5° Doctor

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A la mañana siguiente ignoro lo más que puedo a Aarón mientras este me busca todo el día hasta que casi a las 6 de la tarde se cuela en mi habitación y cierra con pestillo evitando qué me aleje de él. Maldito visionario.

— ¿qué mierda quieres?

— relajate —bufa divertido— vengo hablar contigo, tu diste esta opción

— okey, habla —viró mis ojos mientras me siento en la cama y pauso la película que estaba viendo.

— ¿Dónde estabas? Y ¿Por qué cojones no me contestabas el puto celular? —toma la silla al costado de mi cama y se acerca a mi quedando frente a frente; bueno el un poco más alto.

— donde yo esté no es asunto tuyo; como tu dijiste hace dias, si sales o no llegas eso no debe interesarme, por lo mismo, no es de tu punto interés —noto como mis palabras lo empiezan a  encabronar y tensa por completo su mandibula— y segundo, no quería hablar contigo

— soy tu jodido esposo Layla

— en tus sueños. Solo soy tu prometida y por cierto, una qué no tiene anillo —sonrió maliciosa y Pierce parece más cabreado—  si quieres joderme, bien , entonces hablemos de la pelirroja qué amas con locura

— no la metas en esto —gruñe molesto, mientras me indica con su dedo  índice y se inclina hacia mi

— ¿O si no que?, ¿terminaras este matrimonio? —bufo frustrada— solo preocupate de tus putos asuntos y yo de los mios. Has dejado muy en claro que sólo soy una puta extraña en tu vida, así que hace lo mismo en la mia

— no —gruñe sin dejar de mirarme fijamente— eres mi prometida —saca un anillo de diamantes de su bolsillo y tira de mi mano con fuerza para colocar la argolla ahí— esto —me indica y siento que de la sorpresa no puedo formular palabra alguna— indica que puedo saber todo de ti. Eres mía Layla

— jodete —intento sacarlo pero Pierce me detiene— tu le perteneces a otra persona

— hace unos meses si —suspira agotado— ahora, soy tuyo y tu mía, Layla y así es el jodido trato. Me perteneces y al parecer para siempre —no me deja agregar nada a la conversación cuando me besa con anhelo y un pisca de desesperación. Se que no debería seguirle el beso, pero mierda. Aarón si sabe como hacerte volar con su lengua.

Después de ese beso y quizá un par mas, se fue de mi habitación, ya que debía arreglar unos asuntos y así no lo volví a ver.

El lunes en la mañana, me levanto temprano y me arreglo para juntarme con Lilian; me coloco una jardinera de jeans y una camiseta simple de color rosa . miro mi reloj de mano y marca las 12 PM; camino por el pasillo, pasando por la habitación de Pierce y la puerta se encontraba abierta; miro discretamente y estaba todo en orden, supongo que ya se fue al trabajo.

al llegar al centro medico, me encuentro a Lilian sentada en la recepción esperando al doctor

— Mamá —llamo su atención y ella sonríe

— bebe —me sonríe— ¿cómo estás?, ¿cómo está tu futuro esposo? —amplia más su sonrisa

— ¿ya te llamo el doctor? —desvío la conversación

— aún no —suena su celular y ella contesta alejándose hacía la terraza del lugar

— ¿Lilian Stanford? —habla un hombre a mi espalda

— disculpa, en unos segundos vuelve —me giro y me encuentro con un hombre castaño de unos 30 años— soy Layla, su hija —estiro mi mano para saludarlo y él hace lo mismo

Sangre Infiel (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora