala.

Del Deseo A La Tentación Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora